Las dudas sobre la fiabilidad de la investigación del hijo de Frank Sinatra

F.E. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Pedro Sánchez en una intervención en el Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez en una intervención en el Congreso de los Diputados FERNANDO ALVARADO | EFE

Ronan Farrow se ganó el prestigio de los medios por su investigación de los abusos del productor Harvey Weinstein

27 may 2022 . Actualizado a las 16:04 h.

En su comparecencia en el Congreso, Pedro Sánchez puso en duda la fiabilidad de la investigación sobre el caso Pegasus y el supuesto espionaje masivo a los independentistas catalanes que fue denunciado por la revista The New Yorker el pasado mes de abril. El artículo lo firmaba Ronan Farrow, una estrella mediática estadounidense que se ganó el prestigio de los medios por su investigación de los abusos del productor Harvey Weinstein, aunque su sistema de trabajo también ha generado importantes críticas.

Ron, como es conocido familiarmente, fue criado en solitario por su madre, la actriz Mia Farrow, y tardó varios años en saber que su verdadero padre era el cantante Frank Sinatra, que lo reconoció casi en su lecho de muerte.

Pero Farrow nunca quiso saber nada de su vínculo paterno. Con apenas 16 años, empezó a trabajar en el Departamento de Exteriores de la mano de Richard Holbrooke. Prestó especial atención a los problemas de los niños africanos y aprovechó para escribir su primer libro, El fin de la diplomacia.

El caso Weinstein lo lanzó de nuevo al primer plano y en el Catalangate se convirtió en el altavoz de Citizen Lab, que llevaba meses intentando detonar el escándalo en todo el mundo. Según algunos datos que han trascendido en las últimas semanas, el laboratorio radicado en Toronto detectó el espionaje con Pegasus meses antes. Y la Asamblea Nacional Catalana registró en enero, tres meses antes de que trascendiera públicamente, un dominio en internet para reforzar el alcance internacional de la noticia.

Desde Canadá. Ron Deibert, director de Citizen Lab, reveló que se coordinó con el periodista estadounidense Ronan Farrow para hacer coincidir la publicación del informe con un artículo sobre el espionaje con Pegasus.

Deibert también dijo en abril que él decidió nombrar el informe Catalangate porque «las víctimas estaban usando el término para referirse al caso», pero negó haber recibido financiación de organizaciones independentistas o que algún partido político hubiera participado en la redacción del documento o en el análisis técnico realizado por Citizen Lab, a pesar de que uno de los firmantes del mismo está considerado como el cerebro tecnológico de Tsunami Democràtic, que promovió diversos disturbios en Cataluña tras conocerse la sentencia contra los responsables del 1-O.

Antecedentes

En el 2008, Citizen Lab denunció que China espiaba a los usuarios del programa de comunicación Skype, para detectar conversaciones delicadas para Pekín, como las relativas a la independencia de Taiwán o el grupo Falun Gong. Un año después, Citizen Lab participó en el descubrimiento de GhostNet, una operación de ciberespionaje presuntamente organizado por Pekín que afectó a sistemas informáticos de 103 países y cuya finalidad era espiar al Dalái Lama y el exilio tibetano.

En el 2015, Citizen Lab denunció que grupos de piratas informáticos atacaban de forma sistemática desde el 2008 a opositores y medios independientes en los países de la Alianza Bolivariana para América (ALBA). Y en el 2017, la institución canadiense reveló que en México, periodistas, abogados e integrantes de la sociedad civil estaban siendo espiados con Pegasus, desarrollado por la compañía israelí NSO.