Aragonès confía en los comunes o el PSC si la CUP rechaza su presupuesto

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlamento catalán
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlamento catalán Andreu Dalmau

Los anticapitalistas amenazan con tumbar las cuentas de la Generalitat

10 nov 2021 . Actualizado a las 12:43 h.

El Gobierno catalán presentó este martes su proyecto de presupuestos y se fijó como objetivo aprobarlos en el último pleno del año, el 23 de diciembre, para que puedan entrar en vigor el 1 de enero del 2022. Siempre y cuando no haya un grupo que los lleve al consejo de garantías estatutarias, como amagan Vox y Ciudadanos.

La intención del Gobierno catalán es sacar adelante sus cuentas con la CUP y preservar de esta forma la mayoría independentista de la investidura de Pere Aragonès, pero los anticapitalistas se resisten.

La formación de la izquierda radical nacionalista ha convocado este próximo fin de semana a sus bases para decidir si presenta enmienda a la totalidad. A la espera de las negociaciones de última hora, la mayoría de los sectores de la organización se inclinan por bloquear ya de entrada las cuentas.

Los antisistema advirtieron este martes al Ejecutivo de Aragonès que es «arriesgado» presentar los números sin tener cerrado un acuerdo y reiteraron su exigencia de un «giro a la izquierda» y un «avance decidido» hacia la autodeterminación.

Reclaman, además, subidas de impuestos y que se paralicen algunos de los grandes proyectos de este mandato, como la candidatura olímpica de los Juegos de Invierno del 2030, la ampliación del aeropuerto barcelonés de El Prat o la construcción del complejo turístico Hard Rock en Port Aventura.

ERC y Junts se negaban hasta ahora a hablar de plan B, a pesar de que tanto los comunes como el PSC se ofrecen casi a diario como alternativa en caso de que la CUP decida no apoyar al Gobierno autonómico. En cambio, el consejero de Economía, Jaume Giró (Junts), abrió este martes la puerta por primera vez a una mayoría alternativa a la del bloque secesionista. «Estos presupuestos son tan buenos que estoy seguro de que habrá fuerzas que, cuando los vean, se abstendrán», afirmó. 

Confianza

Su mensaje hacia los anticapitalistas fue incluso provocador y añadió presión en la negociación: «En Cataluña habrá presupuestos. Presupuestos o presupuestos», afirmó. Parafraseó a la izquierda asamblearia cuando exigió a Puigdemont un «referendo o referendo» a cambio de su apoyo a las cuentas. En este caso, avisó que el Ejecutivo aprobará su proyecto hagan lo que hagan los cuperos. «Tenemos confianza en que la CUP también verá que son unos presupuestos que puede apoyar o abstenerse», remató.

Las partidas de la Consejería de Economía contemplan un gasto total de 38.139 millones, lo que supone un incremento de 5.618 millones (17,3 %) respecto a las últimas cuentas. El aumento está apoyado en la llegada de los fondos europeos.

El respaldo de los comunes, en cualquier caso, no sería nuevo. Quim Torra sacó adelante sus cuentas hace año y medio gracias a su abstención. Esta misma postura (los comunes tienen ocho diputados y ERC y Junts, 65) sería suficiente para aprobar los números de la Generalitat.

La CUP ya votó en contra el año pasado, pero esta vez sería distinto, toda vez que ERC y los anticapitalistas firmaron un pacto de investidura, que quedaría en el aire. El acuerdo situaba el punto clave del mandato de Aragonès en el 2023. El compromiso establece que el presidente de la Generalitat se someterá a una moción de confianza a mitad de legislatura para revalidar el apoyo de la Cámara catalana.