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El objetivo del PSOE es explotar los vetos cruzados de Podemos y Ciudadanos que impiden formar una mayoría que saque a Rajoy del Gobierno
16 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.¿Qué hay de cierto en ese supuesto acercamiento entre Sánchez e Iglesias? Casi nada. ¿Cuánto hay de representación en esa voluntad de sumar apoyos para acabar con Rajoy? Casi todo. En el caso del redivivo líder socialista, la estrategia es clara. Tras la experiencia traumática que le costó el cargo de secretario general, Sánchez ha comprendido que no es posible formar una mayoría con Podemos y los independentistas sin partir en dos al PSOE. Y, por ello, insiste ahora en plantear de nuevo un acuerdo transversal con Podemos y Ciudadanos que sabe en realidad imposible. Lo que busca no es un pacto, sino evidenciar que son los vetos cruzados entre estas dos fuerzas los que impiden formar una mayoría que saque a Rajoy del Gobierno. Por más que amague, lo que busca Sánchez no es un órdago inmediato contra el líder del PP en el Congreso, sino presentarse en unas futuras elecciones como la única alternativa a Rajoy frente a dos fuerzas que ponen sus intereses personales por encima de ese objetivo.
En el caso de Iglesias, la representación de ese acercamiento a Sánchez viene obligada por el fracaso de su moción de censura. La imagen de que solo es capaz de entenderse con Bildu y con ERC, que son los únicos que lo han apoyado, le hace mucho daño. Y expresando su voluntad de llegar a un acuerdo con el PSOE trata de sacudirse esa imagen de soledad. Pero detrás de ese giro se esconde también un intento de forzar una reunión con Pedro Sánchez reflejada en una foto, presionando al líder socialista para que se lance de nuevo a formar una mayoría alternativa, con la intención de culparle luego de que el pacto sea imposible.
En todo caso, las posibilidades de que Sánchez promueva una moción de censura contra Rajoy son por el momento nulas. Desde su regreso, el líder socialista maneja unos tiempos políticos mucho más pausados y trata de fijar el marco. Huye de las prisas y de repetir errores pasados. Sabe bien, además, que después de que el PSOE le dejara solo en su moción de censura, Iglesias jamás lo apoyará a él si presentara la suya, porque eso sería claudicar en su deseo de ser el líder de toda la izquierda. Así que, de momento, hay más representación que acercamiento real.