PSOE y Podemos sellan una coalición con Pablo Iglesias de vicepresidente

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

Sánchez abre una ronda en busca de los apoyos que aún requiere para ser investido

12 nov 2019 . Actualizado a las 20:36 h.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han alcanzado un principio de acuerdo para formar un Gobierno de coalición «rotundamente progresista». A diferencia de las negociaciones de julio, en este caso no habrá vetos personales, por lo que Pablo Iglesias será vicepresidente del Gobierno. La estructura del Ejecutivo y el reparto de carteras no se definirá hasta después de una investidura a la que todavía le faltan apoyos, pero según anunció Sánchez durante la campaña, otra vicepresidencia está reservada para la gallega Nadia Calviño.

Los líderes del PSOE y de Podemos firmaron el martes un documento que les compromete a gobernar rigiéndose «por los principios de cohesión, lealtad y solidaridad». Diez puntos en los que destacan ofrecer todas las garantías para la convivencia en Cataluña o la lucha contra la España vaciada.

En una breve comparecencia conjunta en la que no admitieron preguntas de la prensa, Pedro Sánchez se congratuló por esta «ilusionante e importante firma» que llega apenas 48 horas después de la cita electoral. «Los españoles han hablado. No había justificación para que se persistiera en el bloqueo», aseguró. «Este nuevo Gobierno va a ser rotundamente progresista, porque estará integrado por fuerzas progresistas y porque va a trabajar por el progreso de España. Lo único que no cabrá será el odio y la confrontación entre españoles», avanzó el jefe del Ejecutivo en funciones. Sánchez confió en que este principio de acuerdo «no permita solo la investidura», sino que posibilite la gobernabilidad de los cuatro años a los que como máximo aspira una legislatura en las Cortes.

«Experiencia y valentía»

Por su parte, Pablo Iglesias ensalzó que el nuevo Ejecutivo «luchará contra la extrema derecha» gracias a una combinación de «la experiencia del PSOE y la valentía de Podemos». El líder de la formación morada recordó sus palabras de la noche electoral en las que dijo que «la oportunidad histórica de abril se había convertido en una necesidad histórica» tras el gran avance en las urnas de Vox.

jma | Efe

Entre los socialistas y Unidas Podemos suman 155 escaños (120 del PSOE y 35 de UP), por lo que todavía tendrán que recabar el apoyo de otras fuerzas para que la investidura salga adelante. Para que la coalición salga adelante, la candidatura de Sánchez necesita lograr más votos a favor que en contra. Tal y como avanzó el presidente del Gobierno, a partir de hoy mismo el PSOE abrirá una ronda de contactos con el resto de formaciones en busca de estos apoyos suficientes que les permitan no solo sacar adelante la investidura, sino establecer una mayoría parlamentaria para gobernar durante los próximos cuatro años.

Borrón y cuenta nueva

Tras los sonados choques de este verano entre ambas formaciones que echaron por tierra la coalición con Sánchez diciendo que no dormiría con dirigentes de Podemos dentro de la Moncloa y con Iglesias diciendo que no se fiaba del líder del Ejecutivo, ambos llamaron este martes a pasar página y olvidar viejas rencillas momentos antes de fundirse en un abrazo. 

«El proyecto es tan ilusionante que supera cualquier desencuentro», dijo Sánchez. «Es tiempo de dejar atrás cualquier reproche. Sánchez sabe que podrá contar con toda nuestra lealtad», comentó Pablo Iglesias.

Desde la oposición, el primero en reaccionar fue el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que a la salida del comité de dirección del PP celebrado este martes en Génova 13 afirmó que tras este acuerdo ya «nadie se va a fiar nunca más» del presidente del Gobierno, recordando sus palabras de este verano en las que Sánchez garantizaba que no podría dormir con dirigentes de Podemos dentro de La Moncloa.