Corinna aseguró que el rey Juan Carlos la usaba como testaferro para ocultar patrimonio en el extranjero

Europa Press MADRID

ESPAÑA

STIEFLER / BABIRAD / SIPA

«No porque me quiera mucho, sino porque resido en Mónaco», explicó la amiga del monarca emérito al excomisario Villarejo en una reunión celebrada en Londres en 2015

11 jul 2018 . Actualizado a las 21:46 h.

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, consultora afincada en Mónaco próxima a Juan Carlos I, afirma en unas grabaciones realizadas por el comisario José Manuel Villarejo en el año 2015 que el rey Juan Carlos la utilizó como testaferro para ocultar patrimonio y propiedades en el extranjero y que contaba con cuentas en Suiza a nombre de su primo.

Según la información difundida este miércoles por El Español y OK Diario, que ofrecen las grabaciones, Corinna facilitó estos detalles a Villarejo, que se encuentra en prisión preventiva, en una reunión que ambos mantuvieron en la vivienda que ella tiene en un exclusivo barrio de Londres en el año 2015.

«No lo ha hecho porque me quiera mucho, sino porque resido en Mónaco», explica Corinna en un momento de la conversación, danto a entender que la motivación no ha sido personal sino fiscal. Y es que en el país monegasco no existe la obligación de hacer una declaración pública de patrimonio. Insiste en que ella habría sido ajena a esa operativa para ocultar patrimonio. 

En aquel encuentro, propiciado por el empresario Juan Villalonga, amigo de ambos, según explica El Español, ella contó que estaba viviendo una «pesadilla» porque el rey emérito había colocado diversas propiedades en Marruecos y otros lugares fuera de España a su nombre y en aquel momento, se las estaba reclamando, pero si ella las devolvía poniéndolas a nombre de terceros incurría en un delito de blanqueo.

«Ponen la propiedad dentro de la estructura, hacen como un contrato de venta y entonces parece todo perfecto. Claro, no pueden decir que el beneficiario es el otro (en referencia al rey emérito). Entonces, sin decírmelo, me lo ponen y después dicen: 'Esta no quiere devolverle la cosa'. Pero si lo hago, es money laundering. Es blanqueo», dice uno de los fragmentos de la grabación transcritos por El Español.

«Me está poniendo una presión bárbara para que le devuelva esas cosas, pero si lo hago vulnero la ley y puedo ir a la cárcel», añade en la grabación, en la que ella señala que lo de utilizarla como testaferro dado que en Mónaco no es preceptivo hacer declaración patrimonial, «lo han hecho con dos o tres cosas y están poniendo muchísima presión». «Por ejemplo: mandarle dinero o darle cosas... eso es blanqueo», apunta Sayn-Wittgenstein.

En otro momento de la conversación, la empresaria señala que estas presiones son para que ponga las propiedades a nombre del primo del rey emérito Álvaro Orleans de Borbón, quien ya estaría asumiendo ese papel, siempre según las palabras de Corinna. «Ahora están tratando que yo pase estas cosas a Álvaro a través de Dante (señala en relación al abogado Dante Canonica) Están haciéndome la guerra porque yo no quiero cometer un delito», asegura en estas grabaciones a las que ha tenido acceso El Español.

«Ellos han puesto algunas cosas a nombre de su primo, que es Álvaro Orleans de Borbón, que también vive en Mónaco. Entonces las cuentas de banco en Suiza que no han... 'that didn't come back in the amnesty' las han puesto a su nombre», apunta en la grabación, afirmando en inglés que esas cuentas no afloraron con la amnistía fiscal en relación a la que aprobó el Gobierno en 2012 y que permitía repatriar fondos opacos.

Corinna asegura que es este primo del rey emérito «el que paga los vuelos hasta Los Ángeles y otros vuelos privados». «Salen de Torrejón para no controlar (sic). De la zona militar. Pero es una compañía inglesa. Se llama Air Partners y salen con los aviones alquilados. Es Álvaro el que está pagando», dice sobre Orleans de Borbón, quien ha negado rotundamente toda esta información en conversación con El Español.

EL CNI

Por otra parte, en las grabaciones difundidas por El Español Corinna cuenta que recibió amenazas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que montó dos operaciones para hacerse con la documentación que pudiera guardar tras sus años de relación con Juan Carlos I, una en Londres y otra en Mónaco, de la que tendrían pruebas los equipos de seguridad del príncipe Alberto de Mónaco y el ministerio del Interior monaguesco.

Tal y como explica El Español, Villarejo y la empresaria alemana llegan a este punto en la conversación cuando él le muestra una serie de papeles que ella señala como sustraídos por el CNI de su casa: «Eso ha sido muy claro porque ha sido el propio servicio el que me ha quitado esos papeles de la oficina en Mónaco en 2012. Y sabían perfectamente que no había nada ilegal en ellos», apunta.