Junqueras y Puigdemont buscan la reconciliación para «vencer al Estado»

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Oriol Junqueras, Jordi Cuixart y Carles Puigdemont, en la localidad francesa de Elna en el acto de conmemoración del 60 aniversario de Òmnium Cultural el pasado verano
Oriol Junqueras, Jordi Cuixart y Carles Puigdemont, en la localidad francesa de Elna en el acto de conmemoración del 60 aniversario de Òmnium Cultural el pasado verano Quique Garcia | EFE

«Lo volveremos a hacer, juntos, y mejor», proclaman desde el sur de Francia

17 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El independentismo en pleno peregrinó ayer a la localidad francesa de Elna, para exhibir una imagen de unidad, relanzar su agenda del reencuentro y comprometerse a pactar una estrategia común que culmine el proceso de secesión. «Volveremos a hacerlo», advirtió el presidente de Òmnium Cultural, casi un mes después de que el Gobierno lo indultara junto a los otros ocho presos del procés.

La localidad gala, situada en lo que el secesionismo llama la Cataluña norte, acogió un acto para conmemorar el 60º aniversario del nacimiento de Òmnium Cultural. A la llamada de Jordi Cuixart en Elna, lugar simbólico para el nacionalismo porque allí se escondieron las urnas del 1-O, acudieron el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; el vicepresidente, Jordi Puigneró; la presidenta del Parlamento, Laura Borràs; los dirigentes que estuvieron en prisión y fueron indultados (salvo Dolors Bassa) y los que aún permanecen huidos en Waterloo. También la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, huida en Ginebra, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y los dirigentes de ERC, Junts y la CUP. Faltaban los expresidentes Quim Torra, Artur Mas y Jordi Pujol.

Por primera vez desde octubre del 2017, los líderes del procés comparecieron juntos, escenificando una continuidad estratégica. Y por segunda vez en dos semanas, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras volvieron a coincidir y aparcaron sus enormes diferencias personales y políticas para tratar de visualizar que han firmado un armisticio. Llegaron juntos al acto, flanqueando a Jordi Cuixart, y subieron juntos al escenario. Pero mostraron la misma frialdad que hace diez días en Waterloo. No intervinieron para que no se aprecien las diferencias discursivas.

El único que tomó la palabra fue el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, anfitrión del evento, que llamó a la unidad y a seguir luchando para conseguir la independencia. «Este acto de reencuentro es una victoria de la sociedad catalana, no lo rebajemos», arengó. «El Estado no quería vernos juntos, la represión busca dividirnos, en nuestra unidad está la clave de la victoria», presionó tanto a ERC como a Junts. Cuixart apeló a seguir «defendiendo con uñas y dientes» el 1-O y remató con una amenaza al Gobierno central. «Lo volveremos a hacer, lo haremos juntos y lo haremos mejor», remató. 

Falsa unidad

El secesionismo compareció junto, pero la cohesión es muy frágil. Más allá del acuerdo para seguir gobernando, ERC y Junts siguen sin hallar una hoja de ruta común. Los republicanos apuestan por una etapa más pragmática, y los posconvergentes aún mantienen la retórica unilateralista.

La Generalitat y el Gobierno se reunirán el 2 agosto

La consejera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, y la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, mantuvieron ayer su primer contacto telefónico para preparar la reunión de la comisión bilateral, que tendrá lugar en Madrid el 2 de agosto. La última vez se había celebrado en Barcelona. La cita estaba prevista para julio, como acordaron los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès. Sobre las materias a tratar, Vilagrà indicó que aún no están acordadas, pero que «hay muchos temas» acumulados debido a que la comisión no se reúne desde el 2018. El encuentro se producirá tres días después de la Conferencia de Presidentes a la que Aragonés rechazó acudir y en la que se abordará la recepción de los fondos europeos.

Estrasburgo, con el Tribunal de Cuentas y en contra de suspender las fianzas 

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha rechazado suspender de forma cautelar la fianza requerida por el Tribunal de Cuentas a la exinterventora de la Generalitat Mireia Vidal en concepto de responsabilidad contable por el presunto uso irregular de fondos para las denominadas embajadas catalanas y el Consejo de la Diplomacia Pública de Cataluña, Diplocat. Vidal, a quien se le reclaman 3 millones de euros, había presentado un recurso de amparo.