Los secesionistas dan otro paso hacia la convocatoria del referendo sin debate
ESPAÑA

Imponen la ponencia que reformará el reglamento de la Cámara para permitirlo
08 mar 2017 . Actualizado a las 09:31 h.El independentismo siempre ha tenido a gala que el proceso catalán se ha caracterizado por su carácter cívico, pacífico y democrático. Sin embargo, esta tercera pata de escrupuloso respeto a la legislación democrática podría quebrarse si los secesionistas se salen con la suya y, haciendo valer la mayoría absoluta que tienen en la Cámara autonómica, aprueban la ley de transitoriedad jurídica, la norma que los propios diputados de Junts pel Sí reconocen que es una declaración unilateral de independencia de facto, por la vía de urgencia y sin permitir el debate parlamentario.
Una ley trascendental porque pretenden que sea la que siente las bases del futuro Estado catalán, pero cuyo contenido se mantiene en el más absoluto de los secretos, y que dará cobertura legal al decreto de convocatoria del referendo. La Mesa de la Cámara catalana, gracias a la mayoría de diputados de Junts pel sí, despejó ayer el camino al aprobar la creación de una ponencia para reformar su reglamento. El objetivo reconocido de los partidos independentistas es cambiar las reglas de juego para aprobar la ley de la desconexión con España en un día, en lectura única y sin que los grupos no independentistas de la oposición puedan presentar enmiendas al proyecto de ley.
Tantas prisas obedecen a la estrategia de los secesionistas para la aprobación exprés de la ley de transitoriedad jurídica y así esquivar la impugnación del Tribunal Constitucional, algo que no podrían hacer en caso de la tramitación por la vía habitual. La intención de Puigdemont y Junqueras es aprobar en el mismo día la ley de transitoriedad jurídica y el decreto de convocatoria del referendo. En cualquier caso, se da por seguro que el Gobierno central correrá más de lo habitual para impugnar la ley y el referendo y que el Constitucional los suspenderá de manera cautelar.
Pero siempre irán a remolque y el propósito del Gobierno catalán es decir que ha convocado el referendo amparado en una ley vigente, aprobada por el Parlamento catalán, aunque sea solo por horas. Con la convocatoria habrá cumplido con su compromiso. De tal manera, que si al final no se celebra la votación, los dirigentes independentistas podrían alegar que es porque la ha abortado el Gobierno central por la fuerza.
La coalición independentista Junts pel Sí ya propuso la semana pasada la reforma del reglamento de la Cámara autonómica, pero la Mesa del Parlamento la aceptó con la condición de que en el texto se clarificara que el mecanismo para llevar a cabo la reforma es a través de un debate y aprobación en una ponencia. Dicho y hecho. En la reunión de ayer, la Mesa admitió a trámite la propuesta de Junts pel Sí de crear la ponencia y rechazó las peticiones de reconsideración formuladas por Ciudadanos, PSC y PP.
Los siguientes pasos
A partir de ahora, la ley de la ruptura ya tiene vía libre, al menos en la Cámara catalana. Un vez validada la propuesta de Junts pel Sí, el paso siguiente será la constitución de la ponencia y, después, el debate en el pleno. Un proceso que se da por seguro porque entre Junts pel Sí y la CUP suman 72 de los 135 diputados autonómicos. Cuando la reforma del reglamento esté aprobada e incluya que cualquier grupo parlamentario puede tramitar proposiciones de ley en lectura única sin debate y sin enmiendas, los independentistas tendrán luz verde para aprobar la ley de transitoriedad en cuanto lo consideren conveniente para sus intereses.
Podrán modificar el orden del día cuando lo estimen oportuno y solicitar que la votación se incluya, aunque sea con calzador. Junts pel sí defiende la reforma del funcionamiento de la Cámara porque la considera «legítima, legal y conveniente», y porque va en línea con el reglamento del Congreso y de otros parlamentos autonómicos que también disponen de procesos de lectura única. Además, argumenta que el PSOE y el PP también reformaron el artículo 135 de la Constitución por la vía de urgencia (aunque en su caso ambas formaciones representaban en conjunto al 90 % de los diputados y senadores, y Junts pel Sí y la CUP, el 53 %).
«No van a ningún sitio, por mucho que corran», advierte el Gobierno
La desconexión exprés que preparan los independentistas recibió fuertes críticas tanto de las formaciones de la oposición en Cataluña como de las principales fuerzas del resto de España. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió a los independentistas de que no van a «ningún sitio por mucho que corran» con el proceso secesionista. A su juicio, Junts pel Sí y la CUP «silencian» a su propio Parlamento, y viven «en una realidad paralela». Sáenz de Santamaría acusó desde el Senado a los secesionistas de haber emprendido una «huida hacia adelante» sin contar con el apoyo social y sin respetar siquiera sus instituciones de autogobierno.
Para el PSOE, la decisión de los independentistas es un «gravísimo error» que no lleva a ninguna parte, es un «suma y sigue contra la ley, la Constitución y el criterio de una parte importante del Parlamento autonómico». Podemos también señaló que las soluciones unilaterales solo favorecen el enconamiento y la crispación en Cataluña e insistió en una solución dialogada que permita que los catalanes se pronuncien en referendo. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, apuntó que el secesionismo, tras el «enésimo atropello», ha llegado «a un punto» en el que no solo desobedece las leyes del Estado sino también las leyes de la autonomía catalana.
«No respetan nada»
Desde Cataluña, Ciudadanos y el PP avisaron que si la propuesta de reforma exprés sigue adelante presentarán un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional o el Supremo. El PSC y también los populares, además, avanzaron que no participarán en la futura ponencia conjunta para reformar el reglamento. «Ya no respetan nada; ni la Constitución, ni el Estatut, ni ahora tampoco el reglamento de la Cámara catalana», afirmaron en Ciudadanos.
«Hablan de love democracy (‘amor a la democracia’), pero es evidente que no aman tanto a la democracia cuando no quieren que la oposición tenga la oportunidad de debatir y hacer enmiendas», apuntaron los socialistas. Para los populares, la iniciativa de los independentistas es la prueba de cómo se «ha degradado» la política en Cataluña. «Estos comportamientos son más propios de regímenes totalitarios», afirmó Xavier García Albiol, quien insistió que en ningún caso participará en la ponencia que se cree.
La CUP amenaza con retirar su apoyo a los presupuestos
Aunque la negociación entre el Gobierno catalán y la CUP está en marcha, los anticapitalistas amenazan con no aprobar los presupuestos de la Generalitat si Junts pel Sí acaba acatando el dictamen del Consejo de Garantías Estatutarias y modifica o retira la referencia al referendo, incluida en una disposición de las cuentas catalanas y que el Constitucional catalán consideró ilegal.