El desafío soberanista encalla con el rechazo definitivo de la CUP a Mas

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Susanna Sáez | Efe

La organización asamblearia quiere seguir negociando con Junts pel Sí cuestiones sociales y soberanistas, y otro candidato a la presidencia

30 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La investidura se le complica a Artur Mas. La CUP celebró ayer en Manresa (Barcelona) un debate con toda su militancia, del que salieron dos ideas que marcarán la política catalana en las próximas semanas: la izquierda radical sigue vetando a Mas como futuro presidente de la Generalitat, pero no se cierra a seguir negociando un jefe del Ejecutivo de consenso.

Los dirigentes de la CUP se pasaron la semana tratando de rebajar la importancia del congreso, afirmando que no se decidiría nada, aunque al final sí se produjo una votación, a mano alzada, que sienta las bases de la postura que mantendrá la dirección en las negociaciones con Junts pel Sí. Esta pasará por cerrar un acuerdo que incluya medidas de plan de choque social, de ruptura y de proceso constituyente y una presidencia diferente a Mas, con independencia de que este ocupara otros puestos en el Gobierno. Esta opción obtuvo 823 votos, la de ir directamente a elecciones recibió 576, mientras que la posibilidad de que la CUP apoye la investidura del actual jefe del Ejecutivo autónomo se quedó en 474, de los 1.200 militantes presentes. «Junts pel Sí no se ha movido, la opción que más adhesiones ha generado es la de buscar una presidencia alternativa a Mas», apuntó el diputado Benet Salellas.

Todas las opciones, rechazadas

Los anticapitalistas han propuesto en los dos últimos meses varias opciones de consenso a Junts pel Sí, como Raül Romeva, Neus Munté, Oriol Junqueras o Carles Viver Pi Sunyer, pero todas han sido rechazadas por la confluencia de CDC y ERC, que a día de hoy no contempla otra opción que el líder nacionalista.

Mas sí, Mas no, sigue siendo el principal escollo en las conversaciones entre Junts pel Sí y la CUP y la causa de por qué dos meses después de las elecciones, y a pesar de que el Parlamento autonómico aprobó el día 9 una declaración independentista de ruptura, no hay Gobierno ni presidente en Cataluña (solo en funciones).

Artur Mas quería cerrar su investidura para antes del inicio de la campaña electoral de las generales, pero la firmeza de la CUP hace presagiar que la negociación se prolongará hasta después de los comicios al Congreso.

Junts pel Sí ha sido hasta hoy granítica en la defensa se su candidato, pero corre el riesgo de que el panorama cambie si el resultado electoral de su partido es malo y se ve superado por Esquerra. En ese supuesto, contemplado por todas las encuestas, ERC asumiría el liderazgo del proceso y no es descartable que empezara a moverle la silla a Mas para desbloquear las conversaciones con la CUP.

Cesiones insuficientes

La diputada Anna Gabriel insistió en que la izquierda radical «no piensa» en elecciones y si se llega a este extremo, en marzo, será «por culpa» de Junts pel Sí, que no mueve ficha. El ex parlamentario, David Fernández, añadió que la CUP «no fallará nunca a la libertad política del pueblo». De momento, las cesiones de Mas no han sido suficientes.

Durán i Lleida: sí a pactar con el PP

El candidato de Unió en las próximas generales, Josep Antoni Durán i Lleida, afirma que su formación «está dispuesta a entrar en un Gobierno de coalición con el PP». En una entrevista en el diario «La Razón», considera que «si al PP le faltan 30 o 40 diputados, tiene que haber un Gobierno de coalición, y Unió está dispuesta».

Sobre la situación en Cataluña, Durán dice que si Artur Mas es presidente de la Generalitat «habrá perdido mucha dignidad institucional». «La gran ganadora de todo este proceso en Cataluña es Esquerra», afirma, preguntándose «¿cómo va a proyectar seguridad un Govern hipotecado por la CUP?». Añade que «el prestigio de Cataluña ha sufrido una caída espectacular en Europa».