Aragonès insta a amoldar la Constitución para poder celebrar un referendo pactado

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

El consejero de Empresa, Roger Torrent, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
El consejero de Empresa, Roger Torrent, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès David Zorrakino | EUROPA PRESS

Replica a Sánchez que el «procés» no acabó y tiene que avanzar si quiere el apoyo de los diputados republicanos para una futura investidura

17 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los acuerdos entre PSOE y ERC para beneficiar penalmente a los independentistas, realizados tras el telón, nada tienen que ver con la exhibición de discrepancias en público de los dirigentes de ambos partidos. El presidente Pere Aragonès salió ayer a disentir de Pedro Sánchez, quien desde Bruselas había afirmado el día anterior que el procés había terminado. El republicano no solo refutó esa idea, sino que fue más lejos y, tras asegurar que no está dispuesto a renunciar a un referendo pactado sobre la independencia, aumentó su exigencia y reclamó modificar la Constitución con el objetivo de buscarle un encaje legal. Es la nueva exigencia de ERC para volver a apoyar una investidura de Pedro Sánchez.

Sería, según explicó, la segunda fase de la negociación tras dar por concluida la de la desjudicialización con la reforma del Código Penal. En la misma entrevista en la cadena Ser, Aragonés también se abrió a discutir una reforma del Estatuto, que luego sea votada por los catalanes, tal y como defiende el líder del PSC, Salvador Illa.

«En Cataluña no va a haber ninguna consulta de autodeterminación. No solo porque no cabe en la Constitución, que ya con eso sería suficiente, sino porque además hemos de contribuir con soluciones que superen la fractura», había dicho Sánchez, además de asegurar que el procés «ha acabado» porque los independentistas están divididos, ya no hay vía unilateral y no se incumple la Constitución, argumentó.

«Estamos en un momento de cierre de una etapa y de inicio de una nueva en donde tiene que primar la convivencia», afirmó antes de insistir en que no habrá ningún referendo de autodeterminación.

En la misma idea incidió ayer el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, quien pidió a Aragonès que diga «la verdad» y traslade a los catalanes «que el procés ha terminado» y que Cataluña no puede «retroceder a fórmulas viejas que solo llevaron al desastre». El presidente catalán le respondió pidiendo calma y respeto y poniendo en valor los votos de ERC cara una futura investidura de Sánchez a cambio de «avanzar en la resolución del conflicto».

La portavoz del PSC en el Parlamento catalán, Alícia Romero, le replicó que en el Congreso no se dan las mayorías necesarias para abordar una reforma de la Constitución. «Lo que estaría bien es que ERC diga la verdad sobre eso, porque van dando tumbos, haciendo propuestas desde septiembre en el fondo, creo, para engañar».

Por su parte, sobre las declaraciones del presidente en Bruselas, el secretario general de Junts, Jordi Turull, consideró que Sánchez confunde el deseo con la realidad porque «el proceso no ha acabado porque no se ha culminado y no se ha hecho efectivo lo que se votó y decidió el pueblo de Cataluña el 1-O».

Page: «No hay mejor convivencia en Cataluña si esta se destroza en toda España» 

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, dijo ayer que no se puede «presumir» de una mejor convivencia en Cataluña «a costa» de que la convivencia «se destroce» en toda España y añadió: «Esto no es un buen resultado, no es un buen negocio. Esto nos afecta e incumbe a todos».

En declaraciones desde Pozo Lorente (Albacete), García-Page respondía así, según recoge Efe, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que al término del Consejo Europeo, en Bruselas, defendió el jueves su política de convivencia y manifestó que «el procés acabó y hoy en Cataluña prima la convivencia y, sobre todo, se cumple con la Constitución». Page reprochó: «No podemos presumir de mejor convivencia en una zona de España [en alusión a Cataluña] a costa de que la convivencia se destroce en toda España».