Urdangarin saldrá de la prisión de Ávila dos días por semana para hacer voluntariado pese a la oposición del fiscal
ESPAÑA
El juez autoriza al cuñado del rey sin haber accedido al tercer grado, para paliar los efectos nocivos del aislamiento
29 sep 2019 . Actualizado a las 13:17 h.Iñaki Urdangarin saldrá de la cárcel quince meses después, sin haber accedido al tercer grado y en contra del criterio de la Fiscalía e Instituciones Penitenciarias, que no veían sentido alguno a que el cuñado de Felipe VI abandone la prisión para hacer voluntariado. Pero el titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 de Castilla y León con sede en Valladolid ha estimado el recurso de Urdangarin Liebaert y le autoriza a realizar dos salidas a la semana de la prisión de Brieva (Ávila) para acudir al Hogar Don Orione, en Pozuelo ( Madrid), un máximo de ocho horas al día, para trabajar con discapacitados.
Según el auto del juez Florencio de Marcos Madruga, la autorización de salida mientras el preso está en segundo grado se justifica en que «la actividad en el exterior es más que positiva para reducir o eliminar la desocialización y deshumanización, la destrucción del individuo que conlleva la soledad absoluta a la que se le ha sometido, lo cual conecta con algo esencial en cualquier programa de tratamiento, fomentar la autoestima». Se pretende evitar, subraya, los «efectos nocivos» del «absoluto aislamiento» al que está sometido, pese a estar en régimen de segundo grado.
Indica, en este sentido, que ese régimen de aislamiento en el que cumple condena, por motivos de seguridad, no ha sido elegido por el preso, sino que le viene impuesto por Instituciones Penitenciarias. El aislamiento, recuerda el auto, está proscrito en la normativa internacional, aunque se recurre a él para preservar la vida e integridad de los internos, «de ahí la legalidad de la decisión adoptada por la Administración, pero han de articularse medidas para evitar la desocialización que comporta la soledad», justifica el juez.
Sin sueldo
Además, se subraya que, como Urdangarin va a realizar una suerte de voluntariado con personas que tienen discapacidad, «ello implica de por sí un elemento de asunción de valores presociales, pues se liga a una actividad de carácter solidario, voluntaria, libre, sin que tenga su causa en una obligación personal o deber jurídico y sin contraprestación económica o material.
El magistrado valora positivamente la petición del esposo de la infanta Cristina, que fue condenado por el Tribunal Supremo a
cinco años y diez meses por el caso Nóos, y que ingresó en prisión el 18 de junio del 2018, porque «la toma de contacto con la vida real, con los problemas de los demás, contribuye a «generar un elemento de concienciación de la trascendencia de la propia conducta delictiva». No ve tampoco riesgo de fuga ni peligrosidad social en el interno.
El juez indica que el programa propuesto es acorde con el artículo 117 del Reglamento Penitenciario y se enmarca en el concepto de justicia restaurativa, a la «compensación» que obliga el régimen de aislamiento. A la entidad madrileña donde va a hacer voluntariado será trasladado dos días por semana, pero tendrá que regresar para dormir en la prisión. Su tarea consistirá en ayudar a los profesionales de dicho centro en temas deportivos. El informe de la cárcel sobre el que se asienta el auto judicial indica que Urdangarin ha sido un deportista de élite.
La Fiscalía, en contra
El auto estima el recurso, a pesar de la oposición del Ministerio Fiscal a que se aplique esta medida bajo el argumento de la presión mediática. La Fiscalía alega en contra la proyección pública y mediática del reo, «los perjuicios y molestias» para el centro en el que realice ese trabajo y que hasta el 28 de noviembre no cumple la cuarta parte de la condena.
El 9 de agosto del 2018, la junta de tratamiento del centro propuso la clasificación en segundo grado de Iñaki Urdangarin. Interior ratificó el grado. En enero se le revisará su clasificación y es probable que en el 2021 se le conceda el tercer grado y hacia mayo del 2022 salga en libertad condicional.