El Poder Judicial se compromete ante el rey a impedir que Cataluña se salte la ley

melchor sáiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Torres-Dulce reclama más medios para la lucha contra la corrupción

11 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No hubo una sola mención directa a Cataluña, pero el desafío independentista y el referendo del 9 de noviembre marcaron el solemne acto de apertura del año judicial, el primero que preside Felipe VI. En el Tribunal Supremo los discursos estuvieron plagados de referencias a la consulta de Artur Mas. Hubo advertencias al presidente catalán en los mensajes, pero también en los corrillos informales. El Poder Judicial, ante el rey, prometió «impedir» que Cataluña se salte la ley.

El aviso más rotundo salió de la boca del máximo responsable de la judicatura, Carlos Lesmes. El presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, que también debutaba en un acto de apertura de curso, hizo un cerrado elogio de la «lealtad institucional» y el «respeto al Estado de derecho» que debe regir la actuación de todos los funcionarios públicos. Unos «valores», dijo, que la judicatura se «compromete a defender» para «impedir el cambio unilateral de la reglas del juego que han de regir nuestra convivencia».

«Solo desde la observancia del derecho y mediante el correcto funcionamiento de las instituciones encargadas de preservar sus mandatos en la unidad, pero con respecto a la diversidad, será posible la convivencia pacífica y la prosperidad de los españoles», advirtió ante los principales poderes del Estado. En tono casi de juramento, Lesmes insistió en que los jueces «renovamos nuestro compromiso con la defensa del Estado de derecho» y la «Justicia independiente». Dos «instrumentos» que, según Lesmes, pueden resolver todas las «controversias», siempre asegurando el «respeto a la Constitución y la ley por parte de los poderes públicos».

Críticas a las reformas

El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, apeló a la Constitución como garante de que en España «todas las personas tienen cabida». Y aprovechó para reclamar más medios en la lucha contra la corrupción pública, política y financiera, ya que la respuesta judicial es «en exceso lenta y a veces desigual».

El discurso del fiscal general del Estado fue crítico con algunas reformas judiciales del Gobierno y reivindicativo en la lucha contra la corrupción, ya que, además de la necesidad de disponer de más medios para combatirla, planteó la conveniencia de atajarla en su origen, en el uso y control de los fondos públicos.

Fuera, un grupo de medio centenar de funcionarios de la Administración de Justicia recibieron al rey con abucheos, pitidos y gritos contra el ministro de Justicia por su ley de tasas y los recortes y sus voces terminaron colándose en la Sala de Plenos del Supremo donde se celebraba la apertura del año judicial.