
Convencido de que a nadie le interesan otras elecciones, ultima los Presupuestos para el 31 de marzo
12 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Nunca 137 diputados otorgaron a un partido la capacidad de ceder solo lo justo e incluso permitirse algún exceso. La exigua representación del PP, al menos para gobernar con holgura, no ha impedido a los populares desdeñar las exigencias de su socio, Ciudadanos, e incluso sacar a pasear su mayoría absoluta en el Senado para frenar las ansias de la oposición en el Congreso. Mariano Rajoy ya advirtió en su sesión de investidura: «Accedo al Gobierno para perseverar». Los últimos acontecimientos han certificado que, si bien el presidente está dispuesto a tender puentes, apenas se moverá de su espacio. Su filosofía de aguantar sin inmutarse se ha impuesto en prácticamente todos los ámbitos y, de este modo o a pesar de ello, Pedro Antonio Sánchez sigue al frente del Gobierno de Murcia; el acuerdo con Ciudadanos, vigente; y los Presupuestos, en el horno del Ministerio de Hacienda.
Las campanas de ruptura con su «socio preferente» suenan cada semana casi sin excepción. Pero, como mucho, el jefe del Ejecutivo ha llegado a admitir la tarea de «reconducir» la situación. Eso no significa que vaya aceptar con gusto que el Congreso investigue las finanzas del PP o que vaya a proceder a una reforma constitucional para eliminar los aforamientos o limitar a dos los mandatos del presidente del Gobierno.
Divididos
Hay aspectos del pacto con los liberales que siempre se pensó en esquivar. Es el caso de la creación de una comisión parlamentaria que analizará, si no concluye antes la legislatura, la financiación de los conservadores. La suma de PSOE, Podemos y Ciudadanos es suficiente para impulsar el órgano en la Cámara baja. Pero los populares han resuelto pagar con la misma moneda allí donde pueden y ya han registrado en el Senado una solicitud para que una comisión similar repase las cuentas de todos los partidos.
En la Moncloa no contemplan a día de hoy que la legislatura esté entrando en una fase de inestabilidad. En primer lugar, fuentes gubernamentales recuerdan la dificultad, constatada en el 2016, de que las tres fuerzas de oposición logren articular un proyecto en torno a su mayoría. El PSOE y Podemos, recelosos uno del otro, mantienen una disputa por el voto de la izquierda, y Ciudadanos y Podemos rivalizan por representar el cambio. Entienden que los liberales necesiten marcar su territorio y presionar a Rajoy para que cumpla lo pactado, pero se muestran escépticos sobre que Ciudadanos vaya a echarse en brazos de Podemos y el PSOE y con ello asumir el riesgo de perder al votante de centro-derecha.
Y, por último, en el Ejecutivo descartan que a alguien le interese dar al traste con la legislatura y forzar elecciones. Si el PSOE está aún por recomponerse, Podemos necesita tiempo para asentarse tras los conflictos internos de la última etapa y Ciudadanos, espacio para construir su propio relato político, sólido y diferenciado del PP. En este escenario, el Gobierno tiene previsto aprobar el próximo día 31 las cuentas del 2017 y enviarlas a las Cortes.
Cospedal y Albiol arrasan en sus primarias
María Dolores de Cospedal tiene el camino libre para seguir siendo presidenta del PP de Castilla-La Mancha después de haber ganado en las elecciones primarias de esta formación, paso previo al congreso del PP castellano-manchego que se celebrará en Cuenca el próximo sábado. De los 3.400 afiliados que estaban llamados a votar en estas primarias para elegir a los compromisarios de este congreso, finalmente lo hicieron 2.806. De ellos, 2.694 apoyaron la candidatura de Cospedal y solo 112 la de Tomás Medina, presidente del PP de Puebla del Príncipe (Ciudad Real) y quien representaba a la corriente crítica. Además, Cospedal venció en las cinco provincias de esta comunidad autónoma. Logra así su objetivo de retener la presidencia del PP manchego, continuar su labor como número dos del partido y ejercer como ministra de Defensa.
Cospedal no fue la única dirigente regional del PP en renovar ayer su liderazgo. También lo hizo el catalán Xavier García Albiol, quien obtuvo el respaldo del 98,65 %. Según celebró, se trata de un apoyo «abrumador» que le permite continuar su proyecto de hacer del PP «la referencia de todos los catalanes no independentistas».