Rajoy: «Los planes de Mas son 18 meses de viaje a ninguna parte»

Agencias

ESPAÑA

Toni Albir | EFE

En su esperada visita a Barcelona, ha acusado al president de la Generalitat de haber «ignorado» a dos de cada tres catalanes

29 nov 2014 . Actualizado a las 17:31 h.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido hoy de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no tiene derecho a hablar «en nombre de toda Cataluña», y le ha acusado de «ignorar» a «dos de cada tres catalanes». «Nadie tiene derecho a hablar en nombre de toda Cataluña, y menos que nadie un gobernante que ha decidido ignorar a dos de cada tres catalanes, ese menos que nadie», ha advertido Rajoy.

En su discurso de clausura de las jornadas de buen gobierno en los ayuntamientos que celebra el PP, en su primera visita a Cataluña tras la consulta del 9 de noviembre, Rajoy ha insistido en que conoce esta comunidad y puede por eso opinar de lo que le conviene, que es lo que ha ido a hacer a Barcelona

«Me preocupo y me ocupo de los problemas de los catalanes», ha dicho entre aplausos al iniciar su discurso de clausura de unas jornadas del PP en Barcelona, mientas ha contabilizado ante los asistentes sus propias visitas a Cataluña, para rebatir a quienes le reprochan sus ausencias en la comunidad.

Ha elogiado en concreto el trabajo de la líder del PP catalán frente al proceso soberanista: «Especialmente a ti, Alicia, que siempre has estado a la altura, aguantando muchas cosas, muchísimas. Has defendido los planteamientos de una gran mayoría de catalanes».

Las jornadas municipalistas celebradas en Barcelona este fin de semana y que Rajoy clausura este sábado también han servido precisamente para que la dirección del PP haya agasajado al PP catalán, después de que entre los populares catalanes cundiera cierto malestar por que finalmente se pudiera celebrar el proceso participativo del 9N aunque Rajoy había prometido que no se iba a votar.

En el acto que el PP catalán celebró el mismo 9N en Barcelona, se multiplicaron los corrillos de dirigentes comentando la jornada y, según varias fuentes populares, hubo quienes aseguraron que se sentían «abandonados» por el Ejecutivo central por no haber impedido que se celebrase el proceso participativo.

«Son los tiempos de las ocurrencias»

Rajoy ha defendidoel ejercicio de la política desde la «moderación» y el «sentido común», y con «prudencia» frente a quienes apuestan por el «populismo» y la «demagogia». En su discurso ha admitido que es tiempo de «mucha confusión» y «mucho ruido», y en el que «resulta muy fácil apuntarse al coro de los airados, los frívolos y los extremistas».

Igualmente ha lamentado que estos «son los tiempos de las ocurrencias» y de las «soluciones fáciles o milagrosas a problemas que son muy difíciles», y por eso ha insistido en que hay que tener «coraje y valentía» para hacer política desde la moderación y el sentido común.

Aunque no ha citado explícitamente a Podemos, el jefe del Ejecutivo ha contrapuesto su política «esforzada» y «coherente», la «política de la gestión en las instituciones» frente a la de «los platós de televisión».

También ha subrayado que «todo el mundo reconoce fuera de España» el esfuerzo y las reformas que ha hecho el Gobierno para salir de la crisis, algo que también saben quienes, ha dicho, son «incapaces de mirar la realidad sin los anteojeras de su sectarismo».

Reproches para el PSOE

Ha tenido Rajoy asimismo en su discurso duros reproches para el PSOE, cuando ha criticado a «quienes buscan el aplauso fácil diciéndole a cada uno lo que quiere oír para desdecirse al minuto».

«Cómo se puede pactar una reforma de la Constitución con alguien que dos años después dice exactamente lo contrario, qué credibilidad hay para pedir eso», se ha preguntado en alusión a la propuesta del líder del PSOE, Pedro Sánchez, de modificar la reforma del artículo 135 de la Carta Magna, relativo a la estabilidad presupuestaria, que socialistas y populares pactaron en 2011.

