Primer ensayo para que nada falle en la exhumación de Franco

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Un coche fúnebre llega este martes al Valle de los Caidos para el ensayo de la exhumación de Franco, prevista para el 24 de octubre
Un coche fúnebre llega este martes al Valle de los Caidos para el ensayo de la exhumación de Franco, prevista para el 24 de octubre Ricardo Rubio | Europa Press

Temor a un choque entre partidarios y detractores del dictador

24 oct 2019 . Actualizado a las 18:06 h.

Todo funcionó de forma satisfactoria en el primer gran ensayo que completó ayer el Gobierno de cara al jueves, cuando al filo de las 10.30 horas se procederá a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos.

El director de orquesta es el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños, encargado de coordinar un operativo en el que además de su departamento también están implicados la Vicepresidencia del Gobierno, la Delegación del Gobierno de Madrid, la Guardia Civil, la Policía Nacional, Patrimonio del Estado, Patrimonio Nacional, la Secretaría de Estado de Comunicación, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, el Grupo 45 del Ejército del Aire, el forense y al menos dos empresas privadas: la funeraria gallega Alba y la conquense Hermanos Verdugo, una compañía familiar especialista en el trabajo del mármol y el granito radicada en la pequeña localidad de Villamayor de Santiago, que será la encargada de proceder al levantamiento de la pesada losa de 1.500 kilos bajo la que descansan los restos del dictador.

Choque de manifestaciones

También hay otros actores que participarán en la operación de mañana, como los 22 familiares de Franco que ya han manifestado al Gobierno su voluntad de estar presentes en la exhumación, el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, que bendecirá el féretro y posteriormente oficiará una misa en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio junto al sacerdote Tejero, o la multitud de manifestantes que el Ejecutivo prevé que se arremolinen a las puertas tanto de Cuelgamuros como del recinto que a partir del jueves acogerá los restos del dictador. En la Moncloa temen por un choque entre activistas y simpatizantes en favor del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y nostálgicos del régimen, por lo que no se escatimarán recursos para seguridad.

La Fundación Francisco Franco registró ayer un escrito ante la Delegación del Gobierno de Madrid solicitando autorización para hacer «un llamamiento para la oración» en el cementerio de El Pardo, donde quiere invitar a todos sus seguidores para que acudan a «rezar oraciones, y, en su caso, cantos litúrgicos» mientras se depositan «flores y coronas». El permiso que solicitan comprende desde las 10.30 hasta el final del día, al entender que será «una concentración fluctuante» en la que les resulta imposible prever el número de personas que acudirán a esta llamada.

El alcalde de Madrid, el popular Martínez-Almeida, exigió ayer a Sánchez «que no se desentienda de las consecuencias» porque los eventuales «desórdenes públicos» son competencia del Ministerio del Interior.

Los pasos del proceso

En primer lugar se realizará la exhumación del cuerpo del dictador. En el acto estarán presentes 22 familiares del dictador que serán recogidos previamente en tres puntos distintos de la capital. La ministra de Justicia, junto con otros miembros del Gobierno, estará también durante las labores.

Dentro de la basílica no se permitirá ningún dispositivo móvil que pueda captar imágenes, todos pasarán por un escáner y un detector de metales. Como medida de seguridad adicional, una carpa cubrirá la zona exacta donde se encuentra la tumba y solo podrán acceder dos de los 22 familiares presentes.

El segundo paso será el traslado. La hora de comienzo de este trabajo depende en gran medida de la rapidez con la que los operarios consigan extraer el féretro en la basílica. Si no encuentran complicaciones, todo este proceso podría realizarse en una hora, mientras que si hay algún inconveniente puede retrasarse un par de horas.

Una vez extraída la caja, hay dos opciones en función de las condiciones atmosféricas. Si son favorables, se podrá efectuar en helicóptero, pero si hay mucha niebla o viento tendrá que hacerse en coche. La lluvia no sería motivo para descartar la primera opción. La de mover los restos por aire es la opción más deseable ya que supondría un menor despliegue y sería más segura y rápida que la vía terrestre.

Por último se realizaría la reinhumación de Franco. Durante el proceso, al contrario que en el de exhumación, la familia tendrá un momento de intimidad sin la intervención del Gobierno. La tumba se ubicará en la cripta del panteón familiar que, a pesar de que es patrimonio del Estado, actualmente está cedida hasta dentro de 44 años a la familia Franco.

En el cementerio de Mingorrubio se encuentran, además, enterradas otras figuras políticas del régimen franquista y de la Transición.