
La vicepresidenta dispone de nueve paisanos en su guardia pretoriana
15 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.No se recuerda nada parecido desde que en el 2009 la cartera de Fomento cayó en manos de Pepe Blanco, el por entonces todopoderoso secretario de Organización del PSOE, que llenó la sede ministerial de trabajadores y empleados gallegos. La historia se repite, y ahora es Yolanda Díaz la que ha provocado un desembarco con aires celtas a los pies de la Castellana, a muy pocos metros del edificio empleado por el Bruxo de Palas, en donde doce años después todavía quedan vestigios de su etapa, ahora bajo la dirección de Raquel Sánchez.
Crecen las responsabilidades de Díaz y crece su equipo. El salto desde el ministerio a la vicepresidencia del Gobierno ha permitido a la ferrolana ampliar el número de colaboradores y asesores que trabajan en la sombra. Junto a la mayor carga de trabajo y exposición que conlleva el cargo de vicepresidenta, a Díaz le ha coincidido también el señalamiento de Pablo Iglesias como la mejor opción para liderar a Unidas Podemos, lo que ha implicado una sobrecarga dentro dela parcela política para intentar remontar en las urnas.
A diferencia de lo que ocurre en otros departamentos, la ferrolana ha primado rodearse de colaboradores o asesores leales, pero con un marcado perfil técnico, anteponiendo la experiencia y los conocimientos sobre el peso orgánico. Son cuatro gallegas y un gallego quienes le acompañan desde su llegada a Madrid, cuando en diciembre del 2015 se convirtió en diputada nacional de En Marea por A Coruña.
Virginia Uzal
La sombra de la vice. Virginia es la máxima responsable de comunicación y una de las grandes artífices de la buena valoración de la que disfruta Díaz entre la ciudadanía, que, según el CIS, obtiene la mejor nota de entre los 22 ministerios. Natural de Ordes y «enamorada» de Santiago, se marchó a Madrid a los 18 años para estudiar Periodismo. Tras escribir una guía del Camino, fue captada para llevar la comunicación de En Marea en el Congreso. El grupo se fue diluyendo, y acabó convirtiéndose en la mano derecha de Díaz. Además de concertar entrevistas, tiene un papel fundamental en sus discursos y en todas sus intervenciones. Y también es la encargada de hacer de puente entre Podemos y las otras fuerzas de la coalición para evitar desafines.
Estela Pazos
Confianza absoluta. Es otra de las personas que entró a trabajar en el 2016 en la Cámara con carácter de personal eventual para la asistencia de En Marea. Galega de Cangas, Díaz no dudó ni un solo instante en llevársela consigo. Aunque está formada como periodista, compagina tareas en el campo de la comunicación con cuestiones más jurídicas y de fontanería.
Xaime subiela
Perfil teórico. Politólogo y ensayista de Chantada, pero afincado en Ames, donde llegó a tener un acta de concejal en representación de Ames Novo, una de las mareas municipalistas. Subiela fue captado por En Marea para coordinar su grupo en el Congreso, tarea que no podía compaginar con las responsabilidades municipales. Es uno de los perfiles más teóricos.
Elena Cardezo
Experta jurídica. También entró en el Congreso como asistente de En Marea. Licenciada en Derecho, es la principal asesora jurídica de la ministra. Previamente también desempeñó otras funciones, como coordinadora de campaña en procesos electorales recientes.
Mariña Sánchez
Cámara en mano. Gallega nacida en el DF mexicano, es la fotógrafa de cabecera de la vicepresidenta. A los 17 años dejó Vigo para estudiar Ciencias Políticas en Barcelona. Participó activamente en el movimiento del 15M tras el que se afilió a Podemos. Experta en redes sociales.
Las cuatro nuevas incorporaciones galaicas en el Paseo de la Castellana
El acuerdo entre Sánchez e Iglesias facilitó la formación de Gobierno, para el que Iglesias tenía una plaza reservada para Díaz, sin importar la cuota a la que correspondiera. Y la llegada de Díaz al ministerio de Empleo motivó a su vez el nombramiento de altos cargos y la contratación de más asesores para contribuir a lidiar con los aspectos más técnicos que conlleva la cartera.
Manuel Lago
Conciliador. Aunque nacido en Vigo, llevaba tiempo viviendo en A Coruña, por donde se le puede ver paseando en bici. En CC.OO. se hizo amigo del padre de la vicepresidenta, el histórico Suso Díaz. Manolo, como le llaman, es licenciado en Economía y gran experto en derecho laboral. Destaca su talante conciliador. Exdiputado autonómico de En Marea, asumió la portavocía del grupo tras las escisiones en O Hórreo. Recientemente fue nombrado consejero de Navantia. Aporta temple y experiencia a la guardia pretoriana de la ministra.
María Xosé López
Comunicación. Licenciada en Xornalismo por la USC, tiene experiencia en el mundo televisivo tras haber trabajado durante más de 20 años, su última etapa en Mediaset. Díaz la captó recientemente de Nius, en donde estaba centrada en la información económica, pasando a integrarla en el equipo de comunicación que lidera Uzal. «Viguesa militante y devota de J.S. Bach», recoge en su perfil de Twitter.
Fran Pérez Lorenzo
El creativo. También vigués y también periodista formado en la USC. En el 2014 ganó el premio de novela Blanco Amor por su obra Cabalos e lobos. Trabajó en diversos medios de comunicación antes de llegar a Madrid, en donde se integró en el equipo de comunicación de Podemos, convirtiéndose en el responsable de prensa de Carolina Bescansa. Cuando la compostelana cayó en desgracia, fue recolocado en la localidad de Rivas. Es el alma más creativa y el encargado de dar forma a gran parte de los discursos.
Joaquín Pérez Rey
Secretario de Estado. Tras Díaz, la persona con mayor rango dentro de la estructura ministerial, al haber sido nombrado secretario de Estado de Empleo y Economía Social. Licenciado en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha, en la que es profesor titular. Asesor de Podemos casi desde los comienzos del partido, pero también colaboró con la exministra popular Fátima Báñez. Nació en Madrid, pero su familia es natural de Vilagarcía.
Verónica Martínez Barbero
Directora general de Trabajo. Aunque nacida en Gijón, a este grupo también se podría incluir Verónica Martínez Barbero, por guardar unos fuertes vínculos con Galicia. Con la llegada de Díaz al ministerio abandonó la presidencia del Consello de Relacións Laborais y la docencia en Vigo y en A Coruña para convertirse en la directora general de Trabajo. Desde 2008 ejercía como mediadora y árbitra del Acordo Interprofesional Galego sobre Procedementos Extraxudiciais de Solución de Conflictos de Traballo (AGA).