
Otros 200.000 descendientes de españoles ya han logrado el pasaporte
13 mar 2025 . Actualizado a las 08:56 h.La diáspora española está a punto de dar un salto más que notable en su volumen con la ventana abierta a la adquisición de la nacionalidad para los descendientes de los emigrados por la Ley de Memoria Democrática. El plazo para demostrar el vínculo familiar con España concluye el 21 de octubre tras tres años de margen, pero no así los trámites para quienes antes se hayan inscrito en las embajadas y consulados para ser tenidos en cuenta en este proceso.
En todo el mundo se han otorgado ya 200.000 pasaportes a los nietos de quienes se fueron un día por motivaciones políticas, económicas o laborales. Pero este contingente solo es la punta de lanza de los llamados a convertirse en nuevos españoles.
Juan Manuel de Hoz, portavoz del Centro de Descendientes de Españoles Unidos (CeDEU), organización que desempeñó una labor crucial en la consecución de la llamada ley de nietos, señala que los datos oficiales a los que han accedido dan cuenta de 650.000 inscritos como usuarios consulares en Buenos Aires para tramitar la petición de nacionalidad española, alrededor de otros 300.000 en Cuba, 70.000 en la legación argentina de Mendoza y otros tantos en la de Rosario. Algo más, por tanto, de un millón de personas solo en los cuatro principales puntos de demanda de recuperación de la nacionalidad española, a los que ya a distancia se suman las peticiones recibidas en México y Venezuela, entre otros países.
Beneficiarios
La Ley de Memoria Democrática «da derecho a obtener la nacionalidad a todos los nietos de los emigrados, absolutamente a todos y, además, a los hijos de estos también, como después podrán seguir haciendo sus descendientes, siempre y cuando ratifiquen al cumplir los 18 años querer mantener la condición española heredada de alguno de sus padres», explica. «Las cifras que se están moviendo son impresionantes, y al final del proceso tendremos entre millón y medio y dos millones de nuevos españoles», calcula De Hoz. «Es una ley muy generosa, equiparable a la de Portugal e incluso más amplia que la de Italia», valora.
Tras inscribirse como usuario consular para lograr una cita previa con la que tramitar la solicitud (el proceso puede ser diferente en cada oficina), quienes quieran optar al proceso deberán contar con la partida literal de nacimiento del familiar emigrado, así como la pista de seguimiento documental oficial de sus descendientes hasta llegar al interesado. Algunos consulados exigen que dichos documentos estén apostillados con la anotación que certifica su veracidad, por lo que lo recomendable es conocer qué requisitos exige cada legación diplomática. «Lo importante es hacer pedagogía en el tiempo que queda de plazo para que todo el mundo sepa qué pasos debe dar, en un proceso que está resultando ejemplar en consulados como el de Rosario o el de Buenos Aires a través de su encargado de registro civil y su equipo», valora el portavoz de CeDEU, que también agradece al Ministerio de Exteriores español que haya aceptado que todos los preinscritos puedan seguir optando a lograr la nacionalidad aunque se cierre el plazo legal.
Más dificultad encuentran quienes alegan lazos familiares de nacidos en España antes de 1871, cuando se creó el registro civil. Estos tendrán que conseguir una copia literal de la partida de bautismo, lo mismo que quienes no encuentren por la vía administrativa el rastro legal de nacimiento del antepasado, o fuesen inscritos en archivos destruidos a causa de incendios, inundaciones y hasta por los efectos de la misma guerra. Eso sí, hay que lograr igualmente del registro un certificado de búsqueda negativa.
En Cuba, el segundo país desde el que se están tramitando más solicitudes, se añade la dificultad de no estar adherido al convenio de La Haya y exigir por ello un timbrado propio para la documentación requerida, extremos que sin embargo estiman desde CeDEU que serán solventables con la progresiva digitalización de los registros.
Nuevos votantes
La mayoría de los solicitantes de la nacionalidad de sus abuelos tienen entre 18 y 50 años, lo que rejuvenecerá de manera automática el censo de electores residentes en el extranjero, dado que todos los que se conviertan en españoles por la llamada ley de nietos se harán de manera automática con el derecho a participar en las elecciones generales y en las autonómicas; no así en las municipales.
«Va a haber un incremento notable del voto desde el exterior», augura Juan Manuel de Hoz, quien destaca el interés de participación electoral de un notable porcentaje de quienes se han implicado en el proceso de obtención de la nacionalidad de sus ancestros. «Eso sí, estamos comprobando que no se han depurado los censos electorales, que hay muchos casos de fallecimientos que no han sido comunicados por sus familiares a los consulados», dice estimando que no considera que la desaparición por edad de buena parte de los emigrados el siglo pasado, sobre todo a América, vaya a menguar la participación electoral. Esta cayó de más de un 30 % a menos de un 4 % a raíz de la imposición del voto rogado en el 2011, trámite que obligaba a solicitar poder participar en cada una de las elecciones y cruzarse hasta tres envíos postales con la administración electoral.
Desde el 2022, la Oficina del Censo Electoral remite la documentación de oficio a todos los inscritos en el Censo de Residentes Ausentes (CERA) y se permite la impresión en el domicilio de las papeletas electorales.
A qué da derecho tener la nacionalidad: residir en la UE, abrir cuenta bancaria y acceso a ayudas extraordinarias
El acceso a la nacionalidad española abre la puerta a esos beneficiados a residir en España sin necesidad de otros permisos, como también en cualquier país de la UE. Como ciudadano español tendrá derecho a abrir una cuenta bancaria en el país, e incluso, como ya han empezado a hacer algunas entidades, a contar con ese mismo servicio aunque se siga residiendo fuera de España. Ambas circunstancias inciden favorablemente en el traslado de capitales que ahora se guardan en el extranjero. La nacionalidad permite además acceder a ayudas en casos de extrema necesidad, con requisitos especiales a las personas que acceden al pasaporte español por opción y no por nacimiento. También a acceder a tratamientos médicos no existentes en el país de residencia.