Los partidos del grupo mixto lo acusaron de triunfalismo y de autocomplacencia y reclamaron una segunda transición
26 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«Hemos pasado una etapa de una enorme dificultad, vamos levantando cabeza, yo creo que si hacemos las cosas con sensatez y sentido común, España seguirá teniendo muchísimo más futuro que pasado, que no es poco». Con esta frase Mariano Rajoy cerró el debate, convertido en una gran plataforma electoral. El presidente advirtió de que solo si se mantiene su política económica se consolidará la recuperación. De esta forma pedía un segundo mandato para no poner en peligro los logros obtenidos.
«Se abre una esperanza que hace años parecía impensable», señaló. Aseguró que «si hacemos las cosas bien, si actuamos con sensatez, si seguimos con la política de consolidación fiscal y las reformas estructurales, a poco que nos ayude lo que hay fuera, este país podrá crear 500.000 puestos de trabajo al año» y llegar a «las 20 millones de personas que ya estuvieron trabajando en nuestro país». Admitió que la deuda pública es muy elevada y dijo que comenzará a bajar en el 2017. «Eso si se sigue haciendo la política económica actual, claro, si se cambia ya no sé qué puede pasar ni con la deuda, ni con el empleo ni con el crecimiento económico», advirtió.
Negó las acusaciones de triunfalismo y autocomplacencia que le han hecho los demás grupos en las dos jornadas del debate. «Soy realista en lo que voy a decir, creo que puede ir bien y, es más, creo que debe ir bien y creo que va a ir bien», dijo antes de reiterar que la economía crecerá este año «al menos» un 2,4 %.
Rajoy aprovechó su intervención para garantizar la atención de todos los enfermos de hepatitis, con lo que España será «el primer país de Europa que da una solución global a este asunto».
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, advirtió a Rajoy de que «mirando hacia otro lado» no se solucionará «el encaje institucional catalán y vasco» y reclamó una «segunda transición» que reconozca la plurinacionalidad del Estado. También le echó en cara que no trabaje para restañar las heridas de la sociedad vasca tras 30 años de terrorismo, a lo que Rajoy respondió garantizando que mantendrá la dispersión de presos de ETA mientras esta no se disuelva.