La infanta hará un último intento de evitar el juicio con un inusual recurso

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Atribuye al juez una interpretación errónea y excepcional de la doctrina Botín

30 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El juez José Castro dejó claro la pasada semana que contra su auto de apertura de juicio oral del caso Nóos, y por ende contra su decisión de sentar en el banquillo a la infanta, no cabía recurso alguno, pero la hermana del rey y sus abogados no están dispuestos a tirar la toalla hasta el final y ultiman ya una maniobra procesal tan heterodoxa como desesperada. El último cartucho del equipo jurídico de Miquel Roca será plantear una suerte de recurso encubierto de apelación contra el auto de apertura, pero sin entrar en el fondo de la decisión de llevar a juicio a Cristina de Borbón como «cooperadora necesaria» de los dos delitos fiscales de su marido, sino contra la decisión de Castro de dar «legitimidad» a Manos Limpias para llevar al banquillo a la duquesa sin el apoyo de la Fiscalía Anticorrupción y de la Abogacía del Estado. O sea, de nuevo invocar la doctrina Botín, según la cual no es posible enjuiciar a nadie por delito fiscal si las víctimas de ese ilícito -la Fiscalía como defensora del interés general y la Abogacía como defensora de Hacienda- no se sienten agraviadas.

Según fuentes del proceso, la intención de Roca y su equipo es presentar ese recurso de forma inminente, en cuestión de días, y, en cualquier caso, antes de que la Audiencia Provincial de Palma fije una fecha para la celebración del juicio por la pieza 25 del caso Palma Arena. La defensa de la infanta cree que con un señalamiento ya encima de la mesa este inusual recurso tendría aún menos visos de prosperar.

Los abogados de la hermana de Felipe VI son totalmente conscientes de que Castro, con toda probabilidad, inadmitirá su recurso sin entrar siquiera a valorarlo, por lo que la maniobra de los letrados pasaría por plantear un escrito de queja por la inadmisión ante la Audiencia, que podría aceptarlo y obligar al juez a entrar en el fondo o directamente rechazarlo por entender que, efectivamente, no cabe recurrir la apertura de juicio, sea cual sea la argumentación.

Como ya hiciera en su escrito de defensa presentado este mismo diciembre, Roca incidirá, una vez más, en que el artículo 782 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que «si el Ministerio Fiscal y el acusador particular solicitan el sobreseimiento de la causa (?) lo acordará el juez». Y todo ello, además de la doctrina del Supremo que libró del banquillo al expresidente del Banco de Santander.

La defensa de Cristina de Borbón ya anunció que veía viable el recurso porque el escrito de Castro no es un «simple auto de apertura de juicio oral más», sino que es una resolución en la que el instructor crea una suerte de nueva doctrina propia, una interpretación personal puesta en marcha ex profeso para sentar a la infanta en el banquillo. Miquel Roca llegó a afirmar hace unos días que el juez Castro ha creado una doctrina «novedosa y excepcional en la historia judicial española» para justificar que Manos Limpias en solitario lleve a la infanta hasta la vista oral.

Y todo ello, sostuvo el letrado catalán, obviando por completo que la doctrina Botín está «muy establecida y muy consolidada». Y en esa línea, el escrito de la defensa de la infanta incidirá en que Castro se ha amparado en los votos particulares «que no resultaron ganadores en la sentencia» del Supremo que generó la doctrina Botín.

«Excepcional»

Los letrados tienen previsto insistir «en la situación grave, sorprendente y excepcional» que supone la interpretación que hace Castro de la ley. Y están dispuestos a llevar este argumento ante la misma audiencia provincial, que el pasado noviembre ya dio luz verde a que el juez sentara a la infanta en el banquillo por dos delitos fiscales, que no por blanqueo, al entender que en el caso Nóos existe un «matiz» que le diferencia del caso Botín. Y es que el juicio oral se va a abrir, se siente o no la infanta en el banquillo, amén del hecho de que en ese juicio sí que se van a enjuiciar con el apoyo de la Fiscalía y de la Abogacía los dos fraudes de Iñaki Urdangarin de los que Cristina de Borbón es presunta «cooperadora necesaria».

Precisamente, esos mismos argumentos que señaló la Audiencia a Castro fue los que usó la pasada semana el instructor para sentar a la infanta y rechazar la doctrina Botín que ahora vuelve a sacar Roca.