José Manuel Romay Beccaría: «Me apena que al frente de España esté una persona sin claridad de ideas»

Francisco Espiñeira Fandiño
fRANCISCO ESPIÑEIRa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Romay Beccaría muestra un ejemplar de sus memorias en el salón de su casa
Romay Beccaría muestra un ejemplar de sus memorias en el salón de su casa MARCOS MÍGUEZ

«Quiero ser recordado como un político gallego. Galicia fue mi prioridad», asegura el expresidente del Consejo de Estado

13 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

José Manuel Romay Beccaría (Betanzos, 1934) presenta el próximo viernes en A Coruña su último libro, unas memorias en las que repasa más de sesenta años de servicio público en más de quinientas páginas. Ha conseguido recopilar fotos e ideas en poco más de un año y en él se recorre desde su infancia en Betanzos hasta su paso por el Consejo de Estado, última etapa de una carrera política que le llevó a ser ministro, conselleiro y a un sinfín de responsabilidades públicas en el Gobierno y en su partido, el PP, del que llegó incluso a ser presidente unos días.

-¿Por qué este libro?

-Porque entendía que ahora que he llegado al final de mi trayectoria profesional era una buena oportunidad transmitir esa satisfacción que yo he sentido a través del desempeño del servicio público y que se supiera. La política es un mundo apasionante que merece la pena dar a conocer. Tengo que admitir que fui feliz en toda mi trayectoria. Y lo digo sin petulancia ni pretensión alguna. Este libro pretende añadir un ingrediente intelectual y de pensamiento a toda esa trayectoria, dar a conocer mis influencias, como Popper, Dahrendorf...

-En el libro escriben encendidos elogios Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijoo. ¿Son sus alumnos más aventajados?

-Mariano no es una creación mía, sino una persona que se desarrolló autónomamente y que llegó más pronto y más lejos que yo. Me honra con su amistad y nos une el amor por nuestra tierra. Hasta le han intentado menospreciar llamándole gallego. Alberto es una persona que yo conozco a mediados de mi vida política. Él ya era un funcionario distinguido y aprecié su enorme valía de inmediato. Tiene una biografía muy importante y estoy seguro de que lo será más en el futuro.

-¿Lo ve de presidente de España?

-Yo no le pongo límites a Núñez Feijoo. Solo puedo decir que Galicia tiene ahora una persona de muchísimo nivel al frente y que está haciendo lo mejor que se puede hacer en la difícil situación en la que estamos. Antepuso siempre Galicia y está refinando los mecanismos de la autonomía que Gerardo Fernández Albor puso en marcha y que Manuel Fraga empujó a máximos.

-¿Cuál es el mejor político que ha conocido en su larga trayectoria?

-El más completo yo diría que está entre Rajoy y Feijoo. Son dos excepcionales ejemplos de compromiso con el servicio público.

-¿Y el que más le defraudó?

-He tenido mucha suerte. De las traiciones y los errores me olvido pronto. Prefiero recordar las cosas bien hechas.

-¿Qué opina del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias?

-Pues que lo siento mucho por España que dos personas así estén al frente de los destinos de todos. No tienen la claridad de ideas necesaria para afrontar esta situación y en el caso de Iglesias me separan además sus métodos y sus objetivos, que se encuentran en las antípodas de mi pensamiento, el liberalismo reformista. Siento mucho que no esté al frente de España una persona con las ideas más claras y que anteponga el interés general.

-¿Cómo le gustaría ser recordado?

-Como un político gallego. Toda la vida me preparé para eso. Y siempre intenté ayudar desde todos los lugares en los que tuve ocasión de servir. En Galicia o en España. Tuve la suerte de que Manuel Fraga me llamó pronto para ayudar y estuve con Fernández Albor y con él. Pero nunca perdí la perspectiva y Galicia siempre fue mi prioridad.

«Solo estuve una vez con Bárcenas y fue su último día en Génova»

Define la corrupción como «la peor lacra» de la política actual

f. espiñeira

Romay Beccaría vive con extrema atención la evolución de la pandemia. Evita contactos innecesarios y se protege con una mascarilla a diario. «Últimamente hemos tenido algún susto de una persona cercana por un exceso de confianza. No podemos bajar la guardia en ningún momento porque el covid-19 sigue siendo una grave amenaza», relata.

