Críticos y afines al exsecretario siguen enfrentados entre llamadas a la tregua

D. Sampedro / X. Gago SANTIAGO / LA VOZ

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

El PP guarda silencio y los dirigentes de Podemos dicen que ganaron los populares

02 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La dimisión de Pedro Sánchez no ha servido para calmar los ánimos en el seno del Partido Socialista. Los dos bandos, críticos y «sanchistas», como se ha llamado a los leales al exsecretario genera, coinciden en que es necesaria una reconciliación para evitar el cisma del partido, pero esos deseos no han impedido que siga el intercambio de reproches.

El secretario de Organización, César Luena, dejó claro que diferencias siguen vivas después de la marcha de su jefe «Yo apoyaré a Pedro siempre» dijo, y cuando le preguntaron si estaría dispuesto a votar a Susana Díaz contestó «no, yo apoyaré a Pedro».

También anunció que mantendrá su «no» a Rajoy Cristina Armengol, secretaria general del PSOE balear. Miquel Iceta, líder del PSC, tachó de «equivocada» la votación que causó la caída de Sánchez, aunque admitió que su marcha «imposibilita buscar una mayoría alternativa al PP». Santos Cerdán, secretario general en Navarra, admitió que el partido «está tocado» y vaticinó que va a «costar mucho» volver a coserlo.

El PP se limitó a mantener el «respeto» y el silencio sobre los sucesos de Ferraz, los dirigentes de Podemos, desde Pablo Iglesias hasta Carmen Santos, se lanzaron a las redes para decir que «gañou o PSOE que quere darlle o Goberno ao PP». Luis Villares, de En Marea, consideró «mala noticia» que «o PSOE se entregue ao PP». Ana Pontón, líder del BNG, consideró un «síntoma do esgotamento do réxime» que el PSOE «aposte por un goberno de Rajoy». Finalmente, el secretario general de Ciudadanos, Fran Hervías, dijo que «ninguna silla está por encima de España».

La dimisión del secretario general anticipa la caída de la gestora del PSdeG

Todo indica que la caída de Pedro Sánchez y el nombramiento de una gestora al frente del Partido Socialista provocarán movimientos también en Galicia, donde el PSdeG está dirigido por una gestora designada directamente por el ya exsecretario general y por secretario de Organización, César Luena.

De la gestora gallega no forma parte ningún representante de la agrupación de Vigo, a pesar de que su máximo representante, Abel Caballero, dirige una de las alcaldías más poderosas en manos del PSOE. Es más, la gestora está formada en conjunto por fieles a José Ramón Gómez Besteiro, el dimitido secretario general del PSdeG. En su formación se renunció a la integración de las «familias» del parido en Galicia, incluyendo a los citados «caballeristas» de Vigo y a los «pachistas», los fieles al exsecretario general Pachi Vázquez, que tienen su base de poder en Ourense.

Ayer, tras la dimisión, varios miembros del PSdeG que estuvieron en Ferraz daban por hecho que habrá «novedades» en Galicia a corto plazo.

La secretaria general del PSOE coruñés, Mar Barcón, manifestó sus «tristeza» por lo ocurrido, aunque se mostró esperanzada de que el partido pueda rehacerse. En la misma línea se manifestó el pontevedrés Pablo García, que consideró «incomprensible» haber llegado a ese punto. El exministro José Blanco pidió «respeto a las normas, las personas y las diferentes opiniones» en las redes, mientras que la exparlamentaria Marisol Soneira lamentó el «año ocasionado» al partido y relató que vio «llorar» a compañeros por el «esperpento».

Pilar Cancela, única gallega del comité federal que apoyó el plan de Sánchez

Once miembros del PSOE gallego forman parte del comité federal del PSOE y, de ellos, diez votaron en contra de los planes de Pedro Sánchez para convocar un congreso extraordinario y mantenerse en la secretaría general del partido. Pilar Cancela, la presidenta de la gestora que dirige el partido y que nombró directamente Ferraz hace seis meses, fue la única dirigente gallega que se posicionó con Pedro Sánchez.

Del comité federal del PSOE forman parte José Blanco, Abel Caballero, Carmela Silva, Mar Barcón, Marisol Soneira, Pablo García y María Quintas posicionados ya de antemano con los barones territoriales que lanzaron la operación para tumbar la ejecutiva federal y a su máximo responsable, Pedro Sánchez. Otros dos miembros del comité federal, el lucense Ricardo Varela y el pontevedrés Antón Louro, habían puesto una serie de cautelas para decidir de antemano el sentido de la votación, pero votaron como el resto de compañeros gallegos en contra de la convocatoria del congreso. También forma parte del comité Beatriz Sestayo, que no acudió por estar de viaje en Canarias.

Todavía hay otra representante gallega con voz y voto en el comité federal del PSOE. Se trata de la viguesa Patricia Rodríguez Calviño, que tiene plaza en el máximo órgano del partido en representación de Juventudes Socialistas. También ella votó en contra del planteamiento de Pedro Sánchez, dejando así sola a Pilar Cancela como la única persona fiel al ya dimitido secretario general y a su responsable de organización, César Luena.