La caja de Pandora de la renovación

Tino Novoa EN LA FRONTERA

ESPAÑA

23 feb 2019 . Actualizado a las 09:44 h.

Hace cinco años, en las anteriores elecciones europeas, el gran acontecimiento, en forma de terremoto, fue la irrupción de Podemos y la entronización de Pablo Iglesias como el gran referente de la nueva política. Quienes entonces encarnaban la novedad y la esperanza, ahora, cuando aún no hemos acabado de agotar el quinquenio del ciclo electoral europeo, no solo son ya los más viejos del lugar, sino que parece que forman parte del paisaje de toda la vida. Llegaron todos a lomos de la ola de indignación y anunciando un nuevo mundo. Iglesias, Rivera, Sánchez, Casado y ahora Abascal han ido pasando, uno tras otro, por el foco con la misma promesa de renovación y regeneración. Cada uno ha tenido sus quince minutos de gloria correspondientes, que a alguno le ha dado incluso para llegar a presidente del Gobierno. Pero, en la práctica, no parece que la situación real de España sea mejor que hace cinco años. Muchos dirían que incluso ha empeorado. Y no solo el país, cuya marcha depende de muchas variables, sino sobre todo, y especialmente, la política.

De aquel Podemos transversal, pegado a los problemas de la gente y adalid de la regeneración ya nada queda. El de Pablo Iglesias es hoy un partido cuarteado que viene a ocupar el espacio tradicional de Izquierda Unida. Pedro Sánchez ha logrado llegar a la Moncloa gracias a una carambola inesperada y oportunista, pero no solo no ha recompuesto al PSOE, sino que, al contrario, es hoy un partido aún más fracturado que hace cinco años. Albert Rivera, que llegó abanderando un centroizquierda light, hoy ha cerrado esa puerta y solo ha dejado abierta la de la derecha y más allá. Pablo Casado ha llegado como un elefante en una cacharrería, disparando contra todo lo que se mueve y rivalizando directamente con la extrema derecha. Con Abascal, que revive un fantasma que creíamos enterrado: el del franquismo.

La necesaria renovación ha acabado siendo como abrir la caja de Pandora. Lo que demuestra el bajo nivel de quienes la pilotan y explica que todos suspendan.