Su día a día pasa por la rehabilitación de una hernia, la lectura de la prensa y el repaso de algunos de sus libros de cabecera: «Doné hace poco más de cinco mil ejemplares a la Xunta de Galicia. Soy muy feliz regalando libros, porque es compartir conocimiento y estimular el debate. Siempre lo hice y tengo que decir que uno de los objetivos de estas memorias es precisamente ese: contar algunas cosas que no me gustaría que se perdiesen».

-¿Sigue la actualidad política?

-Como cualquier ciudadano, a través del periódico y las tertulias con los amigos. ¿Asesorar a alguien? No pienso. Soy amigo de Alberto, pero bastante tiene con pelear con toda esta situación y yo ya no estoy para estar dando la lata todo el día.

-¿Cuál es el peor mal de la política que usted ha conocido?

-Una de las principales lacras es la corrupción. Yo he tenido suerte, porque siempre ha habido algo que me ha alejado de esas personas que no han respetado el servicio público.

-Su partido, el PP, está ahora en el punto de mira de la Justicia por el caso Bárcenas.

-A Bárcenas, por ejemplo, solo lo vi una vez y fue una entrevista breve y tensa. Fue cuando Rajoy me nombró tesorero del partido en plena tormenta de la Gürtel y me limité a decirle que no a algunas peticiones. Nunca le volví a ver y fue la última vez que pasó por Génova.

-¿Cuál cree que ha sido su mejor legado político?

-Me gusta decir que siempre he intentado ayudar. No quisiera parecer petulante, pero es cierto que por casi todos los sitios por los que he pasado intenté aportar algo. Puse las bases de los desarrollos urbanísticos de los polígonos coruñeses de Zalaeta y Elviña, que en su momento fueron pioneros en España, puse en marcha la campaña de vacunación de la polio por la que fuimos felicitados por la OMS, en nuestro primer año en Agricultura redujimos de doscientas mil hectáreas a 46.000 el monte quemado y pusimos en marcha el sistema de lucha contra los incendios… En la Consellería de Agricultura disfruté muchísimo.

-Y en el final de su carrera le tocó lidiar desde el Consejo de Estado con los informes sobre el secesionismo catalán.

-Participar en el Consejo de Estado es una gozada. Cada sesión de los jueves era un placer por el enorme rigor y conocimiento de todos los miembros. Todos los españoles deben estar orgullosos de una institución que informa con rigor, responsabilidad, independencia y lealtad al Gobierno con el único fin de defender la Constitución. Fue un placer.

-¿Cuáles son sus planes a partir de ahora?

-Disfruté tanto haciendo este libro que ya estoy pensando en el siguiente, algo para recopilar parte de ese pensamiento liberal reformista que me gustaría transmitir. Pero no de creación propia, que no soy tan brillante, sino a través del análisis de algunos de los principales pensadores de los últimos años. Tengo ahí varios libros esperando.

-Hay muchos que siguen señalándole como un referente dentro del PP.

-Yo ya estoy retirado. Mi futuro pasa por vivir en La Coruña con mi mujer, que afortunadamente está bastante bien, ir a los médicos y ver crecer a los nietos. Solo puedo reiterar que fui feliz haciendo política. Y que ahora también soy feliz.

«Mi espejo siempre fue mi padre y su vocación de ayudar a las personas más necesitadas»

El libro José Manuel Romay Beccaría, vida y pensamiento son 512 páginas en las que el autor afronta una completa retrospectiva de su vida, desde sus primeros años en Betanzos hasta el paso por todas las responsabilidades que ha ido ocupando en la vida pública. Casado, padre de cuatro hijos y abuelo de cuatro nietos, en sus memorias hay espacio para un buen número de imágenes en las que no faltan el reconocimiento a su padre, los actos más significativos de su trayectoria y numerosas referencias vitales.

-Arranca sus memorias recordando a su primera profesora, doña Paquita, toda una institución en Betanzos.

