Los vascos sí podrán moverse entre provincias, lo que se niega a Galicia

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Gente caminando por la playa de Ondarreta de San Sebastián el pasado miércoles, 6 de mayo
Gente caminando por la playa de Ondarreta de San Sebastián el pasado miércoles, 6 de mayo Juan Herrero | efe

Moncloa rectifica y permitirá pernoctar en la segunda vivienda dentro de la misma provincia a partir del lunes

09 may 2020 . Actualizado a las 21:20 h.

El Gobierno rechazó este viernes la petición de la Xunta en la que se solicitaba que los gallegos pudiesen moverse entre las cuatro provincias. El propio Pedro Sánchez argumentó que la decisión se había tomado en base a dos criterios fundamentales presentes en todo el plan de desescalada: «ciencia y prudencia».

Esta prohibición de traspasar límites provinciales está presente en todo el Estado para todos los territorios que el lunes entrarán en la fase 1, salvo una excepción. Los vascos sí tienen permiso para moverse entre las tres provincias. Según dispone la última publicación del BOE, los ciudadanos de «los territorios históricos» de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa sí tendrán autorización para traspasar los lindes provinciales «entre municipios colindantes de tránsito habitual para la realización de actividades socioeconómicas». Es decir, que a diferencia de lo que sucede en Galicia, los vascos sí podrán llevar el coche al taller, ir a la peluquería o tomar una cerveza en el municipio vecino, aunque este pertenezca a otra provincia.

Para el resto del país, los movimientos interprovinciales siguen sujetos a las «excepciones por motivos sanitarios, laborales, de retorno al lugar de residencia familiar, asistencia y cuidado de mayores, dependientes o personas con discapacidad, causa de fuerza mayor».

Fuentes del Gobierno detallan que esta decisión de abrir la mano en el País Vasco se debe a que la extensión total de las tres provincias que la conforman equivale a una de tamaño medio para el resto del país. La regulación de este apartado quedará en manos de las autoridades vascas.

Rectificación en Moncloa

Por otro lado, Pedro Sánchez confirmó ante una pregunta formulada por La Voz que los habitantes de los territorios en fase 1 sí podrán desplazarse a sus segundas residencias, siempre y cuando estas se encuentren en la misma provincia, a pesar de que en un encuentro informal con la prensa Moncloa había sostenido que esta posibilidad no se permitía hasta la entrada a la segunda fase. La confusión surgió cuando el Gobierno dio a conocer que durante la fase 1 del plan de desescalada no estaba permitido pernoctar en segundas residencias, ni siquiera en la misma provincia, isla o región. Ante la asonancia entre la respuesta de Sánchez y lo fijado horas antes por los responsables de la desescalada, la Secretaría de Estado de Comunicación se vio obligada a difundir un mensaje aclarando que Sanidad había modificado su interpretación de la orden ministerial publicada en el BOE. Este cambio de criterio supone que a partir de este lunes sí sea posible el traslado a las segundas viviendas, al igual que está permitido desplazarse a hoteles y alojamientos turísticos, siempre en la misma provincia y siempre para las áreas en fase 1, como es el caso de toda Galicia.

Nueva prórroga de alarma

En su discurso, Sánchez deslizó que en unos días regresará al Congreso para volver a solicitar una nueva prórroga del estado de alarma al plantear que se trata de la única herramienta constitucional con garantías para limitar los «derechos fundamentales» de «movilidad» y de «reunión», capitales para contener los contagios del virus. De este modo, todo apunta a que el Ejecutivo seguirá recurriendo a ella hasta finales de junio, con la llamada «nueva normalidad», a pesar de las crecientes críticas de oposición y socios parlamentarios, que demandan una alternativa jurídica que limite los poderes del Gobierno.

El presidente Sánchez detalló que, acorde con la progresión de la pandemia del covid-19, el Gobierno irá recurriendo a «distintos estados de alarma», pero sin llegar a concretar si con estas palabras estaba abriendo la puerta a su aplicación en solo determinados territorios y no en el conjunto del Estado, tal y como habilita la Constitución.

