«Si esto me pasa a mí siendo vicepresidente, no haría falta que dimitiera, porque estoy seguro de que una pareja de la Guardia Civil me iría a buscar a mi casa». Con esta sentencia irrumpió ayer el exvicepresidente da Igualdade e do Benestar, Anxo Quintana (BNG), en la polémica generada a raíz de la publicación de las fotos de hace 18 años en las que aparecen juntos Feijoo y Marcial Dorado, hoy en prisión por narcotráfico. El nacionalista se expresó así en una entrevista emitida por la mañana en la cadena Ser, horas antes de que se dejara ver también en programas de La Sexta y de Cuatro.
Quintana quiso denunciar «cierta discriminación» entre el tratamiento aplicado ahora a las imágenes del jefe del Ejecutivo y el dado en febrero del 2009 a las suyas a bordo del yate del constructor Jacinto Rey, el principal adjudicatario individual del concurso eólico resuelto, desde el bipartito, por cargos del Bloque en diciembre del 2008, con el que después siguió manteniendo trato. «El PP [entonces en la oposición] intentó trasladar la idea de que el empresario y yo estábamos amañando el concurso», lamentó, en alusión a una campaña electoral, la de aquellas autonómicas, «sucia y de descrédito».
Orozco, por la inocencia
También se refirió ayer a las fotos de Feijoo y Dorado el alcalde de Lugo, imputado en varias causas. José Clemente López Orozco (PSOE) reclamó para el líder del PPdeG el derecho a la presunción de inocencia, «principio que non me aplicou a min».
Críticas desde IU y PNV
Por otra parte, el portavoz de IU en el Congreso, José Luis Centella, dijo que las explicaciones de Feijoo le parecen «insuficientes». Añadió que el presidente de la Xunta «sí asume que se equivocó, pero eso no tiene consecuencias». El portavoz del PNV en el Parlamento, Aitor Esteban, dijo que Feijoo «quizás deba ponerse enfrente del espejo cuando le echó en cara a Quintana su presencia en unas fotos con un empresario y, si no, disculparse por aquellas declaraciones».