La cúpula de Ausbanc también se lucró estafando a sus propios asociados

Melchor saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Ángel Díaz | EFE

Cobraban comisiones de los bancos por desistir de las denuncias y reclamaciones

08 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) tenía como vértice de su ideario «defender los derechos e intereses legales de los usuarios de los servicios bancarios», pero, según la investigación del sumario Nelson, en multitud de ocasiones lo que hizo fue directamente «comerciar» con las demandas de sus asociados para embolsarse suculentas mordidas de los bancos «amigos», que pagaban a los dirigentes de Ausbanc a fin de que convencieran a sus clientes para abandonar la vía judicial.

De acuerdo con los informes de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), buena parte de los más de siete millones de euros que Luis Pineda y sus más cercanos colaboradores amasaron vino directamente de los sobornos que entidades bancarias pagaban para que Ausbanc «traicionara» a sus propios clientes.

La unidad policial tenía constatados pagos en forma de multitudinarios convenios de varias entidades bancarias para que Ausbanc cejara en grandes demandas, sobre todo en cláusulas suelo, como fue el caso de Unicaja o Caja España, pero ahora los investigadores creen poder probar que Pineda y los suyos tenían también establecidas tarifas a cambio de «coaccionar» o «convencer» a sus «adheridos», cuando alguno de estos 15.000 socios sin derecho a voto se empecinaba en demandar a alguna entidad de las que el juez Santiago Pedraz llama «intocables», «amigas» o «colaboradoras» de la asociación.

El sistema era sencillo: los convenios de colaboración con los bancos, además de la parte pública en la que se establecían las tarifas de publicidad en las revistas del grupo y los patrocinios de eventos, incluían cláusulas secretas, entre ellas el cobro de un porcentaje por parte de los directivos de Ausbanc por cada denuncia que conseguían retirar o frenar por parte de un asociado díscolo, desconocedor de que trataba de enfrentarse con una entidad protegida por Ausbanc.

De acuerdo con las investigaciones, el dinero negro que se ingresaban los dirigentes del colectivo solía ser sobre el 10 % del total de la demanda, aunque el porcentaje podía variar si las acciones judiciales ya estaban emprendidas o solo se trataba de evitar que arrancasen. La UDEF calcula que pudieron ser cientos los asociados estafados.

Una organización para beneficio de sus dirigentes

El juez Santiago Pedraz resalta que «los adheridos, que son, en definitiva, quienes conforman la masa de la asociación, carecen de los derechos fundamentales de voto y de la posibilidad formar parte de la junta directiva y participar en las asambleas, lo cual permite que los dirigentes manejaran a su antojo a la asociación a lo largo de los años, gestionando a la misma en su propio beneficio», según Pedraz. «Las ganancias de Ausbanc no redundaban en el beneficio de la asociación (reducción de cuotas a los asociados, reducción del porcentaje por los éxitos judiciales, adquisición de los inmuebles donde tienen su sede las asociaciones…), sino que gran parte del mismo se distrajo entre las sociedades creadas al efecto por los dirigentes de Ausbanc con la finalidad última de beneficiarse», añade.