La policía cree que el grueso de los fondos procedían de paraísos fiscales
25 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Oleguer Pujol adquirió entre el 23 de noviembre del 2007 y el 28 de marzo del 2012 inmuebles valorados en 2.444 millones de euros. Lo hizo a través de empresas creadas unos pocos días antes de la transacción y en las que casi siempre era el administrador único. La procedencia del dinero es un misterio para la policía, que, sin embargo, ve poco factible que proceda de los fondos de la familia Pujol-Ferrusola. Los investigadores más bien ven «razonable» pensar que sean fondos de inversores asentados en paraísos fiscales, a los que el hijo menor del presidente catalán se ofrecía para lavar sus capitales.
La Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional se enfrenta a una montaña de documentación incautada el jueves en las viviendas y oficinas en Madrid, Barcelona, Valencia y Melilla del menor de los siete hijos del expresidente de la Generalitat. Unos datos que ahora deberá cotejar y analizar, labor que puede demorarse semanas o meses, y que aplazará la declaración de Oleguer Pujol ante el juez Santiago Pedraz.
Una de las primeras operaciones que estudiarán los especialistas será la frenética carrera inmobiliaria del benjamín de los Pujol-Ferrusola en solo cinco años. A través de Ursus Alfa, Step Negocios, Samos Servicios y Gestiones, Tres Forcas Capital y Servifonia Plus compró en el 2007 la red de oficinas del Banco Santander por 2.012 millones de euros, aunque otras fuentes elevan esta transacción hasta los 2.177 millones; tres edificios de Prisa Inmobiliaria por 268 millones; un centenar de sucursales de Bankia por 118 millones; terrenos militares en Melilla por 15,6 millones que enseguida revendió con una ganancia de 13 millones; inmuebles en Huelva, Sevilla y Palma por 30 millones; y otros. En total, 2.447 millones de euros en operaciones que la UDEF tilda de «sospechosas».
La empresa madre de Oleguer Pujol y su socio Luis Iglesias es Mare Nostrum Capital Managers, domiciliada en el paraíso fiscal de Guernesey, una isla británica del canal de la Mancha. A partir de ella, tejieron una red de sociedades pantalla para sus negocios inmobiliarios. Un detalle que enseguida llamó la atención de los investigadores porque «no parece congruente» emplear tal cantidad de empresas «para gestionar un solo fondo inmobiliario, a no ser de que exista un ánimo oculto de dificultar el contenido exacto de las operaciones y diluirlo en multitud de empresas».
La elección del negocio inmobiliario no es un asunto baladí porque, según apunta la UDEF, es «el mejor vehículo» para ocultar el dinero porque la red empresarial hace «imposible el seguimiento» y dificulta detectar «la reintroducción de este en el mercado». La policía sí tiene claro que el dinero de los negocios no procede de los bienes declarados por Oleguer Pujol: tres empresas «de no mucho valor». Otra cosa, dicen, es el indeterminado patrimonio familiar producto de comisiones que puedan tener en paraísos fiscales.
Paraísos fiscales
La UDEF, sin embargo, se inclina por creer que «la mayor parte de los fondos gestionados» son de «clientes residentes en paraísos fiscales». En el informe policial se dejan varias preguntas sin respuesta: «¿De quién es el capital? ¿Cómo se aporta? ¿Quién lo aporta? ¿De dónde procede?».
Los expertos valoran que «en la mayoría de los casos» de compras de inmuebles es el hijo menor de Pujol «quien realiza la operación». Lo hace, prosigue el informe, a través de «una empresa creada o adquirida días antes, o sin actividad, a través de persona interpuesta». Una vez efectuada la compra masiva de bienes inmobiliarios entre el 2007 y el 2012, Oleguer Pujol empieza a desentenderse del negocio. No queda claro si quiere alejarse después de acogerse a la amnistía fiscal del 2012, en la que regularizó tres millones, o es que empezaba a sentir que se acercaba la investigación policial.