El Partido Popular catalán endurece su discurso tras el órdago de Mas sobre la consulta

antonio montilla MADRID / COLPISA

ESPAÑA

23 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El PP aparca la diplomacia en Cataluña. El órdago de Artur Mas, que la semana pasada anunció la fecha y el contenido de la pregunta del referendo de autodeterminación, supone un punto de inflexión en la estrategia de Alicia Sánchez-Camacho, presidenta de los populares catalanes. Su formación pasa a una confrontación abierta con CiU y ERC.

Los populares elevaron al máximo órgano consultivo de la Generalitat el proyecto de Presupuestos para el 2014 al entender que podrían «vulnerar claramente» la Constitución española y el Estatut. Los populares, con esta acción, solo logran paralizar las cuentas regionales durante un mes, porque su aprobación está garantizada con los votos de CiU y ERC.

No se trata de un salto al vacío. La estrategia cuenta con el visto bueno de la dirección nacional del PP, que opta por acciones más contundentes ante el fracaso del frente constitucionalista que quiso formar con el PSC, Unió y Ciutadans. Además, el tono del partido que preside Albert Rivera gana adeptos entre el electorado españolista, único granero del PP en Cataluña. Rajoy, de momento, se limita a prometer que dicha consulta no se celebrará, pero guarda silencio sobre las armas legales que piensa aplicar.

Sánchez-Camacho, a por todas

Sánchez-Camacho va a por todas. Defiende que el artículo 155 de la Constitución no establece que se deba suspender la autonomía, sino hacer cumplir las leyes. Eso supondría que antes de intervenir la Generalitat caben otras decisiones. Citó la inhabilitación del presidente y de los consejeros que vulneren lo dictaminado por el Tribunal Constitucional, lo que provocaría un cambio de Gobierno sin menoscabar la autonomía.

Pero la número uno de los populares catalanes, cansada de que los impulsores del referendo pongan como ejemplo la decisión de Londres sobre Escocia, emplea la historia reciente contra ese argumento: «Gran Bretaña suspendió en varias ocasiones una autonomía, la del Úlster (Irlanda del Norte) de manera pacífica y no ocurrió nada y aquí se menciona esa posibilidad y se habla del gran bache antidemocrático».