El expresidente del Gobierno vuelve a publicar una entrada por primera vez desde su abandono de la primera línea política el pasado verano
01 mar 2019 . Actualizado a las 13:34 h.De sobre es conocido que Rajoy no es un gran entusiasta de las redes sociales. Y la creación de sus cuentas en los distintas plataformas solo respondieron a la necesidad que tenía un presidente del Gobierno y el líder del principal partido político en España de adaptarse a los nuevos tiempos. Desde su abandono de la primera línea política, primero con la derrota en la moción de censura e inmediatamente después con su salida de la dirección popular, Rajoy ha mantenido un perfil absolutamente discreto en las redes, si cabe, todavía más que el que tiene en la calle.
Desde su abandono de la presidencia del PP en Twitter solo ha abierto la boca en tres ocasiones, todas coincidiendo con sus casi obligadas comparecencias públicas. La primera, el 6 de diciembre, coincidiendo con el 40 aniversario de la Constitución, jornada en la que participó en un acto conmemorativo en el Congreso. LA segunda, a mediados de enero, cuando viajó hasta Sevilla para estar presente en la toma de posesión de Juanma Moreno Bonilla como presidente de la Junta andaluza. El mismo día, inmediatamente después de finalizar el acto, se subió al AVE para viajar a Madrid y participar en la Convención Nacional del PP. También tuiteó por la tarde para mostrar «el placer» que había sido volver a encontrarse con «tantos compañeros». En ninguna de estas tres ocasiones publicó ni una sola entrada en su perfil en Instagram, que permanecía inactivo desde el verano, cuando traspadó el brazalete de capitán del PP a Pablo Casado.
Pero este viernes ha saltado la sorpresa. Rajoy no tiene previsto ningún acto público, y sin embargo ha vuelto a tuitear y ha desempolvado su cuenta en Instagram, de la que seguro que tuvo que hacer un buen esfuerzo para acordarse de la contraseña de entrada. La excusa, el décimo aniversario de Alberto Núñez Feijoo al frente de la Xunta de Galicia.
Aquel triunfo de Feijoo significó la confirmación de Rajoy al frente del partido. De forma muy similar a la de Pablo Casado este diciembre en Andalucía, Rajoy se jugó todo a una carta con las elecciones gallegas del 2009. Si salía bien, reforzaría su por entonces todavía endeble liderazgo. Si salía mal, la presión de sus rivales internos, agazapados esperando el tropezón, sería cada vez más insoportable.
«Diez años gozando de la confianza de los gallegos y trabajando, con la misma ilusión del primer día, por el progreso de Galicia. Felicdiaes Feijoo en el aniversario de una fecha inolvidable», publica el expresidente del Gobierno junto a una foto en la que aparecen los dos saludando tras un mitin de aquella campaña.