Convergència avala la propuesta independentista sin llegar a votarla

C. R. BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

MARTA PÉREZ | EFE

Mas impone el cierre de filas ante el cisma en la cúpula del partido, que decide desobedecer al Constitucional 

03 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En línea con el texto pactado por Junts pel Sí y la CUP, que está pendiente de votación y que dice que el «Parlamento catalán y el proceso de desconexión no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado, en concreto el Constitucional», Convergència amenazó directamente con desobedecer al tribunal, pese a las divergencias internas.

Las negociaciones con los anticapitalistas marcan la agenda y CDC quiso hacer un guiño a la CUP, que le pide gestos inequívocos e irreversibles de ruptura con el resto de España antes de la investidura del presidente de la Generalitat. Tras la reunión de la comisión ejecutiva del partido, la portavoz de la formación nacionalista, Marta Pascal, advirtió de que si el Constitucional suspende la resolución pactada entre Junts pel Sí y la CUP para dar inicio al proceso hacia la república catalana, las fuerzas soberanistas ignorarán el fallo y mantendrán el rumbo hacia la creación del Estado catalán. «Estamos determinados en hacer un acto de obediencia al pueblo catalán. Si el Constitucional suspende la resolución, seguiremos adelante», dijo. El anuncio tenía mucho de gesto de complicidad hacia la CUP, con quien no acaba de cerrar un acuerdo para la investidura de Artur Mas, y también de aviso a Mariano Rajoy de que el proceso no se paralizará por muchos recursos judiciales que se interpongan desde el PP y el Gobierno central.

La filtración la semana pasada de una acalorada discusión entre un grupo de consejeros críticos con el acuerdo con la izquierda radical y el propio Artur Mas durante la reunión del Gobierno autonómico, ha levantado ampollas y Mas, a través de su consejero de la Presidencia, llamó ayer a todo el mundo al orden. Francesc Homs hizo una advertencia interna y anunció una especie de campaña de caza de brujas en el Ejecutivo catalán. Si se descubriera al autor de la filtración, el presidente Mas «tendría que echarlo», lanzó como avisó.

A pesar de que las discrepancias que han trascendido en los últimos días por parte de consejeros como Andreu Mas-Colell, Felip Puig, Santi Vila, Irene Rigau, Joan Jané o Germà Gordó son de calado, tanto Homs como la portavoz de Convergència, Marta Pascal, negaron no solo una crisis interna, sino que ni siquiera reconocieron la existencia de fisuras en el partido como consecuencia de las negociaciones con la CUP. Para la formación, hay un «debate rico», en el que hay «matices», pero nadie, según la portavoz, se atrevió a decir que «no está de acuerdo» con ir de la mano de la CUP, quien insiste por activa y por pasiva que no investirá a Mas. Así, Convergència avaló por unanimidad -aunque no se produjo ninguna votación y a pesar de que los consejeros díscolos estaban en el encuentro- seguir adelante con la estrategia política diseñada junto a la CUP y que se plasmó en la propuesta de resolución de la declaración de inicio del proceso hacia la independencia.