Aragonés prioriza pactar con Junts, pero no cierra la puerta al PSC para aprobar los presupuestos

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

El Gobierno de Pere Aragonés en solitario posa en el Patio de los Naranjos de la Generalitat antes de celebrar su primera reunión
El Gobierno de Pere Aragonés en solitario posa en el Patio de los Naranjos de la Generalitat antes de celebrar su primera reunión David Zorrakino | EUROPA PRESS

Presiona a Junts diciendo que no se entendería que no apoyase su proyecto de cuentas y recuerda que está comprometido al cien por cien con la autodeterminación

12 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, llamó ayer, en el estreno de su nuevo Ejecutivo, a ir «paso a paso». Consciente de la delicada situación en que se encuentra el Gobierno catalán, tras la salida de Junts, pues parte con un apoyo de solo 33 diputados (ERC), Aragonès no descartó ninguna posibilidad. De entrada, su prioridad es pactar los presupuestos con los partidos que lo invistieron (Junts y la CUP) y también con los comunes. «La prioridad es la mayoría de la investidura», afirmó después de la reunión del Ejecutivo, en la que participaron los nuevos consejeros, que tomaron posesión de sus cargos poco antes.

Aragonès no quiere avanzarse a futuras pantallas y de momento solo contempla la posibilidad de empezar a negociar con Junts. «A partir de ahí, día a día, veremos qué escenarios se abren», aseguró.

Tras su salida de la Generalitat, Junts ha pasado formalmente a la oposición. Y anuncia además que será una oposición muy dura, pues, no en vano, Laura Borràs cuestiona la legitimidad del Gobierno. Junts afirma que Aragonès debería someterse a una cuestión de confianza antes de negociar los presupuestos. 

La legitimidad de la Mesa

Aragonès replicó a Junts que «todas las instituciones de Cataluña tienen toda la legitimidad» y evitó lanzar reproches a su exsocio en el Ejecutivo catalán. La legitimidad de las instituciones catalanas es aplicable a la situación por la que atraviesa la Mesa del Parlamento, cuya presidencia, que ocupa Borràs, está suspendida, aseguró.

Aunque cree que debería resolverse «la situación de interinidad y provisionalidad» de la Mesa, advirtió de que esto no le quita ni un gramo de legitimidad. «Que dejes de formar parte de un Gobierno no significa que sea menos legítimo», zanjó. 

Junts o PSC

«No se entendería que Junts se autoexcluya», aseguró Aragonès. El apoyo de Junts es muy improbable en estos momentos. En ese caso, la única posibilidad que tendría el Gobierno para aprobar los presupuestos sería con el PSC o con la abstención de ambos. Sin embargo, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, descartó a los socialistas el sábado pasado con unas declaraciones muy contundentes. Los vetó en toda regla. Aragonès, en cambio, evitó ayer repetir el veto de Junqueras. El presidente de la Generalitat abogó por el tan manido partido a partido, sin cerrar ninguna puerta. Ni siquiera la de la prórroga presupuestaria. Dijo, al respecto, que existen mecanismos técnicos para poder incorporar los 3.000 millones de más que contemplan las cuentas diseñadas por el exconsejero Giró y que negoció con los socialistas.

La líder de los comunes en el Parlamento, Jéssica Albiach, avisó de que si el Gobierno de ERC es incapaz de tejer alianzas con otras fuerzas políticas y no puede gobernar se deberá «entrar en una nueva fase». Criticó que Aragonès ya hable de la posibilidad de prorrogar los Presupuestos del 2022, porque considera que si formas un Gobierno es para gobernar, y aseguró que le preocupa que se hable de gobernar para toda Cataluña, pero solo se cuente con el apoyo de los 33 diputados republicanos. 

«Cataluña entera»

Preguntada por el veto al PSC para sacar adelante las cuentas, Albiach acusó a ERC de hacer «vetos selectivos», porque sí que han pactado con ellos los cargos de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals o para los PGE en el Congreso.

Respecto al nuevo Gobierno, Aragonès expresó que está comprometido al cien por cien con la autodeterminación y la amnistía. «No abandono ni renuncio» a trabajar por un referendo, señaló. Y pidió a los nuevos consejeros que trabajen buscando grandes consensos para gobernar «para la Cataluña entera» y contribuir a la resolución del conflicto con el objetivo de que la ciudadanía pueda decidir el futuro de Cataluña. Al Gobierno central, el presidente de la Generalitat le pide que afronte la resolución del conflicto. Reconoció que en la mesa hubo avances, pero exigió «concreciones» a Pedro Sánchez de cara a la próxima reunión.

El PSC no dará ni un minuto de margen al nuevo Gobierno, al que el PP llama tripartito encubierto 

La portavoz del PSC-Units en el Parlamento, Alícia Romero, avisó ayer de que los socialistas no darán «ni un minuto» de margen al nuevo Gobierno de Pere Aragonès para reclamarle medidas y respuestas, sobre todo ante la situación de crisis por la inflación. «Hace 500 días que tenemos un Gobierno. Han cambiado consejeros, que ahora no digan que necesitan dos meses para situarse. Uno tiene que venir llorado de casa», advirtió Romero tras una reunión del «Gobierno alternativo» socialista en el que ha articulado la labor de su grupo parlamentario el primer secretario del PSC, Salvador Illa.

«No nos detendremos porque el Gobierno haya cambiado de caras, que al final es lo menos importante; lo más importante es qué piensa hacer y qué acciones llevará a cabo», explicó, y descartó presentar una moción de censura, porque los socialistas rechazan generar «más inestabilidad».

La diputada del PPC Lorena Roldán considera que el nuevo Gobierno es «un tripartito encubierto» hecho «por la puerta de atrás». Según ella, «las primeras críticas del PSC no ocultan el plan oculto, que pasa por que Sánchez mantiene a Aragonès, y este, a Sánchez».

Por su parte, el portavoz de Vox en la Cámara, Joan Garriga, criticó el nombramiento de Meritxell Serret (ERC) como consejera: «Es una golpista del 1-O que huyó de la Justicia, luego volvió y actualmente está pendiente de juicio por desobediencia».