El partido había asegurado que pagó una «indemnización por resolución de contrato de trabajo», pero abonó las cuotas de IRPF y la seguridad social
15 feb 2013 . Actualizado a las 15:30 h.Luis Bárcenas fue empleado del PP, con cotizaciones y pagos de IRPF incluidos, hasta diciembre del 2012, según confirman técnicos de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social. El PP decidió mantener en secreto que el extesorero seguía en nómina como un trabajador más aunque no realizaba labor alguna que se conozca y pese a las graves imputaciones. El partido solo decidió romper esa relación laboral hace un mes y medio, apenas días después de que el Gobierno supiera de los 22 millones de euros depositados en Suiza. Nunca hubo un «finiquito» como alega el PP, al menos no un «finiquito» como lo entiende el común de los mortales: un dinero que se paga de una sola vez o en varios pagos al empleado y que pone punto final a una relación laboral.
El PP, explicaron fuentes conocedoras del proceso, llegó a un pacto con el hombre que gestionó sus cuentas durante 23 años para que siguiera en nómina; eso sí, sin que trascendiera. El acuerdo era sencillo. Bárcenas, como hizo el 8 de abril del 2010, renunciaba con «carácter definitivo a sus funciones como tesorero del partido» y solicitaba la «baja temporal como militante». El PP agradecería públicamente los servicios prestados y, en secreto, garantizaba su continuidad como empleado del partido. Era el mismo acuerdo al que se llegó con el también imputado en el caso Gürtel Jesús Sepúlveda, al que solo despidió la pasada semana tras conocerse que estaba a sueldo del PP por unos trabajos que nadie es capaz de precisar.
Este pacto es el que explicaría que Bárcenas siguiera frecuentando Génova y que tuviera una sala, la Andalucía, para almacenar su documentación.
Con esta maniobra, apuntan responsables de la Seguridad Social, el PP no incurrió en fraude a la Administración al cotizar por Bárcenas. De haber pagado su Seguridad Social sin relación laboral hubiera sido una irregularidad «muy grave» recogida en la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. El PP tenía que pagar la Seguridad Social porque el también exsenador era su empleado. Es más, fuentes de la Agencia Tributaria revelaron ayer que durante todo el 2011 el PP retuvo de forma periódica cantidades a cuenta del IRPF de Bárcenas, y en un finiquito no hay retenciones. Los datos del 2012 aún no están computarizados.
No había «finiquito» que enseñar
Por eso, el PP no quería hacer público cuál había sido la cifra que había pagado por el despido. Simplemente no había «finiquito» que enseñar porque, aunque en su comunicado hablan de indemnización, lo hacen coloquialmente porque técnicamente no era tal. El partido solo podría haber mostrado las nóminas de Bárcenas. A pesar de las peticiones de enseñar los papeles de la liquidación, el PP volvió a negarse a hacer público un solo documento.
Expertos tributarios alertan de que de haber sido cierto el fin de la relación entre el PP y Bárcenas en el 2010 y el pago de un finiquito prorrateado en dos años, las cuentas y balances anuales hechas públicas por la formación la semana pasada habrían estado falseadas. En el documento referido al 2011, año en el que Bárcenas debería haber cobrado como mínimo más de 200.000 euros en concepto de despido, el PP solo recoge en el capítulo de «indemnizaciones» 170.098 euros, y que incluirían las de otros despidos.