Los grandes retos del inicio del reinado de Felipe VI

La Voz LA VOZ | DPA

ESPAÑA

VINCENT WEST

La reactivación judicial del caso Noos, la crisis económica, el proceso independentista de Cataluña o la demanda republicana de algunos sectores de la sociedad serán un desafío para el arranque del nuevo monarca

05 jun 2014 . Actualizado a las 11:35 h.

Cuando el Parlamento proclame rey a Felipe de Borbón dentro de dos semanas, el segundo monarca de la España democrática iniciará una travesía llena de dificultades, al menos en los primeros momentos.

Felipe VI comenzará a reinar con la Corona española sumida en una crisis sin precedentes, con su valoración hundida en las encuestas.

Caso Urdangarín

El inicio del reinado de Felipe VI coincidirá con la reactivación judicial del caso de corrupción que se sitúa en el origen de la crisis de imagen de la Corona. El juez que lo instruye tiene que decidir en pocas semanas la suerte procesal de Iñaki Urdangarin y de la infanta Cristina, ambos imputados.

Pocos dudan de que el cuñado del nuevo rey tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados en el marco del mayor escándalo que ha sacudido a la familia real española, pero el destino judicial de la hermana del nuevo monarca está menos claro.

En cualquier caso, aunque la infanta Cristina no sea procesada finalmente, la reactivación del caso y el propio juicio colocarán a la Corona española en una etapa de gran exposición pública.

Felipe y la aún princesa Letizia se cuidaron hasta ahora mucho en este caso, evitando toda fotografía junto a Urdangarin y Cristina y rompiendo la relación con ellos. Pero seguramente no podrán evitar que repercuta en la imagen de la Corona.

«La circunstancia de Felipe es difícil, pero más lo era la de su padre», decía esta semana el ex presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, recordando los tiempos de la transición de la dictadura a la democracia en los que Juan Carlos subió al trono.

Un contexto de profunda crisis económica

En lo que se refiere a la situación del país en el que va a reinar, Felipe VI se enfrenta también a un momento de turbulencias.

Aunque hay ya señales de recuperación tímida, la crisis económica que vive el país desde hace seis años continúa. Y el desempleo, una de sus peores caras, se mantiene en torno al 26 %.

«La larga y profunda crisis económica que padecemos ha dejado serias cicatrices en el tejido social pero también nos está señalando un camino de futuro cargado de esperanza», declaraba el rey Juan Carlos el lunes, al explicar por televisión su renuncia.

Los partidos políticos viven su propia crisis, cercenados por la corrupción y por la mala gestión de sus dirigentes. La hegemonía de los dos grandes se ve por primera vez amenazada, como demostraron las elecciones europeas en las que el PP y el PSOE cayeron estrepitosamente pese a conservar la primera y la segunda posición.

Los ciudadanos están retirando el voto a quienes gobernaron en la crisis económica para dárselo a formaciones más pequeñas que prometen luchar por cambios en el sistema.

La corrupción se mantiene como segunda preocupación de los españoles, tras el desempleo y por delante de los problemas económicos. Salpica también a los sindicatos.

La independencia de Cataluña

En el plano territorial, el país sufre la amenaza del proceso independentista en Cataluña, que se expondrá a su particular referéndum, sin contar con el permiso del Gobierno central, el próximo 9 de noviembre.

«Estos difíciles años nos han permitido hacer un balance autocrítico de nuestros errores y de nuestras limitaciones como sociedad», decía Juan Carlos el lunes. Con su abdicación le toca a Felipe enfrentarse a esa situación.

El descontento de los republicanos

Pocas horas después de que Juan Carlos anunciara que abdicaba, un grupo de ciudadanos decidió convocar concentraciones republicanas en las ciudades españolas. Pero no solo el descontento de estos ciudadanos planea sobre la sombra del nuevo rey. Las opciones políticas que defienden este modelo de estado -que consiguieron cierta presencia en las últimas elecciones europeas- también han conseguido cierta notoriedad dentro del actual sistema.