Feijoo aplaza la foto con Abascal y no acudirá a la investidura de Mañueco

R.C. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Núñez Feijoo y Fernández Mañueco, en Valladolid durante la campaña para las elecciones  en Castilla y León
Núñez Feijoo y Fernández Mañueco, en Valladolid durante la campaña para las elecciones en Castilla y León Claudia Alba | EUROPA PRESS

Asistirá a una reunión con la patronal y los sindicatos sobre su plan fiscal

17 abr 2022 . Actualizado a las 08:58 h.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, tampoco acudirá el martes, 19 de abril, a la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Junta de Castilla y León, como ya ocurrió en la sesión de investidura. El motivo, se reunirá con los máximos responsables de la patronal y los sindicatos para continuar «enriqueciendo y diseñando» la propuesta alternativa fiscal que la formación ultima para presentarla al Gobierno la próxima semana y contribuir así a una «rápida recuperación» ante la crisis económica y social que sufre España. En cualquiera de los casos, Feijoo evita así de momento la foto con Santiago Abascal.

La agenda de Feijoo, según indica el PP en una nota, ese día dará comienzo a las 09.00 horas, cuando recibirá en la sede nacional del PP de la madrileña calle Génova al presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva. Posteriormente, a partir de las 10.00 horas, se reunirá con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

Ya por la tarde, a partir de las 16.30 horas, Feijoo se entrevistará con el secretario general de la UGT, José María Álvarez, y cerrará esta ronda de contactos con el secretario general de Comisiones Obreras (CC.OO.), Unai Sordo, a partir de las 18.00 horas.

Feijoo continúa de este modo con los trabajos para concretar una alternativa económica que se elevará al Gobierno la próxima semana y para la que quiere contar con la opinión y aportaciones de los responsables de los empresarios y de los sindicatos.

El encuentro del presidente del PP con los principales representantes de los agentes sociales en España se produce pocos días después de que fuese recibido en el palacio de la Zarzuela por el rey Felipe VI y en el palacio de la Moncloa por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. 

Gamarra y Ayuso

Desde su elección como presidente del PP, Feijoo ha reclamado al Ejecutivo medidas inmediatas que palíen los efectos sobre los hogares y empresas de una inflación «histórica» y, al mismo tiempo, ha instado a aprobar reformas fiscales y laborales que despejen las «incertidumbres económicas que amenazan a España desde hace varios años».

Quien sí acudirá a la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco será la secretaria general del partido, Cuca Gamarra. También asistirá la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Fernández Mañueco fue investido por las Cortes de Castilla y León el pasado lunes con los votos de los populares y el apoyo de Vox, Además, se estudia el miércoles 20 como fecha para la toma de posesión de los consejeros del nuevo Ejecutivo de coalición formado por PP y Vox, por lo que el primer Consejo de Gobierno ordinario del nuevo equipo se celebrará el día 21. 

Casado y Rajoy, en el 2019

A la primera toma de posesión de Fernández Mañueco como presidente, en el 2019, habían acudido el entonces presidente del PP, Pablo Casado, y el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, además del jefe en funciones de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, así como la exvicepresidenta del Gobierno con Rajoy, Soraya Sáez de Santamaría. Entonces Fernández Mañueco perdió las elecciones, pero un pacto con Ciudadanos le permitió gobernar con los liberales.

El pacto con Vox tensa la idea de la diversidad autonómica 

l. pérez

El 14 de marzo, en plena campaña para acercar a la militancia su candidatura a presidir el PP, Alberto Núñez Feijoo tiró de retranca a fin de insuflar ánimos al líder de su partido en Cataluña, Alejandro Fernández, «Hay arreglo», vino a decirles Feijoo a los suyos, reducidos a la irrelevancia de tan solo tres diputados en el Parlamento catalán.

El PP necesita en Cataluña una expectativa como en el País Vasco. Los populares catalanes y vascos se encomiendan al efecto Feijoo para intentar reanimar sus ambiciones electorales.

Entre las tarjetas de presentación política que ha repartido el todavía máximo responsable de la Xunta está la de hacer bandera del PP como «el partido de la España autonómica». Despliega una intencionalidad evidente: aupar al PP como alternativa territorial frente al PSOE y los secesionistas, al tiempo que tropieza con el pacto en Castilla y León con Vox, que reniega de ese Estado de las autonomías.

En el congreso de Sevilla que le entronizó, Feijoo trazó la cartografía de un PP con un discurso único para España, pero sensible a «la diversidad» de las comunidades; un proyecto articulado en torno al eje Galicia-Andalucía.

En Barcelona, el gallego incidió en los deberes y recetas del PP para recobrar arraigo social antes que cargar toda la culpa en el achique de espacios del independentismo. Fue el primer síntoma de reorientación del discurso del casadismo en Cataluña; el segundo, la defensa del «bilingüismo cordial» que vindica como exitoso en su tierra y con el que pretende desmontar la imagen de intransigencia atribuida a los suyos por el secesionismo. El objetivo ahora no pasa tanto por atraer a nuevos votantes, sino por reconquistar a los fugados que llevaron a Ciudadanos a su histórica victoria en el 2017 y a los que hoy alimentan a Vox. 

Los congresos vasco y catalán

El referente en el que se mira el PP de Feijoo son los resultados de Josep Piqué y de Alicia Sánchez-Camacho, quien situó a su formación en el 2012 en 470.000 sufragios y 19 escaños. Una década después, la decadencia del PP se traduce en tres parlamentarios y apenas 109.000 votos.

El equipo de Feijoo fía las opciones de remontar en Cataluña a la «política pegada al territorio» y al perfil del líder: experimentado presidente de una «nacionalidad histórica», con un argumentario «menos uniforme» que el ortodoxo del centroderecha español y «respetuoso con las diferencias y la diversidad autonómicas».

Entre los interrogantes que la dirección de Feijoo tendrá que despejar en los próximos meses está la celebración de los congresos en Cataluña y Euskadi, con dudas en ambos territorios sobre el futuro de sus dos barones, Alejandro Fernández y Carlos Iturgaiz. Con el PP catalán consumido en las viejas disputas de sus familias, Fernández confía en una segunda oportunidad. Iturgaiz, por su parte, regresó a la cúpula vasca después de que Casado forzara la marcha de Alfonso Alonso.