Sánchez pide cautela y respeto a las normas para no volver atrás en la desescalada

«Prudencia, prudencia y prudencia», repetía este viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa. «Prudencia», volvió a insistir el presidente del Gobierno en su ya habitual intervención desde Moncloa de los sábados. Sánchez recordó que «el virus no ha desaparecido, sigue ahí, al acecho», y que por tanto «debemos cohabitar» con el covid-19, ya que «no se extinguirá hasta que demos con una vacuna».

Esta nueva llamada a la cautela se produce a las puertas de que el 51 % de los españoles acceda a la fase 1 de la desescalada, por lo que a partir de mañana se verán aliviados de algunas de las medidas del «estricto» confinamiento mantenido ocho semanas.

Temor a una vuelta atrás

A ellos se refirió de forma expresa para pedirles «toda la cautela y toda la prudencia» ante el temor de que un incumplimiento de las pautas fijadas por Sanidad vuelva a suponer un rebrote de la infección y que, por tanto, haya que desandar lo andado. El jefe del Ejecutivo destacó la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) «del riesgo muy real de volver al confinamiento si no se gestiona bien la desescalada».

Por ello, insistió en la necesidad de lavarse frecuentemente las manos, respetar la distancia interpersonal de dos metros y extremar la higiene en los espacios públicos y privados. «El método más efectivo para interrumpir el contagio es que cada persona tome las mismas precauciones que como si estuviera infectada», afirmó.

«Prudencia» ante el enfado de los presidentes autonómicos

Sánchez también recurrió a la «prudencia» para defenderse de las críticas manifestadas por los presidentes autonómicos derivadas de su malestar por el resultado de las decisiones tomadas por el mando único de Sanidad a la hora de determinar los territorios que avanzaban de fase en el proceso de desescalada.

El enfado, total o parcial, más o menos intenso, provino de distintas latitudes y de mandatarios gobernados bajo los signos políticos más dispares. Las razones fueron varias. Por parte del presidente andaluz, el popular Moreno Bonilla, por no comprender los motivos por los que en algunas comunidades, como Cataluña, Castilla y León y Valencia, Sanidad sí admitió la petición de que se les tuviera en cuenta las áreas sanitarias para la evaluación, y no las provincias, que es la unidad territorial fijada de base. Sorprendieron especialmente las quejas del titular de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, que no entendió el fallo del jurado, al denunciar que la comunidad que gobierna debería haber promocionado al siguiente nivel en su conjunto, y no solo algunas áreas. Le arroparon en sus quejas sus socios en el gobierno autonómico de Compromís, históricos aliados de Podemos, aunque en las últimas elecciones generales se asociaron con la escisión creada por Íñigo Errejón de Más País. Su diputado en Madrid, Joan Baldoví, uno de los votos que hasta ahora Sánchez siempre ha tenido a favor para prorrogar el estado de alarma, publicó un mensaje en las redes sociales para «exigir al Gobierno que explique y argumente esta decisión de forma muy clara, porque los valencianos merecemos transparencia», dijo, tras denunciar un trato injusto por parte del jurado.

Mientras, en Galicia no sentó bien que se desatendiera su petición para que los ciudadanos pudiesen moverse a través de las provincias, especialmente cuando todas lograron avanzar de nivel, una incomprensión que se acrecentó al trascender que en el País Vasco se había optado por seguir otro criterio.

Las quejas de Madrid son capítulo aparte, ya que el Gobierno central y el ejecutivo autonómico mantienen una guerra política casi desde el inicio de la crisis. El presidente del Gobierno volvió a insistir ayer en una llamada a la unidad, pero en la ronda de preguntas fue cuestionado si sus constantes apelaciones a «no politizar esta emergencia sanitaria» concordaban con un mensaje publicado este viernes desde Ferraz en el que se acusaba a la Comunidad de Madrid como «ejemplo de gestión ineficaz e irresponsable». Sánchez dijo no tener conocimiento del mismo y volvió a apelar a la unidad para derrotar al virus.

Muchos dirigentes lamentaron los resultados, pero todos mostraron su enfado por las formas en las que conocieron si sus territorios avanzaban de fase. «Mi indignación crece. Veo filtraciones sobre quién pasa de fase y quién no, mientras los presidentes seguimos sin noticias», dijo el cántabro Miguel Ángel Revilla.