El PSOE busca la abstención evitando otro comité federal a cara de perro

ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

SERGIO PEREZ | REUTERS

La gestora quiere una mayoría más amplia que la que motivó la dimisión de Sánchez

17 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La gestora del PSOE intenta evitar que se repita el bochorno del comité federal del 1 de octubre en la reunión de ese mismo órgano que se celebrará esta semana. Pero no lo va a tener fácil porque la división entre los defensores de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy y los partidarios del voto en contra persiste, y los buenos oficios de la dirección provisional del partido para acercar posturas no han surtido efecto hasta ahora.

Javier Fernández, por un lado, y Susana Díaz, por otro, buscan una mayoría más amplia que la que provocó la dimisión del secretario general. Pedro Sánchez se fue al ser derrotada su propuesta de un congreso extraordinario por 132 en contra frente a 107 a favor. La votación reflejó un PSOE fracturado casi a partes iguales, y la situación no ha variado mucho, según confiesan desde la gestora del partido.

El presidente de la gestora y jefe del Ejecutivo asturiano ha comprobado que las aguas socialistas bajan más revueltas de lo que hubiera deseado y ha desistido de convocar el consejo de política federal, antes llamado consejo territorial, para llegar a un consenso entre los 17 secretarios territoriales antes de la reunión del comité federal, una cita que aún no tiene fecha, pero que todo apunta a que se celebrará el próximo domingo. Fernández ha comprobado que los barones del «no» mantienen su postura, y que los defensores de la abstención, entre ellos él mismo, no ganan adeptos.

El catalán Miquel Iceta y la balear Francina Armengol mantienen, además, que decida lo que decida el comité federal los diputados de sus federaciones votarán en contra de la investidura. Una posición que mantienen a título individual numerosos diputados. Otros secretarios generales defensores del «no», como la vasca Idoia Mendia o el valenciano Ximo Puig, batallarán en el comité Federal para que se imponga su tesis, pero acatarán la abstención si así se decide.

«No hay una mayoría clara», afirman en la gestora, y apuntan que hasta la andaluza Susana Díaz, la gran valedora de permitir un nuevo gobierno de Rajoy, encuentra problemas en su federación. La poderosa agrupación sevillana de Dos Hermanas, por ejemplo, aprobó que se consulte a la militancia el sentido del voto. Las posiciones territoriales compactas no existen, y en el comité federal el voto de las federaciones estará una vez más dividido. 

Una decisión clave

La gestora es consciente de que todo el entramado institucional para evitar las nuevas elecciones depende de su decisión. La ronda de consultas del rey del 24 y 25 de octubre y el debate de investidura de la última semana pivotan sobre la supuesta abstención de los socialistas. Sin ella carecería de sentido porque ni el jefe del Estado consultaría de nuevo a los líderes políticos ni Rajoy se prestaría a un segundo debate para ser derrotado de nuevo.

Fernández, Susana Díaz y otros dirigentes insisten por ello en que el objetivo es «evitar unas terceras elecciones». Si la preocupación de la dirección provisional por la investidura es grande, no es menor la que tiene por el comité federal. «Que salga no o abstención, pero otro espectáculo, no por favor», es el ruego de un veterano curtido en reuniones del comité federal socialista.

Centenares de personas reivindican la españolidad de Cataluña

Unas 1.400 personas, según la Guardia Urbana, participaron en el acto de Societat Civil Catalana (SCC) del 12 de octubre, celebrado este domingo por la amenaza de lluvia en Barcelona prevista para el miércoles, que llevó a los organizadores a aplazar el evento. La concentración, bajo el nombre «España suena bien» se desarrolló en el parque de Can Dragó, en el distrito de Nou Barris, y congregó a representantes políticos de Ciudadanos, PSC y PP.

El presidente de SCC, Rafael Arenas, criticó en su intervención que «el nacionalismo ha secuestrado las instituciones y trata de arrastrarlas fuera de los límites que marca la Constitución».

Las sanciones por romper la disciplina de voto van desde la multa a la expulsión

Los diputados del grupo socialista en el Congreso están obligados a respetar «la unidad de actuación y la disciplina de voto». Las sanciones en caso de vulnerar este apartado del reglamento interno pueden ir desde la expulsión del grupo parlamentario al pago de una multa de 600 euros. La misma que tuvo que abonar la exministra Carme Chacón cuando hace tres años decidió ausentarse de una votación sobre el derecho a decidir y la orden del grupo era votar en contra. La expulsión solo cabe cuando el Comité Federal del PSOE considera que la conducta del diputado díscolo es grave.

Pero la disciplina de voto no siempre es obligatoria para los diputados del PSOE. El artículo 33 del reglamento interno de la formación señala que el pleno del grupo «podrá excepcionalmente acordar la libertad de voto por razones de conciencia una vez oídas las razones del parlamentario o parlamentarios solicitantes».