El secesionismo catalán se desinfla en la calle en el aniversario del 3-O

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Marta Pérez

Apenas 3.000 independentistas se manifiestan en un clima de división

04 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Unas 3.000 personas se manifestaron ayer en Barcelona para reclamar la independencia y conmemorar el 3 de octubre del 2017. Fue el último acto de un largo fin de semana de reivindicación secesionista, aprovechando el cuarto aniversario de los hechos. El programa nacionalista arrancó el viernes, con un discurso institucional del Gobierno catalán para declararse heredero del espíritu del 1-O, siguió con un acto de Òmnium Cultural, que logró reunir a buena parte de los líderes independentistas, continuó con mitin un de la ANC en Francia, tres marchas ciudadanas el sábado y la última manifestación, que congregó a mucha menos gente de la esperada.

La ANC planteó la protesta secesionista de la Diada en dos etapas: la del 11S y la del 1 y el 3 de octubre. La manifestación del 11S ya apuntó un cierto cansancio en lo que a la movilización nacionalista se refiere -100.800 personas se manifestaron en la capital catalana, la peor cifra desde el inicio del procés- y la protesta de ayer corroboró el agotamiento. Apenas 3.000 asistentes, en torno a 7.000 según la ANC, para reclamar la independencia y conmemorar el 3-O, el día que miles de catalanes secundaron una huelga general en repulsa de las cargas policiales del 1-O. Fue el día en que el rey pronunció un discurso en el que afirmó que «es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones».

Nadie de ERC

La marcha no solo fue un reflejo de lo desinflado que está el movimiento independentista en la calle, y no se trata de un caso aislado, ya que, por ejemplo, días atrás la protesta espontánea, al poco de saberse la detención de Carles Puigdemont, apenas reunió a un millar de personas. Además, visualizó la división en el independentismo. Acudieron la presidenta del Parlamento, Laura Borràs, y el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, ambos de Junts. También los expresos indultados, Jordi Turull y Josep Rull, de Junts y miembros de la CUP. En cambio, no acudió ningún representante de ERC, formación que mantiene un duro enfrentamiento con la dirección de la ANC. El presidente Pere Aragonès respaldó la marcha vía Twitter: «Orgulloso de pertenecer a un pueblo que se rebela, siempre firme y con determinación, contra la injusticia».

La manifestación tuvo lugar un día antes de la comparecencia de Puigdemont ante la Justicia de Cerdeña, y el grito «Puigdemont, nuestro presidente» fue el que más se oyó. Los convocantes hicieron una llamada a la movilización continua. Y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, que el sábado exigió al Gobierno catalán una nueva declaración unilateral, cargó contra el «pactismo» enarbolado históricamente por el soberanismo catalán y que ahora practica ERC con el PSOE.