La defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha dicho hoy que, «seguramente», ella tiene «más respeto por el juez Pedraz que el juez por muchos políticos».
Así lo ha indicado en RNE, después de que el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, archivase ayer la causa contra los ocho convocantes del 25-S, enmarcando la protesta en el derecho a la libertad de expresión «máxime -indicó en su auto- ante la convenida decadencia de la denominada clase política», y reprochase a la Policía sus «excesos» en la instrucción.
La Defensora del Pueblo ha dicho que aunque «seguramente» se podría actuar de oficio contra éstas declaraciones del juez, ella es partidaria de «valorar sosegadamente» este tipo de decisiones.
Becerril se ha definido como política porque está en la vida pública «como decenas de miles de concejales que se han jugado la vida y se la están jugando, y de diputados y diputadas que no sólo se dejan la vida sino también sus afanes y sus familias en este trabajo» que ha calificado de «muy decente y muy digno».
Respecto a los asuntos que su institución tiene pendientes ha destacado el requerimiento que ha hecho al Ministerio de Industria para que obligue a las compañías eléctricas a elaborar las facturas de la luz de forma similar, es decir que incluyan los mismos conceptos, y en términos comprensibles.
Así, ha pedido que incluyan los mismos conceptos y que se desglose lo que se paga por el enganche de la luz, el consumo, la moratoria de las nucleares, las subvenciones para la energía eólica, conceptos que, ha explicado, al igual que las bombillas de bajo consumo que se regalaron cuando Miguel Sebastián era ministro de Industria, se pagan en las facturas de la luz.