ERC mantiene la amenaza a Sánchez por el espionaje pese al contacto entre Gobiernos
ESPAÑA

Amaga con tumbar todas las medidas del Ejecutivo y desmoronar la legislatura
26 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Ejecutivo catalán y ERC redoblan la presión sobre el Gobierno para que mueva ficha y arroje luz en el caso del espionaje para satisfacer a los nacionalistas. La Generalitat advirtió ayer que la legislatura española «pende de un hilo», mientras que Esquerra amenazó con tumbar «todas» las leyes y decretos que impulse el Ejecutivo central. «Pueden peligrar todas» las iniciativas parlamentarias del Gobierno, avisó la secretaria general adjunta de ERC.
«Seguramente» habrá más «ejemplos» como la votación de la reforma laboral, insistió Vilalta. Esquerra se posicionó en contra de esa propuesta, que salió adelante gracias al error de un diputado del PP. La primera prueba la tendrá ERC este jueves en la votación de las medidas anticrisis recogidas en el decreto del Ejecutivo central. «Es una posibilidad votar en contra», dijo Vilalta, aun admitiendo que el decreto puede tener efectos beneficiosos para la ciudadanía.
En estos momentos, los trece diputados republicanos en el Congreso están más cerca del no que del sí en esa votación, pero también reconocen en privado que es el peor escenario para escenificar el «cabreo» que tienen con el Gobierno por el caso del espionaje. «No tenemos ningún pacto con Pedro Sánchez», afirmó la portavoz de ERC. «Tenemos un pacto con la ciudadanía de Cataluña y cuando las medidas son útiles, votamos a favor», destacó, dando a entender la contradicción que provoca en sus filas votación del jueves sobre los efectos económicos de la guerra.
Vilalta, como la consejera Laura Vilagrà, consideró «insuficientes» las explicaciones dadas por el Gobierno y exigió dimisiones, y transparencia. «Aún no hemos oído a Sánchez y un escándalo mayúsculo como este caso no se resuelve con una investigación interna en el CNI sin garantías», advirtió. ERC asegura que el Gobierno sabía que se estaba espiando a los independentistas y el caso «no puede quedar impune».
Los republicanos creen que se ha roto la confianza con los socialistas y que el caso ha afectado a su relación, pero de momento evitan la ruptura total, como pide Carles Puigdemont desde las filas de Junts.
El Ejecutivo catalán insiste en que las explicaciones que le dio el domingo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, fueron insuficientes. Y exigen que quien dé las explicaciones sea el presidente del Gobierno. «No se puede esconder más», afirmó Vilagrà. «No es de recibo que aún no haya dicho nada», aseguró.
En ese sentido, plantea que la reunión del domingo deberá continuar con un encuentro entre Sánchez y Aragonès. «Queremos saber quién ordenó el espionaje» y exigimos «dimisiones», dijo. «Reclamamos el cese de los responsables, pero no sabemos quiénes son», avisó. E insistió en que la confianza está rota y que la estabilidad parlamentaria del Ejecutivo está en peligro. «No podemos negociar con quien nos espía», alertó. «La legislatura pende de un hilo», amenazó. O el Gobierno adopta medidas contundentes o «todo queda en el aire», añadió.
La oposición sitúa en el foco a Batet porque «es un ataque a toda la Cámara Baja»
Los cuatro diputados espiados según los expertos de Citizen Lab —Miriam Nogueras (Junts), Ferran Bel (PDECat), Albert Botran (CUP) y Jon Iñarritu (EH Bildu)— colocaron ayer a Meritxell Batet en el centro de la polémica. Remitieron una carta a la presidenta del Congreso para pedirle «amparo» y urgirle a que abra una investigación para tratar de aclarar la autoría de la «intrusión en sus teléfonos móviles».
Los parlamentarios, que en su misiva advierten de que el espionaje es «un ataque a toda la Cámara Baja y a su funcionamiento efectivo», trasladan así la presión al Legislativo, donde la constitución de la comisión de secretos oficiales pende de una resolución del 2004, que establece que sería necesaria una mayoría de 210 diputados para dar entrada a Bildu y ERC. Pero necesitaría los votos a favor de PP, Vox y Ciudadanos. No obstante, entre las fórmulas que los socialistas estudian para contentar a sus socios está la de cambiar a un sistema de mayoría absoluta. «El PSOE debe verbalizar si les parece bien que partidos que combaten al Estado conozcan los secretos de ese mismo Estado», aseguró el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, tras reprochar al Ejecutivo recurrir a esa comisión para intentar sofocar el incendio con sus socios. Bravo deslizó que solo facilitarán su constitución si se excluye a Bildu de la misma.
«El Gobierno no tiene nada que ocultar»
Ni una explicación, ni un dato. Eso sí buenas palabras y mejores formas. El secretario general de Seguridad Nacional, Oscar López, mostró ayer en el Congreso su «empatía» con los independentistas espiados con el sistema Pegasus, pero en sede parlamentaria el también director del Gabinete del Presidente del Gobierno no aclaró si el CNI está detrás de los pinchazos a los políticos nacionalistas, sobre todo durante el 2019 y el 2020.
«España es una democracia plena. El Gobierno no tiene nada que ocultar», insistió López, durante su intervención en la comisión para explicar la estrategia de seguridad nacional, convertida casi en un monográfico sobre Pegasus por los socios de la investidura, que apuntaron directamente a los servicios secretos como responsable del espionaje.
Ante la ofensiva parlamentaria, la primera, a cuenta de la polémica por las intervenciones de las comunicaciones de los independentistas, el alto cargo de la Moncloa, se limitó a subrayar que el espionaje a rivales políticos «no forma parte de la estrategia nacional» y que el actual Ejecutivo no tiene «nada que temer».