El PP de Madrid y la vieja guardia pasan factura al líder popular

G. B. Madrid / La Voz

ESPAÑA

24 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni la subida de impuestos, ni el caso Bárcenas, ni el problema catalán. Si hay una cuestión capaz de quebrar la unidad y romper la disciplina interna en las filas del PP, es la política antiterrorista y el respaldo a las víctimas. La presión de los populares en la calle al Gobierno socialista durante el proceso de paz estuvo liderada por la vieja guardia aznarista, aunque Rajoy se sumó a ella, sabedor de que las grandes manifestaciones debilitaban a Zapatero. Pero esa política comienza a pasarle factura al ahora presidente del Gobierno, al que los aznaristas consideran blando en política antiterrorista y complaciente con unos etarras que pretenden dejar la armas sin pedir perdón y sin reconocer su derrota. El malestar de los sectores más duros del PP y de las asociaciones de víctimas con Rajoy se viene gestando con asuntos como el caso Bolinaga o el caso Faisán, sobre los que el Gobierno parece haber perdido interés tras hacer de ellos la punta de lanza de su labor de oposición. Pero ha sido la anulación de la doctrina Parot la que ha hecho estallar esa tensión acumulada.

Aznar arrastra a los duros

El expresidente del Gobierno José María Aznar se adelantó, a través de su fundación FAES, a cuestionar la posición oficial del Ejecutivo asegurando que la anulación de la doctrina Parot forma parte de un plan diseñado por Zapatero. Una manera de presionar a Rajoy para que asuma una tesis que no está dispuesto a asumir, porque debilitaría la actual unidad antiterrorista. Y ayer, fue Esperanza Aguirre, eterna bestia negra de Rajoy, la que trató de cercarlo anunciando que acudirá a una manifestación que se convocó, entre otras cosas, para protestar por la rapidez con la que el Gobierno ha acatado la sentencia de Estrasburgo. Aguirre ha arrastrado con ella a todo el PP de Madrid, encabezado por el presidente de la Comunidad, Ignacio González, muy dolido con Rajoy por el maltrato presupuestario a esta autonomía.

Pero no es solo el PP de Madrid. La alcaldesa de la capital, Ana Botella pertenece a esta agrupación, pero sus relaciones con Aguirre no son buenas. Su anuncio de que también acudirá a la manifestación entronca más bien con las posiciones de su marido, José María Aznar, y de otros representantes del sector del PP más duro contra ETA, como Mayor Oreja o la exlíder del PP vasco María San Gil, que aún no se ha pronunciado, pero están muy ligados a la AVT.