Y ha lamentado que los socialistas no hayan apoyado al Gobierno ni con las medidas anticorrupción ni en Europa, cuando se opusieron a la designación de Miguel Arias Cañete como comisario, mientras el PP siempre ha apoyado a todos los españoles que iban a ocupar una cartera en la Comisión, fuesen del partido que fuesen.

«No se obtienen apoyos populares haciéndose el simpático», ha insistido Rajoy, quien ha defendido la «política del contenido», la frente a la del «eslogan», y la que apuesta por los pactos y la concordia «y no la ira».

«Un fracaso en toda regla»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que el proceso participativo del 9N fracasó, de manera que «si Mas pretendía presentar una Cataluña independentista ha fracaso en toda regla».

«No ha hecho más que huir hacia delante, y continúa», ha dicho sobre Mas al clausurar unas jornadas del PP en Barcelona, ha constatado que el 9 de noviembre «más de dos de cada tres rechazaron participar en ese simulacro».

Ha preguntado a Mas «cómo se atreve a hablar en nombre de Cataluña al pregonar la independencia» si la mayoría no le ha seguido el 9N, ha dicho.

También ha destacado que el proceso participativo del 9 de noviembre se hizo «sin censo, sin garantías y bajo una escandalosa parcialidad».

Frente a eso y a todo el proceso, el presidente ha defendido su actitud: «Los delirios se calman con tranquilidad, no con más alborotos», y ha dicho que hubo una operación de propaganda del 9N que se vino abajo.

Ha constatado que, mientras tanto, su gobierno ha defendido la igualdad y solidaridad de los españoles, también ante el TC, y ha recordado que el tribunal le dio la razón por unanimidad tres veces: ante la declaración de soberanía, ante la Ley de Consultas y la convocatoria de consulta, y ante el 9N tal como se convocó finalmente.

«Además, hemos atendido las necesidades y preocupaciones de los catalanes, que son muchas», mientras la Generalitat ha mirado a otro lado ante esos problemas, según ha dicho el también líder del PP.

«La casa sin barrer»

Sobre los nuevos planes del presidente de la Generalitat, Rajoy los ha considerado «dieciocho meses más de viaje a ninguna parte» que se suman a los cincuenta meses anteriores, y ha dicho que «nunca en la historia» un gobernante «había perdido tanto el tiempo y se lo había hecho perder a los ciudadanos» ni había provocado «tanta confusión y tanta inestabilidad».

Y ha censurado las pretensiones de Mas de convocar unas elecciones plebiscitarias y concurrir con una lista única que apoye la independencia.

«Cataluña no puede ser porque no lo ha sido nunca un país de listas únicas, partidos únicos y políticas únicas al servicio de una sola causa. Por favor, un poco de respeto a Cataluña», ha dicho.

En un discurso de más de cincuenta minutos que según ha asegurado no era «improvisado», aunque ha admitido que no iba a decir nada que «no haya dicho antes», Mariano Rajoy ha relatado su propia hoja de ruta, lo que él piensa hacer, que según ha dicho es «mantener la estabilidad política», continuar con las reformas y con el ejercicio del «gobierno responsable».

«Los delirios se cambian con tranquilidad y no con más alborotos», ha añadido Rajoy, quien ha insistido en prometer que el Ejecutivo seguirá como hasta ahora «colaborando con todas las administraciones públicas para atender los problemas reales» de los ciudadanos.

Ante los militantes catalanes de su partido, Rajoy, que ha cifrado las veces que él y algunos de sus ministros han estado en Cataluña durante la legislatura, ha agradecido la labor del PPC y de su presidenta, Alícia Sánchez-Camacho, por haber defendido los planteamientos de una «gran mayoría de catalanes» y haberlo hecho con la «valentía que otros no han tenido».