El Gobierno responde a Torra que no habrá diálogo al margen de la ley y le exige de nuevo que condene la violencia

LA VOZ REDACCIÓN

ESPAÑA

Ricardo Rubio - Europa Press

Le recuerdan que el problema de Cataluña no es la independencia, «que no se producirá porque es ilegal», sino restablecer la «convivencia» dañada

19 oct 2019 . Actualizado a las 16:09 h.

La llamada a la negociación con el Gobierno que Quim Torra hacía esta mañana ha tenido respuesta desde Moncloa, aunque no la esperada por el presidente de la Generalitat. Si Torra apelaba a una negociación sin condiciones, a una salida «política» al conflicto «político» del procés, la postura del Ejecutivo en funciones es que no habrá nada al margen de la ley ni hasta que Torra no condene la violencia y reconozca el trabajo de las fuerzas policiales del Estado y de los Mossos, reiterando además que «el problema de Cataluña no es la independencia -que no se producirá, porque no es legal, ni la quiere la mayoría de los catalanes- sino la convivencia».

El propio Torra ha sido quien ha llamado al presidente en funciones, Pedro Sánchez, sin que este le haya respondido. Fuentes de Moncloa explican que la «respuesta» que el Gobierno le da es que «debe condenar rotundamente la violencia, cuestión que no ha hecho hasta el momento, así como reconocer el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de los Mossos, y solidarizarse con los policías heridos».

Asimismo, en referencia a la petición de fecha y hora para sentarse a negociar, lanzada por el responsable de la Generalitat, aseguran que el Gobierno siempre ha estado a favor de dialogar «dentro de la ley». «Primero ley y luego diálogo», insisten, para añadir que «para que el diálogo sea efectivo, el señor Torra debería reconocer a la otra parte de los catalanes, que no son independentistas, y que le están reclamando reconstruir la convivencia dañada por el independentismo. Convivencia, últimamente, aún más dañada por el independentismo violento».

El Ejecutivo le recuerda también que la propuesta de referendo que lanzó este jueves, en un nuevo órdago al Estado, «no la quiere la mayoría de catalanes ni, al parecer, la mayoría de su propio Govern», e insiste en que el paso imprescindible para restañar la convivencia perdida es condenar la violencia, «algo que no ha hecho».