Artur Mas, sobre el 9-N: «Votaremos seguro, otra cosa es en qué condiciones»

EUROPA PRESS

ESPAÑA

Su objetivo es que la votación tenga todas las garantías democráticas para que nadie pueda cuestionar la legitimidad del resultado

12 sep 2014 . Actualizado a las 17:31 h.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha expresado este viernes su pleno convencimiento de que en el próximo 9 de noviembre los catalanes podrán participar en una consulta soberanista: «Votaremos seguro, otra cosa es en qué condiciones se podrá hacer» porque hay cosas que no dependen del Govern.

En una entrevista de la emisora Rac1, Mas ha dicho que su objetivo es que la votación tenga todas las garantías democráticas para que nadie pueda cuestionar la legitimidad del resultado, aunque no ha querido desvelar algunas de las incógnitas que hay sobre la mesa, por ejemplo, cómo actuará si un Ayuntamiento no quiere colaborar a nivel logístico. En el caso de que «las condiciones de la convocatoria de la consulta quedasen alteradas por la actuación de otros», Mas ha reiterado que consensuará qué respuesta hay que dar con todos los partidos que apoyan la consulta: CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP.

Por ahora, no prevé revelar qué hará el Govern ante estas eventuales dificultades que se pongan a la convocatoria: «Cuando nos vayamos encontrando -con problemas-, ustedes verán soluciones. Todo está pensado». Mas ha dicho que puede darse el caso de que «las condiciones de la convocatoria de la consulta quedasen alteradas por la actuación de los otros», en relación al Estado, aunque también ha asegurado que podría darse la circunstancia de tras un eventual recurso del Gobierno central ante el TC, luego el Alto Tribunal levantase la suspensión de la consulta.

En ese sentido, Mas ha dicho que su apuesta es que la consulta del 9N cuente con todas las garantías, y también ha destacado que en la hoja de ruta soberanista, «el Estado es un actor de esta película», pero ha dicho que aunque el Gobierno central diga no a todo, no puede evitar las ansias de los catalanes de poder votar. Su estrategia pasa por dos ejes: preservar la unidad con los partidos catalanes y garantizar que la consulta sea legítima, por lo que debe contar con todas las garantías democráticas «para que tenga validez» y la votación no pueda ser cuestionada ni en el resto de España ni por parte de las instituciones internacionales.

La Diada y la masiva movilización en la Diagonal y la Gran Vía de les Cortes Catalanes refuerzan la hoja soberanista, ha dicho, y que pasa por aprobar en el próximo viernes 19 la nueva ley de consultas en el Parlament y firmar «en los días siguientes» el decreto de convocatoria de la votación, cuyo dispositivo tiene totalmente preparado la Generalitat. También ha recalcado que la consulta será consultiva, que tendrá vinculación política pero no jurídica, y que una eventual declaración de independencia no llegaría en los días posteriores de la consulta: «El 12-N no estará todo resuelto».

Salud del presidente

Mas ha dicho que está bien de salud, aunque ha reconocido que días atrás se hizo varias pruebas preventivas: «Yo mismo quería saber las condiciones de mi salud», ha resaltado. El presidente catalán ha enmarcado estos controles en la rutina y ha admitido que los hizo porque ahora le viene un periodo «de presión muy grande», en alusión a cómo evoluciona el debate soberanista.

Jordi Pujol, «tocado»

Artur Mas, ha afirmado hoy que el expresident Jordi Pujol está «muy tocado» porque se ha puesto en cuestión su «capital político», y ha constatado que este caso no ha afectado a la multitudinaria movilización de la Vía Catalana, ni «frena» el proceso soberanista. Preguntado sobre cómo se encuentra Jordi Pujol, el presidente catalán ha contestado: «¿cómo quiere que esté?, está muy tocado», porque «lo que más le debía importar era su capital político (...), su nombre, y que este capital político esté cuestionado es una cosa que toca mucho a una persona».

Según Mas, las movilizaciones de ayer -en las que no participó el expresidente a diferencia del año pasado- evidenciaron que el caso Pujol no ha tenido repercusiones en un proceso soberanista que ni «resquebraja» ni «frena». «Una persona puede ser muy importante, pero es una persona y no puede condicionar a un país, y ayer se demostró que la gente no está dispuesta a que un tema como el de Pujol pase por delante de las perspectivas del país«, ha razonado el jefe del ejecutivo catalán. Mas ha criticado la actitud del Gobierno del PP ante el caso Pujol que utiliza para intentar «desprestigiar»: «nosotros, como sociedad, seguramente tampoco podemos dar lecciones, pero tampoco ser aleccionados», ha aseverado Mas, tras recordar que los populares tienen casos de presuntas irregularidades.