La Fiscalía implicó a Interior en el chivatazo a González sin escuchar las grabaciones
ESPAÑA

Se limitó a hacer una interpretación del resumen policial a partir de los pinchazos
16 may 2017 . Actualizado a las 11:50 h.El pasado 9 de mayo, la Fiscalía Anticorrupción abrió una de las mayores crisis entre el ministerio público y el Ministerio del Interior. A las 17.58 horas de ese martes, el gabinete de prensa de la Fiscalía General del Estado, y a pesar del secreto de actuaciones que pesan sobre el caso Lezo, hizo público el escrito mutilado (solo facilitó siete de las 43 páginas del texto) en el que se argumentaban los motivos de la acusación pública para mantener en la cárcel al expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González. El escrito, firmado por los dos fiscales del caso, Carmen María García Cerdá y Carlos Iañez Martínez, y visado por los más altos responsables del ministerio público, sorpresivamente incluía en la parte pública un pasaje, que perfectamente podía haber sido excluido para defender la continuidad en prisión de González, pero que a todas luces iba a constituir una bomba: «El 6 de marzo del 2017, en el despacho de Ignacio González sito en la calle Alcalá 89, de Madrid, se grabó una conversación mantenida entre las 19.37 horas y las 20.03 horas por los tres hermanos González, que evidencia el interés de todos ellos por conocer quién estaba al frente del Cuerpo Nacional de Policía vinculado a los problemas de Ignacio González por la presente investigación chivada del secretario de Estado de Seguridad».
García Cerdá y Iañez Martínez, con esas frases de confusa redacción y sintaxis, estaban insinuando que el número dos del Ministerio del Interior, José Antonio Nieto, estaba detrás del soplo. Fueron unas graves acusaciones veladas, que aunque luego fueron matizadas por los responsables de la Fiscalía General y de Anticorrupción, no han terminado de lavar la imagen de Nieto. Unas duras afirmaciones que los fiscales lanzaron sin siquiera haberse molestado en escuchar la grabación literal de los 26 minutos en los que Ignacio, Pablo e Isabel González hablaban, solo de refilón, de Nieto.
Solo un resumen
El escrito de los dos fiscales lanzando las insinuaciones sobre Nieto está fechado el 8 de mayo y hasta el 9 de mayo no registraron su petición al juez del caso, Eloy Velasco, de que les facilitara el «deuvedé que contiene la grabación de la cita entre los tres hermanos González el día 6 de marzo del 2017». Un encuentro que fue registrado por la UCO de la Guardia Civil con micrófonos ocultos en el despacho de González por orden del juez de apoyo de Velasco, Alejandro Abascal.
Según han admitido altos responsables de la investigación, Cerdá y Iañez se limitaron a «interpretar» el resumen que la Guardia Civil hizo en los atestados de la conversación entre los hermanos en la que en ningún momento, según la UCO, se relaciona a Nieto con el soplo.
La literalidad del pasaje del sumario que leyeron los fiscales sobre aquel encuentro y las referencias al secretario de Seguridad es la que sigue: «En la primera parte de la conversación Isabel pregunta sus hermanos ‘quién está en la poli ahora’ [se entiende al frente del Cuerpo Nacional de Policía], a lo que Pablo González responde: ‘Nieto, el [ex] alcalde de Córdoba’». El atestado prosigue: «Antes de continuar con el análisis de la conversación que mantuvieron los tres hermanos, se relaciona este fragmento con una llamada interceptada dos días después entre Pablo González y su mujer en la que el primero le explicaba que acaba de ‘salir de la Secretaría de Estado... Ya te contaré’. El sistema de posicionamiento permitió ubicar a Pablo González en el momento de esa llamada en Madrid, en una zona cercana a la plaza Alonso Martínez y la calle Zurbano», a escasos metros de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Nieto y Zoido han reconocido desde el principio la reunión del 8 de marzo entre el secretario de Seguridad y Pablo González, aunque han negado siempre que se hablara de la operación Lezo. Según los investigadores, no hay ninguna grabación de lo que allí se trató para confirmar o desmentir la versión de Interior.