-Es que son muchas las personas que me han influido. El primero de todos, mi padre, Emilio. Fue presidente de la Diputación en dos etapas, alcalde de Betanzos… Pero, sobre todo, era feliz ayudando a la gente más sencilla, a los más necesitados. Él me transmitió esa entrega absoluta al servicio público y el afán por ayudar. Crecí viendo eso y doña Paquita era un ejemplo más de ese esfuerzo. Es cierto que es toda una institución en Betanzos. Sacó adelante a decenas de niños durante décadas en unos tiempos en los que no había los medios que hay ahora. En ella personifico ese espíritu de ayudar a los demás. Pero he tenido muchos otros estímulos. Como mis profesores jesuitas de Vigo, como el padre Pablo Pardo y Pardo de Vera o el padre Baeza. Eran personas que influyeron en mi formación y acentuaron mi interés por la búsqueda de la excelencia intelectual y que ocuparon puestos muy relevantes.

-Y eligió la Universidad de Santiago para formarse.

-Era una época sorprendente y mucha gente se iba fuera. Había muchas cátedras libres por las víctimas de la guerra, los exiliados por cuestiones políticas… pero aun así había un enorme talento. El rector Lacambra, por ejemplo, fue traducido al alemán. Allí descubrí la importancia del Consejo de Estado. Sus informes fueron muy valiosos para aprender el nuevo orden administrativo de toda Europa y en eso Santiago iba muy avanzado.

-¿Es cierto que estudió alemán para poder leer a alguno de sus autores de referencia en Derecho Administrativo?

-Sí, es cierto. Es que entonces había muchos textos en francés y en italiano, pero los principales referentes escribían en alemán y no eran habituales las tradiciones. Me interesaba mucho y entendí necesario el esfuerzo.

«Un hombre de acción y reflexión», según Rajoy, y un «militante del saber», según Núñez Feijoo

El libro José Manuel Romay Beccaría, vida y pensamiento está estructurado en nueve capítulos en los que se recogen desde asuntos personales, como su infancia, su educación, la temprana muerte de su padre, el servicio militar -con foto incluida-, su vida familiar y algunas anécdotas de sus diversos puestos hasta un recorrido por su trayectoria pública. No falta el recuerdo para su primer destino, en el Servicio del Suelo, pasando por la Secretaría General de Sanidad, sus vicisitudes políticas, incluida la marginación dentro de lo que entonces era Alianza Popular, su paso por la vicepresidencia de la Xunta y las responsabilidades orgánicas en el PP, las guerras internas que acabaron con la llegada de Manuel Fraga a Galicia, el Prestige, la presidencia de la Diputación coruñesa, la estancia en la Consellería de Agricultura o en el Ministerio de Sanidad... El listado de cargos es casi interminable, pero Romay se siente especialmente orgulloso de la Transición y del papel del rey emérito en aquellos años del final del franquismo.

De hecho, su discurso del viernes será una reivindicación de los logros de aquella época «ante los ataques que intenta deslegitimar la difícil construcción de la democracia actual».

El libro incluye sendos artículos de Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijoo sobre su figura. El expresidente del Gobierno califica a Romay Beccaría como «un hombre de acción y reflexión». «Su experiencia vital y laboral es tan singularmente extensa que estas memorias que resumen la vida del autor y su pensamiento político pueden ser leídas como una pequeña parte de la historia de España en los últimos cuarenta años, una época larga e importante que José Manuel Romay protagonizó, vivió y presenció».

Alberto Núñez Feijoo pone en valor el afán divulgador de su primer mentor en el mundo de la política, al que califica como «un militante del saber». «En él admiramos ese ejercicio fascinante que lo lleva a descender del ático de las grandes ideas políticas al entresuelo de la política menuda donde no vale recurrir a un manual ni refugiarse en brillantes teorías», destaca el presidente de la Xunta.

Rajoy y Feijoo acompañarán al autor en una presentación por «streaming»

El acto de presentación del libro José Manuel Romay Beccaría, vida y pensamiento político tendrá lugar el próximo viernes en la sede coruñesa de Afundación (Cantón Grande, 8), a partir de las seis de la tarde. El político gallego estará arropado por algunos de sus más cercanos y se espera que puedan asistir tanto Mariano Rajoy como Alberto Núñez Feijoo.

La presentación del libro será solo para los medios. «Romay fue ministro de Sanidad y sabe que lo más importante es el riesgo cero, con lo que las medidas de prevención reducirían tanto el aforo que harían casi imposible atender a todos los interesados en asistir», cuenta uno de sus colaboradores. Por ello, a la sede de Afundación solo accederán los medios de comunicación y el evento podrá ser seguido por todos los interesados por streaming a través de la página web www.romayvidaypensamientopolitico.com.