El PSOE insiste en el no, pero asegura que no torpedeará el diálogo del PP y Ciudadanos

ESPAÑA

Podemos recuerda que «los números siguen sin dar» y carga contra el cambio de Rivera
11 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La dirección del PSOE actúa como si el acercamiento de Mariano Rajoy y Albert Rivera, que puede acabar con el sí de Ciudadanos en la investidura, no fuera con él. Asume que la presión va a aumentar aún más sobre Pedro Sánchez para que los socialistas se abstengan y que será difícil de contrarrestar si finalmente los dos partidos de centro-derecha sellan un acuerdo, que alcanzaría los 169 diputados. El líder socialista se ha apartado conscientemente del escenario político para dejar claro que esta negociación no le incumbe, mientras los miembros de su equipo, al igual que los barones territoriales, mantienen el nivel más bajo posible. Ni siquiera ha comparecido un portavoz en el Congreso para valorar el viraje de su antiguo socio Rivera, pese a las continuas apelaciones al PSOE que está haciendo el líder de Ciudadanos para que cambie de posición.
La dirección socialista mantiene su no a investir a Rajoy y no está dispuesta a convocar un nuevo comité federal para que reexamine la decisión que tomó en su día. Así lo reiteró ayer su portavoz en el Senado, Óscar López, que fue de nuevo el encargado de fijar la posición inamovible del partido. «Se trata de defender la posición del PSOE, que es autónoma, colectiva y que se ha tomado en su máximo órgano, que es votar no a Rajoy», manifestó. En todo caso, aseguró que su partido no va a torpedear las negociaciones de Rajoy para tratar de formar Gobierno, porque sería «desleal». López repitió la tesis que defiende el equipo de Sánchez: Rajoy debe poner fecha a la sesión de investidura cuanto antes y buscar apoyos entre la «mayoría conservadora» del Congreso, incluidos el PNV y Convergència, que ya le permitieron ganar la votación que llevó a Ana Pastor a presidir la Cámara.
Sin ninguna prisa
Además, ironizó sobre la semana que se ha dado el líder del PP para votar las condiciones de Rivera. «Dice que es urgente e importantísimo, pero ahora dice que después del puente de agosto ya verá, sin ninguna prisa», aseguró. López señaló que ciertas exigencias de Ciudadanos le provocan «alguna sonrisa». Recordó que la eliminación de los aforamientos fue votada en el Congreso hace tan solo unos meses y el PP fue el único partido que se opuso, y que la creación de una comisión de investigación sobre el caso Bárcenas ya está registrada y podría salir adelante sin los votos de los populares.
Pero las presiones para que Sánchez se mueva del no a la abstención no provienen solo del PP y Ciudadanos, sino desde el interior del propio PSOE. Inmediatamente después de que Rivera compareciera para decir que estaba dispuesto a negociar el sí a Rajoy, el expresidente Felipe González elogiaba su iniciativa como «el primer acto de responsabilidad política que ha habido desde las elecciones». Varios dirigentes históricos, como Alfonso Guerra o José Bono, también han pedido abiertamente la abstención, al igual que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero reclamó un debate interno para reexaminar la posición oficial sobre la investidura.
Podemos: no dan los números
Por su parte, la secretaria de análisis político y social de Podemos, Carolina Bescansa, afirmó ayer que la propuesta de Ciudadanos al PP no soluciona las cosas, ya que «los números siguen sin dar» y «la llave sigue estando en el cajón» del PSOE. Además, cargó contra Rivera. «Es un disparate que al partido más corrupto le vayamos a encargar que forme una comisión de investigación sobre la corrupción», aseguró la dirigente de la formación morada.
La número tres del Podemos aprovechó, no obstante, para presionar también a los socialistas. «El PSOE tiene que decidir si va a tomar la iniciativa e intentar formar un Gobierno alternativo o si va a llevar de nuevo al país a un callejón y tendremos terceras elecciones», declaró Carolina Bescansa.