El Gobierno da por salvado el decreto energético al anunciar el PNV su apoyo

María Eugenia Alonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, en una foto de archivo.
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, en una foto de archivo. Mariscal | Efe

Los nacionalistas vascos marcan el camino a ERC y Bildu, que no se opondrán

25 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno superará hoy su primera prueba del nuevo curso político y logrará convalidar en el Congreso el real decreto de medidas de ahorro energético gracias al respaldo del PNV y de parte del bloque de la investidura. Pero no sin antes haber sudado la gota gorda para conseguir atar los votos en una negociación contra reloj donde la Moncloa tuvo que abrirse a tramitar el decreto como proyecto de ley como ya hizo a finales de abril para salvar el plan anticrisis. El resultado es que el Ejecutivo ya tiene asegurados 161 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Compromís y PRC) frente a los 153 en contra de PP, Vox, Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro y los dos exdiputados de UPN y el de Cs que están integrados en el Grupo Mixto.

El vértigo por que el decreto pudiese decaer desapareció después de que la formación de Andoni Ortuzar deshojara ayer la margarita y anunciara su voto a favor «por responsabilidad, al considerar que las medidas contempladas solo tienen sentido si se aplican con inmediatez». El PNV, crítico con «las formas» del Gobierno, al que exigen «más diálogo y negociación», confía en que el plan de contingencia energética que el Ejecutivo remitirá a la Comisión Europea en septiembre tendrá en cuenta las propuestas a corto, medio y largo plazo que les remita el Gobierno de Urkullu.

Con su sí los nacionalistas vascos señalan el camino a Esquerra y EH Bildu, que dejaban entrever poco después que podrían seguir los mismos pasos. Las dos formaciones están aprovechando su posición determinante para jugar sus bazas y apretar al PSOE hasta «el último momento». «Nunca adelanto el sentido del voto, pero bueno, creo que dada la situación, es complicado otra opción que no sea al menos entrar a negociar para al menos intentar mejorarlo», afirmó ayer el portavoz republicano, Gabriel Rufián.

La portavoz de la izquierda aberzale, Mertxe Aizpuru, reconocía, por su parte, que las negociaciones con el Gobierno están abiertas «hasta el último minuto» aunque celebraba la tramitación parlamentaria del decreto una vez que se convalide. «Creemos que el decreto tiene carencias ?señaló? que deben subsanarse. Se necesitan medidas estructurales y no temporales como aparecen en él». 

«Es una milonga»

Aunque la Moncloa siempre ha considerado que salvaría la votación en la Cámara Baja, la decisión del PP, Vox y Ciudadanos de votar en contra había ajustado los números al límite. Tanto que el Gobierno y en particular al secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, se vieron obligados a redoblar esfuerzos para conseguir los votos necesarios. E incluso descolgar el teléfono para tantear a los liberales con el compromiso de abrir el decreto a cambios en el futuro. «Esa promesa es una milonga. No somos tontos, no nos van a engañar», aseveró ayer el vicesecretario general de Cs, Edmundo Bal.

Pese a lo ajustado de la votación, no llamaron a Génova. Los populares afean a Pedro Sánchez que haya preferido negociar antes con EH Bildu que con ellos. Reclaman además al Ejecutivo que retire el texto y presente las medidas sobre ahorro energético separadas de otras cuestiones.

«Lo que no se puede hacer es pedir al Gobierno que derogue un decreto aprobado, que ha sido eficaz, ha sido respaldado por la propia presidenta de la Comisión Europea y es fuente de inspiración para otros socios», respondía la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que se encargaba de avanzar en una entrevista en la Sexta que al Gobierno ya le salían los números para evitar el primer traspié del curso.

Al Ejecutivo le basta una mayoría simple —más síes que noes— para refrendar el decreto, en vigor desde el 10 de agosto y que obliga a limitar la temperatura del aire condicionado y la calefacción y al apagado de escaparates y edificios públicos a partir de las 22.00 horas.

Agosto, un mes extraordinario en el Congreso para plenos de urgencia 

La apertura del Congreso para celebrar un pleno en agosto solo se produce por causas extraordinarias o de máxima urgencia. Es el caso del que se celebra hoy a cuenta del decreto de ahorro energético aprobado a principios de mes y que tiene una vigencia máxima de 30 días antes de ser convalidado por la Cámara Baja. No se trata, en cualquier caso, de la primera vez que se habilita el tradicional mes vacacional para tratar cuestiones parlamentarias de importancia.

El 26 de agosto del 2002, el Congreso se reunió para instar al Gobierno a solicitar al Tribunal Supremo la ilegalización de Batasuna. El PP del presidente José María Aznar y el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero votaron a favor. Zapatero, ya convertido en presidente desde el 2004, fue protagonista de otra de las reuniones más sonadas que se han convocado de urgencia en agosto. Fue en el 2011, para debatir medidas sobre la crisis económica iniciada en el 2008. Lo más significativo fue la propuesta a Mariano Rajoy para modificar el artículo 135 de la Constitución con el objetivo de fijar el equilibrio presupuestario a todas las Administraciones, lo que prohíbe a día de hoy incurrir en déficit público. Rajoy y Zapatero lo acordaron y los diputados se vieron sorprendidos por la urgencia de un acuerdo que exigían Alemania y las autoridades europeas. Aquel agosto del 2011, PSOE y PP, mostraron una perfecta sintonía para pactar. Tanto que sellaron la segunda reforma constitucional tras la del año 1992 desde la entrada en vigor de la carta magna en 1978.