Sánchez gana tiempo para decidir el alcance de su primera crisis en el Gobierno de coalición
ESPAÑA
No adelanta quién relevará a Illa en Sanidad y sopesa hacer más cambios en el Gabinete
08 ene 2021 . Actualizado a las 20:41 h.Pedro Sánchez aguantará todas las presiones para que releve a Salvador Illa al frente del Ministerio de Sanidad tras su designación como candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat. «Que le quede a todo el mundo claro. Estoy centrado en asumir mis responsabilidades y en hacer frente al incremento de casos, y hasta el último minuto voy a ejercer mis responsabilidades. Cuando empiece la campaña electoral, las dejaré de asumir», afirmó ayer el propio Illa. Una declaración que solo es posible si Sánchez le ha asegurado que así será.
El jefe del Ejecutivo no tiene tampoco intención de anunciar por adelantado quién le sustituirá. Sánchez gana así tiempo para decidir el alcance de la obligada reestructuración en el Gobierno de coalición. Retrasar la decisión le permite no comprometerse a nada hasta comprobar la evolución de la pandemia, que se prevé negativa a corto plazo.
Relevo quirúrgico o crisis
Las opciones son un relevo quirúrgico, con un mínimo movimiento de piezas que se limitaría a cubrir la vacante en Sanidad y, eventualmente, la cartera de quien le sustituya si se trata de otro miembro del Gobierno, o aprovechar la ocasión para introducir más cambios y tratar de relanzar la acción del Ejecutivo una vez alcanzado el objetivo de aprobar los Presupuestos.
Aunque se da casi por hecho que la cartera de Sanidad será asumida por la titular de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, al haber participado junto a Illa en el Consejo Interterritorial de Salud durante la pandemia y tener interlocución fluida con los presidentes autonómicos, no hay ninguna confirmación oficial en ese sentido. Ese movimiento permitiría a Sánchez solucionar la crisis con un mínimo cambio de carteras y resolver al tiempo la situación del líder del PSC, Miquel Iceta, que podría sustituir a Darias.
La segunda opción que estaría estudiando Sánchez, la de una remodelación más amplia en su Gabinete, sería mucho más compleja por el hecho de tratarse de un Gobierno de coalición. Aunque en Unidas Podemos aseguran que tienen blindada su cuota en el Ejecutivo en virtud del pacto de Gobierno, eso afectaría al porcentaje de ministros, pero no a sus nombres. Pablo Iglesias no participó en la decisión de relevar a Illa en Sanidad y no ha tratado con Sánchez una posible crisis. Pero el partido morado no tiene intención de cambiar a ninguno de sus ministros. Y, en caso de que Sánchez diera una muestra de autoridad y forzara un relevo -se habla del titular de Consumo, Alberto Garzón- ello podría complicar aún más la tensa relación entre los dos socios de coalición.
Esa situación limitaría los posibles cambios a carteras ocupadas por ministros socialistas. Y ahí, las posibilidades son escasas y dependerían de carambolas a varias bandas. Una de las hipótesis que se estarían planteando sería la incorporación al Gobierno de la líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz. Un movimiento que cerraría la batalla interna del PSOE en esa comunidad y ofrecería una salida digna a la expresidenta de la Junta, que parece haber asumido el final de su liderazgo en la comunidad.
La baza de Margarita Robles
Esa jugada estaría vinculada a la posible salida del Gabinete de la responsable de Defensa, Margarita Robles, que sería relevada por Díaz y ocuparía una plaza en el Tribunal Constitucional en caso de que se alcanzara un acuerdo con el PP para la renovación de los órganos del Poder Judicial. Pero aunque el Gobierno está metiendo prisa, ese movimiento tendría que esperar, porque el pacto se considera casi imposible antes de que se celebran las elecciones catalanas del 14 de febrero. A todo este complicado tablero se une la posibilidad de que esos comicios pudieran ser aplazados ante el fuerte rebrote de la pandemia. Una hipótesis alentada desde sectores próximos a Carles Puigdemont con el objetivo de ganar tiempo para recortar distancias con ERC en los sondeos, y que podría provocar incluso que Sánchez retrasara el relevo de Salvador Illa en Sanidad hasta conocer la nueva fecha.
Podemos rebaja la presión y deja en manos del titular de Sanidad la fecha de su salida del Ejecutivo
G. B.
Aunque la primer reacción de Unidas Podemos al anuncio de la candidatura de Salvador Illa a la Generalitat fue, por boca de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la petición de que el ministro abandonara su cargo «con prontitud» porque la pandemia «requiere de toda la concentración» de quien esté al frente, el partido de Pablo Iglesias ha rebajado su presión y ya no pone fecha a ese relevo, que deja en manos de Pedro Sánchez.
La coportavoz de Podemos, Isa Serra, afirmó que su partido respeta la decisión del titular de Sanidad de presentarse como candidato del PSC y aclaró que Podemos «no quiere juzgar cuándo debe dar ese paso». «Yo confío en que va a entender en que llegará un momento en que su responsabilidad al frente del Ministerio de Sanidad no será compatible con estar en Cataluña», insistió pese a todo la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid.
El líder del PSC, Miquel Iceta, rechazó las críticas a Illa por participar en mítines electorales siendo ministro. «Solo ha hecho un acto de campaña, en domingo y telemáticamente. ¿De qué estamos hablando?», indicó para justificar la actuación de quien es su número dos en el PSC.
Feijoo acusa a Moncloa de premiar la Generalitat en el reparto de fondos para favorecer al candidato del PSC
Redacción
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, consideró «sorprendente» y «difícil de entender» que en medio de una pandemia como la del covid-19 y «en el momento más difícil sanitariamente de España», el ministro de Sanidad esté «a tiempo parcial dedicado a la sanidad y otro tiempo a su candidatura». Afirmó que Illa «ya está actuando como candidato y como ministro» y que cuando se toman decisiones «como el reparto del fondo covid, el reparto del Presupuesto, de los primeros 10.000 millones de euros de fondos europeos o del porcentaje de vacunas» y se observa lo que le corresponde a la Generalitat de Cataluña, «uno entiende por qué hay un miembro del Gobierno que es el candidato a la presidencia de la Generalitat».
Admitió que se trata de una decisión del PSOE que hay que «respetar», pero indicó también que corresponde a los catalanes y al conjunto de España «evaluar» esta decisión. «No pensaría por un instante que pudiese ser designado candidato para algo», dijo, poniéndose en el lugar del ministro, porque «el mayor honor de un político en este momento en España es gestionar la sanidad pública de los españoles».