El Gobierno catalán supedita su actividad a la escenificación de una irreal unidad independentista
ESPAÑA
La agenda de los miembros de la Generalitat catalana tiene este viernes casi un único punto en el orden del día, volcarse en los actos que el independentismo ha organizado para despedir a los presos secesionistas, que, en principio, a primera hora deberían ser trasladados a Madrid, donde en los próximos días se sentarán en el banquillo del juicio del 1-O.
El presidente de la Generalitat a la cabeza acudirá a la prisión de Can Brians 2 (Sant Esteve Sesrovires, Barcelona), donde la Guardia Civil cogerá el testigo de los Mossos y trasladará a los presos, que a primera hora abandonarán los penales de Lledoners, Mas d’Enric y Puig de les Basses. El presidente de la Generalitat les «mostrará su apoyo», en una nueva escenificación del respaldo del secesionismo a los procesados, como el que el miércoles encabezó en el palacio de la Generalitat. Además, el Consejo de Gobierno se reunirá de forma excepcional (la cita habitual es los martes) para tratar de lanzar una imagen de unidad después de días de fuertes reproches entre unos y otros sectores del independentismo.
Visita a los presos
El presidente de la Generalitat otorga la máxima prioridad política al juicio. Sus visitas a las cárceles son constantes (casi todas las semanas) y estos últimos días no han sido menos. Además, ha vaciado para mañana su agenda de todo lo que no tenga que ver con lo que el independentismo califica como el juicio del siglo. Había convocado para este viernes la mesa de partidos catalanes, la segunda cita de este formato que busca articular una solución a la cuestión catalana entre las formaciones autonómicas. Al primer encuentro acudieron JxCat, ERC, PSC y los comunes. Torra, en cualquier caso, decidió aplazar la reunión. Miquel Iceta (PSC) lamentó «profundamente» la suspensión.
En Can Brians, Torra coincidirá con los cientos de independentistas que acudirán a dar su aliento a los líderes independentistas. El presidente catalán centra la atención en los presos ya que de esta forma consigue aparcar la pugna que cada vez va a más entre JxCat o la Crida contra Esquerra. Cada día hay un nuevo capítulo en la batalla entre el independentismo. Días atrás fue la decisión de Puigdemont de presentar un recurso de amparo contra Roger Torrent en el Constitucional, más tarde el reproche de Junqueras al expresidente, al asegurar que no huyó por «responsabilidad», luego la crítica de JxCat a ERC por no querer investir a Puigdemont. Y el último es la presión de Puigdemont a sus aún socios para que acepten una lista unitaria de cara a las europeas. Él se ofrece para ir «en la posición que se quiera».