
El desafío de la consulta independentista de Artur Mas es una «estrategia de destrucción» del pacto de convivencia que supone la Constitución
17 dic 2013 . Actualizado a las 09:38 h.José María Aznar nunca defrauda. El expresidente aseguró ayer que el desafío de la consulta independentista de Artur Mas es una «estrategia de destrucción» del pacto de convivencia que supone la Constitución como lo fue el terrorismo de ETA, «ciertamente distinta», pero igualmente «frontal e ilegal». Explicó que «no impugna solo las reglas básicas de la organización territorial del Estado, su fundamento en la soberanía nacional y en la ciudadanía, aspira a destruir una historia vivida en común, celebra el desgarro y se recrea en el desastre como propuesta de futuro». Ante este órdago, «en lo que tiene de ilegal, el Estado de derecho debe reaccionar con eficacia y de manera proporcionada a la gravedad del desafío, que es mucha». A ese respeto, Aznar quiso expresar su respaldo al Gobierno, que «se enfrenta a esta pretensión disgregadora, antidemocrática e inconstitucional». Pero dejó un mensaje a Mariano Rajoy: «En lo que significa de proceso de ruptura social y política, es el liderazgo democrático el que debe ofrecer impulso, integrar y articular voluntades, revertir la espiral del silencio, apoyar la expresión plural de la sociedad catalana». Para Aznar, «no está en juego un proyecto político partidista sino la integridad de la nación y su continuidad histórica y democrática». Señaló que «España no se va a romper, pero la sociedad catalana ya acusa fisuras muy preocupantes». Aznar se manifestó así en la clausura en Granada del VIII Seminario de Derechos Humanos Por una final de ETA sin impunidad: la sentencia de Estrasburgo y sus efectos. Afirmó que «la ley debe ser un instrumento objetivo, pero no neutral; debe aplicarse con todas las garantías exigibles, pero no con indiferencia».