Aragonès propone a Borràs, Albiach y Sabater formar un cuatripartito

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Pere Aragonès, a su llegada a la reunión semanal del Gobierno catalán, la primera tras las elecciones
Pere Aragonès, a su llegada a la reunión semanal del Gobierno catalán, la primera tras las elecciones Rubén Moreno

Junts le exige a ERC una estrategia común en el Congreso frente al Gobierno

17 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Esquerra Republicana tiene prisa para formar gobierno. Los republicanos han puesto en marcha toda la maquinaria para cerrar la investidura de Pere Aragonès y ayer presionaron para que JxCat, CUP y los comunes levanten los vetos cruzados y sea posible un Gobierno a cuatro.

El 12 de marzo es la fecha tope para la constitución del Parlamento y el 26 para que dé comienzo la sesión de investidura del presidente de la Generalitat, por lo que Aragonès tiene poco más de un mes para intentar convencer a Junts, la CUP y los comunes. El dirigente republicano dejó caer que si no lo consigue tiene un as en la manga en forma de gobierno en solitario. «Estamos preparados para, si es necesario, gobernar en solitario, pero necesitamos alianzas porque así nos lo han dicho los votantes», afirmó. Su prioridad es pactar con las fuerzas que están a favor de la amnistía y la autodeterminación; si no es posible, la opción es un entendimiento con los grupos de izquierdas y, aunque ahora niegue por activa y por pasiva que nunca aceptará los votos del PSC para la investidura, siempre estará presente en las negociaciones.

Esquerra quiere unas negociaciones exprés, pero el resto de fuerzas enfriaron ayer esas prisas. ERC ya ha designado a su equipo negociador (Vilalta, Jové, Sabrià y Vilagrà). Los republicanos abrirán la ronda de contactos con la CUP de forma «inmediata» para poder tener un gobierno lo «antes posible». La CUP, en cambio, avisó que la prisa no tiene que estar reñida con hacerlo bien y señaló que la primera reunión no está aún en l a agenda. Tras los anticapitalistas, Esquerra se verá con Junts, y al final, con los comunes. 

Exigencias de la CUP y de Junts

No todo el mundo tiene la misma premura, ni las posiciones son coincidentes. La CUP, que se abre a entrar en el gobierno, puso una exigencia de máximos que es difícil de asumir para Aragonès. Los anticapitalistas reclaman el compromiso de un referendo «vinculante» antes del 2025. «Sea pactado con el Gobierno o no», presionaron los antisistema.

Junts también aprieta fuerte de entrada. Está dispuesto a compartir gobierno con los comunes si los socios de Podemos asumen una estrategia independentista. Este programa, según detalló el Consejo para la República, que dirige Carles Puigdemont, implicaría acordar una hoja de ruta que «culmine el proceso iniciado el 1-O del 2017» y «preparar las condiciones para un ejercicio exitoso de la unilateralidad».

Junts exige además que la estrategia de los dos grupos secesionistas en el Congreso sea la misma, lo que podría suponer que ERC dejara de seguir facilitando la gobernabilidad. 

Amnistía y autodeterminación

Los dos pesos pesados de ERC salieron ayer en tromba para presionar a sus eventuales socios. «No podemos perder ni un segundo», afirmó Aragonès en TV3. Oriol Junqueras, que reconoció que aún no ha hablado con Carles Puigdemont, instó a sus eventuales socios a que dejen de pegarse y levanten los vetos. «Es más útil que haya un gobierno a cuatro», aseguró en RAC-1. E insistió en que un acuerdo con los socialistas es imposible. «Somos incompatibles», aseguró. «No aceptaremos los votos del PSC», añadió.

Aragonès ya ha fijado algunas líneas básicas del futuro equipo, basadas en la amnistía y la autodeterminación, sin concretar qué quiere decir. De entrada, ofreció a las jefas de filas de los otros tres partidos que entren en el ejecutivo. «El gobierno tiene que ser fuerte. Necesitamos que los liderazgos de las fuerzas estén dentro del ejecutivo», expresó sobre Laura Borràs, Dolors Sabater y Jéssica Albiach.

Las prisas de los republicanos son porque quieren evitar que Salvador Illa coja la iniciativa y pueda llegar a presentarse a la investidura. ERC y el PSC se marcan de cerca y han emprendido una carrera por llevar la iniciativa tras los comicios, en los que empataron a escaños si bien los socialistas ganaron en votos.