PSOE y Podemos pactan libertad de voto en todos los asuntos menos en la acción de gobierno

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado REDACCIÓN

ESPAÑA

El protocolo fue firmado por Rafael Simancas y Adriana Lastra, por el PSOE, e Irene Montero, Jaume Asens e Ione Belarra, por Unidas Podemos.
El protocolo fue firmado por Rafael Simancas y Adriana Lastra, por el PSOE, e Irene Montero, Jaume Asens e Ione Belarra, por Unidas Podemos. PSOE

La comunicación del Ejecutivo de coalición la controlará Presidencia

08 ene 2020 . Actualizado a las 20:17 h.

El PSOE y Unidas Podemos buscan reforzar su acuerdo de gobierno con la firma de un nuevo documento en el que ambas formaciones se comprometen a poner en marcha en menos de un mes dos mesas de seguimiento. Una de ellas estará centrada en velar por el cumplimiento del programa de gobierno. La otra, para coordinar la acción parlamentaria de los dos grupos. Y de paso, acordar una estrategia comunicativa común evitando que cada uno de ellos haga la guerra por su lado.

 

Este nuevo documento lleva el título de Protocolo de funcionamiento, coordinación, desarrollo y seguimiento del acuerdo del gobierno progresista de coalición, y su objetivo será blindar el Ejecutivo bipartito que verá la luz durante la próxima semana. Sánchez e Iglesias están preocupados por que las diferencias entre las formaciones que lideran puedan aflorar y se trasladen al seno del Gobierno.

Respeto a la Constitución

El texto menciona expresamente la incompatibilidad de los ministros regulada en el artículo 98 de la Constitución por lo que Pablo Iglesias deberá dejar de presentar sus programas de televisión cuando se convierta en vicepresidente. Pues no se permite «ni actividad profesional o mercantil alguna».

El primer apartado hace referencia a que la acción del Gobierno «se desarrollará en todo momento con pleno respeto a la Constitución Española y al resto del ordenamiento jurídico», y «en particular se cumplirá lo previsto en el artículo 98». Dicho apartado regula la composición del Gobierno y especifica que es el presidente el que «dirige la acción y coordina las funciones de los demás miembros» del Ejecutivo.

El PSOE y UP se comprometen a respetar la disciplina de voto en todas las medidas que afecten al programa de gobierno. También se informarán cuando alguno de los grupos quiera presentar iniciativas parlamentarias de gran trascendencia. Además, los proyectos de ley, nombre con el que se conocen las iniciativas impulsadas por el Gobierno, y no por los grupos políticos, serán apoyados por los dos grupos que sustentan el Ejecutivo, así como los Presupuestos Generales del Estado, que se votarán a favor y sobre los que no presentarán enmiendas sin informarse previamente.

Pese al vacío temporal de Gobierno, el gabinete de Sánchez también se ha puesto en contacto con el del presidente de la Generalitat, Quim Torra, para cerrar una primera conversación telefónica entre ambos y una primera reunión que sirva para iniciar la mesa de diálogo con Cataluña, que deberá convocarse en un plazo de 15 días desde la formación del Ejecutivo.

Respecto al apartado comunicativo, la intención es que todo pase por la secretaría de Estado de Comunicación, para la que Sánchez viene confiando en Miguel Ángel Oliver. Los ministros deberán comunicarle «los principales anuncios y medidas». Además, se les prohíbe dar opinión sobre asuntos que no pertenezcan a su ámbito competencial.

Resolver discrepancias

El último punto del documento toca las discrepancias que puedan surgir. El ámbito para resolverlas será la comisión, y de no ser posible lavar la ropa dentro de casa, se acordará el «alcance y la publicidad» que los socios darán a la crisis. En este apartado también se recoge que si se procediera a efectuar cambios en el Gobierno, se respetaría el equilibrio entre el PSOE y UP.

De momento, no está previsto que mañana se celebre Consejo de Ministros y, de hecho, no ha sido convocada la comisión de subsecretarios. Cabe la posibilidad de que haya uno extraordinario a mitad de la próxima semana.