Sánchez acepta negociar con el PP la reforma electoral tras los comicios

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Arenas contesta al líder del PSOE que no tiene ninguna justificación demorarla

05 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Por consenso y fuera del período electoral. Así es cómo Pedro Sánchez considera que debe abordarse la reforma electoral para cambiar el sistema de elección de los alcaldes. El secretario general del PSOE ofreció ayer al PP abrir un diálogo sobre «cualquier reforma electoral», pero solo después de que se celebren las elecciones municipales y autonómicas de mayo del año próximo. «El 26 de mayo estaré dispuesto a abrir ese período de reflexión, de diálogo y de negociación para modificar lo que haya que modificar en la ley electoral, pero una vez pasadas las elecciones», manifestó Sánchez.

El líder socialista ha pasado de la negativa rotunda a negociar la elección directa de los alcaldes, que expresó tras su reunión con Mariano Rajoy a finales de julio, a dejarlo para más adelante.

No es eso lo que quiere el Gobierno, que pretende cambiar el sistema de elección de los alcaldes para primar a la lista más votada de inmediato, con el objetivo de que entre en vigor ya en la próxima cita con las urnas. Sánchez acusó a los populares de «identificar la regeneración democrática con resolver sus problemas internos y sus miedos electorales» y señaló que plantear un cambio de las reglas meses antes de las elecciones no demuestra voluntad de llegar a acuerdos sobre la regeneración democrática.

El PSOE llevó en su programa electoral del 2004 una propuesta similar a la que podría plantear el Gobierno en las reuniones sobre «regeneración democrática» que, a partir del lunes, mantendrá con los portavoces parlamentarios: «La elección directa de los alcaldes, en votación diferente pero simultánea a la de los concejales, en un sistema de doble vuelta que refuerce la gobernabilidad de los ayuntamientos y en el que se reconozca el derecho de sufragio a todos los que residan legalmente en España». Una reforma a la que José Luis Rodríguez Zapatero renunció.

El vicesecretario general de política autonómica y local del PP, Javier Arenas, pidió a Sánchez que «guarde cierta coherencia» respecto a la reforma electoral y señaló que no tiene ninguna justificación demorarla hasta después de los comicios de mayo. El dirigente popular recordó que los socialistas andaluces abordaron poco antes de las elecciones autonómicas una reforma «en solitario y unilateral que echaba a todos los alcaldes del Parlamento y lo hizo dos meses antes».

«Yo le pregunto al secretario general del PSOE si los alcaldes del PSOE que han ganado las elecciones entienden la reforma electoral del PP, porque tengo la impresión de que la comparten los alcaldes de cualquier partido que ganan elecciones mientras que están en contra los alcaldes de cualquier partido que las pierden», afirmó.

Extenderlo a las autonómicas

Otros destacados dirigentes del PP salieron ayer a defender que se aplique la reforma electoral ya en las municipales. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, defendió la elección directa de alcaldes porque favorece la estabilidad de los gobiernos y dificulta el transfuguismo. Además, volvió a plantear la reducción del número de diputados autonómicos. Y señaló que resulta paradójico que se diga que es «un fraude democrático que gobierne quien ha obtenido una gran mayoría elegida libremente por los ciudadanos» y se considere «el colmo de la legitimidad democrática que se deba estar a lo que una minoría que ha ocupado un espacio público o ha convocado una manifestación, incluso de manera ilegal, defienda en sus pancartas».

El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, del PP, consideró «absolutamente democrático» que la reforma para la elección directa de alcaldes incluya también a las comunidades autónomas. Recordó que ya había defendido esta postura, «incluso, antes de que la propusiese el Gobierno de Mariano Rajoy». El día anterior, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se pronunció en el mismo sentido, como ya había hecho también el ministro de Industria, José Manuel Soria.