Las pesquisas se centran en la financiación de actos deportivos y culturales
16 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Tenéis que hacer como Aquagest». La frase es de un responsable de Vendex, el grupo investigado en la operación Pokémon por el presunto pago de comisiones y regalos a políticos a cambio de contratos de servicios públicos. Este miembro de Vendex asegura que desde el Concello de Santiago se les conminó así a tomar ejemplo de Aquagest en lo que a su política de patrocinios se refiere. El adjudicatario del servicio de aguas en la ciudad es uno de los mayores mecenas deportivos y culturales. Entre otros, ha apoyado financieramente al Obradoiro o al Santiago Futsal.
Esos y otros patrocinios de Aquagest son los que ahora están siendo investigados en la segunda fase de la operación Pokémon, bautizada como Manga. Los agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que ayer peinaron Santiago practicando registros y cuatro detenciones también visitaron las oficinas del Santiago Futsal, el equipo de fútbol sala, y el club de baloncesto Obradoiro.
«Con nosotros hablaron por la mañana, pero les explicamos que la documentación que buscaban, que data de unos cuatro años, tenían que buscarla en el anterior patrocinador», señaló el presidente del Futsal, Ramón García Seara. Así, por la tarde, el SVA se dirigió al concesionario Autos Lobelle y se llevó el expediente relativo al acuerdo de colaboración que hace años tuvo Aquagest con esta entidad y por la que la empresa de aguas contrató publicidad estática en la cancha del equipo.
«Esa publicidad efectivamente se contrató y la lona con el nombre de Aquagest todavía la tenemos», añadió el presidente actual del Futsal. El SVA también recabó documentación en el Obradoiro. Su dirigente, Raúl López, aseguró ayer desconocer este hecho, así como si la concesionaria del servicio de aguas tiene o no algún patrocinio con el club. «Imagino que sí, como tantas y tantas empresas, pero será algo menor», explicó.
La jueza de Lugo que instruye las operaciones Pokémon y Manga ya comenzó a investigar hace semanas los patrocinios y colaboraciones que las empresas del grupo Vendex habían suscrito con el Concello de Santiago. Lo hizo remitiendo un oficio en el que exigía que se le remitiese toda la documentación sobre este tipo de acuerdos.
La magistrada sospecha que en el marco de esos patrocinios pudo existir tráfico de influencias, cohecho, prevaricación y otros delitos de corrupción. Es decir, que el Concello de Santiago pudo presionar a Aquagest y Vendex para que sufragaran económicamente clubes deportivos y actividades culturales y que, a cambio de esa colaboración, podrían haber recibido, presuntamente, compensaciones en forma de contratos y adjudicaciones de servicios públicos.
Aquagest es una filial del grupo Aguas de Barcelona (Agbar) que opera en Galicia, las dos Castillas, Cantabria, País Vasco, Aragón, Navarra y La Rioja. Gestiona el servicio de abastecimiento de agua de más de sesenta concellos gallegos, entre ellos el de Santiago.
El contrato de Aquagest en Compostela expirará en el 2019, motivo por el cual la empresa comenzó a negociar su ampliación. Antes de tener que dimitir tras destaparse que había defraudado a Hacienda, el exalcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, anunció que el acuerdo estaba muy cerca y que gracias a él la firma invertiría 20 millones de euros en ampliar la red a numerosos núcleos rurales. La negociación está paralizada desde que Ángel Currás recibió el bastón de mando.
Si Vendex está en el eje de la Pokémon, Aquagest lo está en la operación Manga, que tiene diferente nombre pero que en realidad es la misma investigación. No en vano, han sido detenidos su gerente en Compostela, José Luis Míguez, que ingresó ayer en prisión sin fianza tras negarse a declarar ante la jueza, así como un exdirectivo en Asturias, Joaquín Fernández Díaz, que además de ser propietario de una empresa de consultoría e ingeniería, exconcejal en el ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio y actual presidente del PP en este municipio. Por parte de Vendex fueron detenidos en su día cinco personas, entre ellas José María Tutor, responsable del grupo en Galicia.