Críticas en España y Cuba a Margallo por evitar a la disidencia

redacción / la voz

ESPAÑA

Mantuvo en La Habana una reunión con empresarios y tiene previsto verse con Castro

25 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El viaje a La Habana del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha causado malestar en exiliados cubanos en España y en la oposición interna al régimen castrista. Los primeros, integrantes de la plataforma Cuba Democracia !Ya!, se manifestaron ayer ante la sede del PP en Madrid para demostrar su descontento y entregaron en el registro del partido una carta dirigida al presidente Mariano Rajoy.

En la misiva aseguran que «con cada política de acercamiento con el castrismo, España siempre termina perdiendo» y añaden que «les gustaría comprender por qué en el pasado [los populares] criticaron a José Luis Rodríguez Zapatero si hoy están haciendo lo mismo que él o peor».

«Nos sentimos traicionados», afirmó el presidente de honor de la plataforma Cuba Democracia ¡Ya!, Rigoberto Carceller. El PP «nos manipuló para que nos peleáramos con el Gobierno anterior» y «todo lo que nos prometieron, todo era mentira», dice.

Pero también en La Habana, donde ayer Margallo se reunió con empresarios españoles, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, reclamó que el ministro recibiese a miembros de la oposición, mujeres de la asociación que preside y otros miembros de la sociedad civil.

«Especialmente desearía que pudiera reunirse con los presos que fueron encarcelados en la Primavera Negra del 2003, que aún están en Cuba, y a quienes el Gobierno cubano niega el derecho a viajar», resaltó Soler. Y es que el grupo no entiende por qué no son atendidas por el representante español y, sin embargo, lo fueron en Madrid.

García-Margallo es el primer ministro del Gobierno de Rajoy que visita la isla y su viaje es el primero de un jefe de la diplomacia española desde el 2010, cuando acudió el socialista Miguel Ángel Moratinos. Para encontrar otra estancia de un ministro español en Cuba hay que remontarse a Abel Matutes (PP) en 1998. Este se reunió con familiares de presos de conciencia por los que se había interesado el Papa y la UE, y aprovechó para preparar la «histórica» visita que los reyes Juan Carlos y Sofía realizaron unos meses después.

Matutes y la normalización

En aquella ocasión, Matutes aseguró con firmeza que su visita cerraba «el ciclo de la normalización de relaciones entre España y Cuba» y abría «una nueva etapa».

Pese a los gestos de uno y otro lado -hasta Fidel Castro esperó a los reyes en el aeropuerto-, lo cierto es que la política de José María Aznar hacia Cuba se basó en la denominada Posición Común, un decisión que propuso y logró de la UE consistente en un endurecimiento de las condiciones para entablar relaciones con la isla, que pasaba por el respeto a los derechos humanos y al desarrollo de las libertades democráticas.

Desde entonces, el ministro Josep Piqué (2000-2002) y la ministra Ana Palacio (2002-2004) aplicaron políticas de distanciamiento. Piqué se reunió con directivos de la anticastrista Fundación Nacional Cubano Americana en Miami, lo que le valió que su homólogo de La Habana, Felipe Pérez Roque, dijese que era como si se celebrase «una reunión del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba con los integrantes de un comando de ETA». Luego llegó la guerra del canapé (Cuba ninguneaba a los diplomáticos cuyas embajadas invitaban a los disidentes a festejos en sus sedes) en respuesta a las sanciones por el encarcelamiento de 75 disidentes en el 2003.

Ahora, el giro que se entrevé en la política del PP respeto a Cuba con la visita de Margallo y el malestar por ignorar a la oposición ha obligado al partido a insistir, por boca de Carlos Floriano, de que la «guía» en la acción política del Gobierno de Rajoy, pero también del partido, será siempre la búsqueda de la democratización de la isla y la defensa de los derechos humanos.

Un Carceller dolido recordaba momentos antes que Margallo nada más asumir como ministro dijo que no iría «nunca» a Cuba si no podía ver al Gobierno y a la oposición. Está previsto que Margallo se reúna con el presidente Raúl Castro.